El crimen acecha
Suponíamos que la captura, muerte o extradición de los principales líderes del narcotráfico en México, nos iba a dar espacios para la paz social y para la reorganización del Estado mexicano, pero no fue así. Según las estadísticas disponibles, al finalizar el sexenio de Felipe Calderón, lo peor había pasado ya. Los homicidios iban a la baja, por las razones que se quiera, incluso algunas ajenas al Estado, lo cierto es que estaban en declive.
Hoy en día, pese al enorme gasto y esfuerzo del Gobierno Federal para que callemos y no socialicemos información relativa a la criminalidad, la cruda realidad se impone: la criminalidad ya superó por mucho a la del sexenio pasado. Según Ramón Alberto Garza, de Código Magneta, con el cobarde asesinato de Fernando Purón en Piedras Negras, ya son más de cien los homicidios relacionados con el proceso electoral en curso. Las evidencia permite afirmar que el crimen reorganizado acecha nuestra incipiente democracia. Los miles de millones de pesos gastados en seguridad pública han servido de muy poco, o de nada. No se ve por lado alguno la captura y sanción de algún responsable, ni alguna investigación seria y profesional.
Compare Usted con la realidad local estos hechos y reacciones: el 8 de enero de 2011 ciudadanos de Tucson se reunieron en el estacionamiento de un supermercado con la congresista federal Gabby Giffords que visitaba la ciudad para atender a sus votantes. Jared Loughner, inestable joven que tiempo atrás había sido expulsado de su escuela por sus conductas violentas también asistió. Jared disparó contra la multitud. La congresista Giffords recibió impactos de bala en la cabeza. Murieron seis personas, trece resultaron heridas. Sorprendentemente, la Congresista sobrevivió.
La irracional agresión desató unánime indignación. El asesino fue capturado en el momento, todo el país reaccionó como una sola persona. El Presidente Obama visitó el lugar de los hechos y apoyó en todo momento a la congresista. El republicano Mccain encabezó la solidaridad con la congresista agredida (Demócrata). Cuando Giffords regresó al recinto parlamentario, fue recibida con una ovación por sus colegas. Republicanos y Demócratas mostraban su repudio a la violencia. ¿Son los Estados Unidos una sociedad perfecta? De ninguna manera.
Homicidios en escuelas y espacios públicos se multiplican a razón de dos o tres por año y los estadounidenses padecen mil otras formas de criminalidad. La reacción que despertó la agresión de 2011 en Tucson significa que la paz social debe ser velada y vigilada con enorme celo. El mal está siempre al acecho; el bien debe estar alerta y unirse para imponer la concordia.
Hará tres años saludé a Fernando Purón en Saltillo. Comía yo con Lenin Pérez, por entonces alcalde de Acuña, y encontramos a Fernando, a la sazón alcalde de Piedras Negras. Hacía tres años que yo dejara la política activa. Para mi gusto, el fortuito encuentro fue cordial, conversamos civilizadamente no más de diez minutos. Es el trato amable que se da detrás de cámaras, al final del día todos somos humanos y estamos hechos para buscar el bien. No existía amistad con Fernando, pero lo conocía de toda la vida. Discrepé de casi todos sus planteamientos políticos, como suele suceder en estas cosas. Mi camino hacia las soluciones era y es muy diferente. Para gestionar las diferencias la democracia se pinta sola, y así debiera ser en los partidos.
Independientemente de nuestras diferencias de opinión, me conmocionó la noticia de su muerte, como a todos los que le conocimos. Todos lamentamos la manera en que Fernando terminó su trayecto terrenal, el mal no puede tener la última palabra.
Como ha venido sucediendo en el País, en Piedras Negras las instituciones de seguridad y justicia volverán a fallar a diferencia de lo que sucedió en Tucson hace siete años. Esta vez no creo que sea culpa de los políticos, estoy seguro que querrán dar con los responsables y castigarlos, pero su voluntad no basta. El sistema que investiga y procesa está podrido, no sirve para nada. Toca componerlo primero.
Otra diferencia abismal entre los asesinatos de Piedras Negras y Tucson, es la tibia respuesta nacional. El Gobernador del Estado y algunos actores locales sí reaccionaron, pero la nota y la reacción nacional fue muy pobre, casi nula. José Antonio Meade, Felipe Calderón y Rene Juárez fueron de los pocos que lamentaron los hechos violentos.
Los hechos hablan. EPN quiere irse sin hacer ruido: hace dos días @EPN conmemoró el Día Mundial de los Océanos, hace cinco celebró el ochenta aniversario de Pemex y así. Parece privar un cinismo disfrazado, en medio de una tormenta informativa que no nos permite detenernos a reflexionar, la consigna gubernamental se cifra en llegar al final de su encargo para pasar la papa caliente a quien le siga.