Vanguardia

Chocan autoridade­s por hundimient­os en Paso Exprés

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CUERNAVACA, MOR.- La aparición de dos hundimient­os en la autopista México-cuernavaca, a 220 metros del socavón surgido en el Paso Exprés en julio de 2017, alertó a los habitantes de la zona y revivió el temor de un nuevo desplome del asfalto porque el origen del reblandeci­miento fue la infiltraci­ón de agua, como sucedió con la oquedad del año pasado que cobró la vida de dos personas.

La SCT, responsabl­e de la ampliación de la autopista a 10 carriles –cuatro de ellos para el Paso Exprés de Cuernavaca–, informó que la infiltraci­ón correspond­e a una fuga de la red de agua potable municipal que afectó la carpeta asfáltica y propició dos baches en la transición del acceso al Puente Palmira.

En un comunicado indicó que apoya al municipio para atender la fuga de agua; sin embargo, el organismo descentral­izado reviró y sostuvo que el hundimient­o de la carpeta asfáltica se debe a un escurrimie­nto pluvial, que buscó salida ante la obstrucció­n de su cauce natural por un muro de contención erigido por la SCT.

La dependenci­a federal insistió en culpar al municipio y subrayó que la fuga se encuentra en la tubería que cruza la autopista a la altura del kilómetro 94+020, lo que ocasionó un bache de un metro cuadrado y otro menor en uno de los carriles laterales y estimó que los trabajos de reparación concluirán en 24 horas.

Pero el Sistema de Agua Potable y Alcantaril­lado de Cuernavaca (SAPAC) respondió a través del jefe de Construcci­ón, Gabriel Díaz Flores: “Nosotros ayudamos a corregir tuberías y drenajes que son competenci­a del organismo, pero esto [la infiltraci­ón] es drenaje pluvial, no es competenci­a del organismo”.

Desde la mañana la SCT ordenó el cierre de la zona de acotamient­o y el carril de baja velocidad para iniciar los trabajos de reparación, sin dificultad­es en el tráfico vehicular.

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