DÍA DE LAS MADRES
EL AMOR PUEDE FORJAR A UN CRACK
El regalo de ser mamá no incluye instructivo con detalles específicos para encaminar a los hijos, es el amor incondicional, aquel instinto sobrenatural que guía a las madres para llevar a sus retoños por la vida. Un amor que no limita, si no que motiva y que a pesar del dolor, prepara las alas del pequeño para emprender el vuelo que lo lleve a realizar sus sueños.
En una atmósfera de sentimientos encontrados, Cary González, mamá de Misael Domínguez, futbolista saltillense del Club Rayados de Monterrey, narra que desde los 6 años de edad, “Misa”, cómo le dice de cariño, realizó sus primeros viajes para disputar torneos nacionales.
Tes años más tarde ya cruzaba al viejo continente para jugar al futbol en eventos de talla internacional. Poco a poco su pequeño hijo mostraba que estaba hecho para grandes cosas, una historia exitosa comenzaba a escribirse.
La vida llevó a Misael por distintos clubes saltillenses desde muy chico, entre ellos, Mini Chivas, Tiburones Rojos y Guerreros Coahuila. En 2011, con apenas 12 años de edad, el saltillense oficializaba su fichaje con Rayados de Monterrey.
En noviembre del 2016 debutó con el primer equipo en duelo contra Veracruz. Ahora con 18 años, Misael jugó la fase de Liguilla en el Clausura 2018, aportando jugadas clave para el cuadro regio.
Domínguez se ha proclamado campeón con Rayados en Sub 17 y ha tenido participación con la Selección Mexicana en categorías juveniles.
“Siempre quisimos que el jugara futbol, pero nunca pensamos hasta donde iba a llegar, lo que nos importaba era que jugará y a él tampoco le importaba lo demás, él quería jugar”, con una sonrisa compartió la madre de Misael.
El camino del éxito se acompaña de sacrificios, no solo para el atleta, también para los más cercanos. Ver crecer a los hijos siempre será el orgullo de una madre, aunque muchas veces ese proceso tenga que vivirse a la distancia. “Lo más difícil, es que de cuatro hijos se te desprenda uno desde los 9 años, hace casi 10 años que se fue, es un proceso de maduración, siente uno que le falta el hijo”, con un nudo en la garganta expresó Cary.
Entre lagrimas de felicidad, pero dejando ver la nostalgia, Cary describió a su hijo como el oxígeno de su hogar. “Él es el motor de la familia, él es el que nos da fuerza para seguir adelante”, conmovida y con mucho orgullo compartió la madre.
Ver triunfar a su hijo ha sido una de las grandes felicidades de la madre saltillense. “Lo amamos toda la familia, nosotros lo apoyamos, estamos con él en las buenas y en las malas. No hay nada imposible a menos que él se lo niegue, tiene que luchar por lo que el quiere. Lo más hermoso que me ha dado Dios es la bendición de tener a mis hijos”, como guerrera incansable, Cary siempre ha mostrado apoyo ilimitado a su hijo.
En periodos vacacionales, madre e hijo disfrutan de su compañía, y a pesar de vivir con alegría cada momento, Cary reconoce que soltarlo una vez más siempre es difícil. “Son muchos sentimientos encontrados, ahorita lo tenemos aquí y luego se nos va, no es fácil”, dijo la madre, mientras se secaba algunas lágrimas.
Misael dedicó unas palabras a su mamá reconociendo que ella ha sido un pilar importante en su motivación y carrera futbolística. “Agradecerle por todo el apoyo que me ha brindado, porque siempre ha estado ahí en los momentos difíciles. Gracias a Dios me va muy bien, es fundamental el apoyo de ellos y estoy muy agradecido”, expresó el futbolista, quien no dudó en abrazar de inmediato a su madre.
Emotivas anécdotas futboleras han vivido Cary y Misael, el joven compartió un momento con su mamá que lo ha marcado y que recuerda con cariño. “Cuando se ponía aquí afuera del portón de portera, tengo muy guardado ese recuerdo”, dijo Misael mientras sonreía.
Como Cary, muchas madres respaldan a sus hijos y luchan junto con ellos para alcanzar sus sueños, siempre alentándolos a seguir adelante a pesar de los obstáculos, curando las heridas que las caídas del difícil camino han dejado.
Hoy reconocemos la labor que miles de madres saltillenses ejercen día a día en la complicada tarea de ser madres. ¡Felicidades !
Un atleta no encontrará entrenamiento que le de más fuerza como la que le da el amor de su madre”. Adriana Armendáriz