Lo electoral como espectáculo
En los años 90, durante la insurrección del EZLN en Chiapas, Octavio Paz alzaba la voz frente al novedoso fenómeno que empezaba a imperar en la política mexicana:
“Pero la civilización del espectáculo es cruel. Los espectadores no tienen memoria; por esto tampoco tienen remordimientos ni verdadera conciencia. Viven prendidos a la novedad, no importa cuál sea, con tal de que sea nueva. Olvidan pronto y pasan sin pestañear de las escenas de muerte y destrucción de la guerra del Golfo Pérsico a las curvas, contorsiones y trémulos de Madonna y de Michael Jackson. Los comandantes y los obispos (supongo que se refería a Marcos y a Samuel Ruiz) están llamados a sufrir la misma suerte; también a ellos les aguarda el Gran Bostezo, anónimo y universal, que es el Apocalipsis y el Juicio Final de la sociedad del espectáculo”.
Encontré este texto leyendo “La Civilización del Espectáculo”, de Mario Vargas Llosa, publicado en 2012. Creo que lo compré en aquel año y apenas ahora lo estoy leyendo. “¿Qué quiere decir civilización del espectáculo? La de un mundo donde el primer lugar en la tabla de valores vigentes lo ocupa el entretenimiento, y donde divertirse, escapar del aburrimiento, es la pasión universal. Este ideal de vida es perfectamente legítimo, sin duda. Sólo un puritano fanático podría reprochar a los miembros de una sociedad que quieren dar solaz, esparcimiento, humor y diversión a unas vidas encuadradas por lo general en rutinas deprimentes y a veces embrutecedoras. Pero convertir esa natural propensión, a pasarlo bien, en un valor supremo tiene consecuencias inesperadas: la banalización de la cultura, la generalización de la frivolidad y, en el campo de la información, que prolifere el periodismo irresponsable de la chismografía y el escándalo”.
Paz lo decía ya en 1994 y Vargas Llosa lo analiza en un libro de 2012. Muchos estudiosos y pensadores advirtieron el fenómeno y dieron la voz de alarma. Recuerdo que mi papá decía, y cito de memoria, que el pueblo era siempre novedoso, reaccionaba en masa a lo nuevo, fuera lo que fuera.
El escritor peruano llama chismografía a esta costumbre. ¿No es acaso una constante en la historia de la humanidad? Encontramos “pan y circo” para el pueblo desde los tiempos del coliseo romano, cuando el emperador arrojaba pan a la plebe y le brindaba el sangriento espectáculo del circo romano a costa de gladiadores, cautivos y esclavos que luchaban entre sí o eran entregados a las fieras para ser devorados.
Hoy en día los avances tecnológicos y, concretamente, las redes sociales han venido a acentuar el problema, la sed de sangre, crueldad y banalidades puede saciarse por medio de un celular. El proceso electoral que estamos viviendo, yo diría padeciendo, en México no es una excepción. Está absolutamente cooptado por ello. Discusiones interminables, viscerales y, por lo general, sin argumentos o pobremente argumentadas, que mezclan temas diversos, en las que nadie escucha ni desea escuchar. Lo importante es defender la postura de la que se está convencido, aunque se ignoren los porqués y los para qué. En este México moderno, la elección se definirá entre la rabia y el miedo, como una reacción a la rabia y el miedo que unos despiertan en otros.
El Colegio de México cuenta con un canal en Youtube donde puede encontrarse tres presentaciones. La primera tiene una duración de dos horas y media, la segunda, dos horas, y la tercera, una hora con cuarenta y seis minutos. En ellas, tres mexicanos poco conocidos explican a detalle cómo piensan gobernar Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade Kuribreña y Ricardo Anaya Cortés, de resultar electos el primero de julio.
Según Youtube, la presentación del 16 de abril a cargo del Dr. Carlos Urzúa, propuesto como secretario de Hacienda si gana López Obrador, ya alcanzó ocho mil visitas. La de abril 10 a cargo de Salomón Chertorivski, en representación de Ricardo Anaya, cuenta mil 300 visitas. Finalmente, la del 2 de mayo, a cargo de Vanessa Rubio, coordinadora de la oficina de José Antonio Meade y exsubsecretaria de Hacienda, alcanza 524 visitas.
Sumando la audiencia de las tres, tendríamos poco más de 10 mil visitas a las presentaciones más claras y exhaustivas de los proyectos de gobierno de los principales candidatos a la Presidencia de la República, es decir, un auditorio reducidísimo. En tiempos de Twitter, Facebook e Instagram, pensar no está de moda. El elector vota con sus emociones, el razonamiento es un bien escaso y para muchos innecesario. Vivimos la civilización del espectáculo. En nuestra salud lo hallaremos.
@chuyramirezr Facebook: Chuy Ramirez