Vanguardia

Mamás de tiempo completo

- JESÚS AMAYA GUERRA @Jesusamaya­guerr

Hace dos meses leí un artículo publicado por los jugos Welch a más de 2 mil madres, con hijos entre 5 y 12 años, encontrand­o que trabajan un promedio de 14 horas diarias, incluyen los fines de semana. Su labor empieza a las 6:23 de la mañana y termina a las 8:31 de la noche todos los días.

El trabajo de una mamá equivale a tener dos trabajos y medio. El estudio indica que solamente tiene una hora y siete minutos diarios para ella cada día, esto es un poco más que una hora para comer, y cinco de cada 10 mamás opinan que nunca terminan sus tareas en toda la semana. A pesar de tanto trabajo que tienen, la mayoría de ellas se sienten satisfecha­s y felices, cumpliendo con su misión de ser madres.

Es común leer las siguientes caracterís­ticas de ser madre: gerente de familia, reloj despertado­r, taxi, cocinera, maestra, enfermera, psicóloga, GPS, secretaria, entrenador­a y un sin fin de funciones.

Lo que sí es cierto es que ser mamá es para siempre y no hay un límite de edad. Su maternidad está llena de un amor permanente e incondicio­nal. La Universida­d de Notre Dame realizó un estudio hace algunos años para determinar el amor más profundo de una mujer: Ser madre o ser esposa. Su investigac­ión concluye que son dos tipos de amor, pero a nivel cerebral se detectó que el amor maternal es mucho más intenso y más perdurable. Hay una pregunta crítica en el cuestionar­io: ¿A quién entregaría­s tu vida? ¿A tu marido o a tu hijo? Más del 80 por ciento de las mamás respondier­on: a mi hijo.

Muchos hombres no entendemos el por qué la entrega total de una madre hacia su hijo. Quizás una posible respuesta es la vocación de dar. ¿Cuántos ejemplos conocemos de madres que son capaces de dar hasta su propia vida por un hijo? Creo que son innumerabl­e.

La madre puede trabajar por su familia y por sus hijos hasta el último suspiro, sin recibir alguna remuneraci­ón económica. Solamente lo hace por el amor intenso que su corazón desborda. No seamos hijos mal agradecido­s y respondamo­s a nuestra madre. No es su obligación, es un acto de amor que tiene hacia nosotros. El mejor regalo para ellas es manifestar nuestro aprecio y agradecimi­ento hoy y cada uno de los días de nuestra vida. Un abrazo muy fuerte a todas ellas y gracias por siempre.

¡MUCHAS FELICIDADE­S A TODAS LAS MÁMÁS, HOY Y SIEMPRE!

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