La verdad completa
Trump y los medios de comunicación, salvo Fox News, están en guerra de aniquilación. Recibe trancazos ininterrumpidos. El tono es color moretón. Lo que los medios no entienden es que Trump pelea como judoka. Al atacarlo, le ayudan a reelegirse. La señora Melania simplemente tomó prestada la estrategia de su marido. La primera dama de los Estados Unidos habla cinco idiomas. Ayer se reveló contra los medios de comunicación en forma abierta y hasta provocadora. Su chamarra decía: “Realmente no me importa, ¿y a tí?” Como iba en trayecto a visitar niños bajo custodia del gobierno, los aludidos aprovecharon para fustigarla peor.
La política está plagada de paradojas. Quien no sepa esto, no la ha vivido. La competencia mediática va por aquellas personas que se conforman con verdades a medias. Son los manipulables. Los que nunca buscan la verdad completa. La gran pelea es por el voto desinformado.
Desde mayo seis el procurador Sessions anunció que aplicaría una política de cero tolerancia. Quienes ingresen al territorio americano por cualquier lugar que no sea un puerto de entrada irían a la cárcel. Sus hijos serían enviados a un centro de custodia mientras se identifican unos y otros.
¿Por qué a sabiendas del resultado miles de latinoamericanos lo hicieron? Porque sus hijos comen mejor y están más seguros en las “jaulas” que en su país. Porque hay quienes les cobraron miles de dólares prometiendo contrabandaearlos exitosamente. Porque se la juegan y corren el riesgo por una vida mejor. Miles de niños llegaron sin sus papás.
Cuando Barack Obama detuvo menores, las condiciones eran deplorables. Esta vez tienen buena comida, cama, juegos, y atención médica. Los traumas y daños de la separación, ya los he mencionado antes aquí: las investigaciones del doctor Batista. Esa sucede aún con los niños dejados atrás cuidados por parientes.
La crisis “humanitaria” fue generada deliberadamente. Sin ella nunca se va a reformar la ley que la permite, que fondea los centros de custodia, o de “concentración nazi”.
El “modus operandi” del Presidente Trump no es diferente de las crisis que armó en Corea, o en Obamacare, o respecto a Irán. Le funciona porque sabe que cuenta con los ataques de la prensa que lo odia para difundir sus medidas. Además, le pavimentan el camino a la reelección. Entre peor lo ataquen, mejor para Trump. ¿O acaso soy solo yo quien está imaginando esto?
Los mexicanos estamos en crisis profunda y prestos a los rebotes locales de la prensa antitrump. Eso es más fácil que reflexionar sobre lo que nos espera si llega Andrés. Aquí la cosa es distraernos. Indignados con Trump, quizá, porque los niños “enjaulados” en gimnasios con aire acondicionado comen mejor que cincuenta millones de mexicanos libres.
Por cierto, las jaulas que exhibió CNN fueron armadas exprofeso para las cámaras. La niña hondureña que ganó portada en Time, resultó separada de su papá por una mamá que dejo a éste con otros dos hijos y sin permiso. Es la verdad a medias en la guerra mediática para supuestamente tumbar a Trump de la presidencia.
Hace ya varios meses dije que había habido un Obamagate. Son ya más de una docena de funcionarios y agentes del FBI que han perdido su puesto por su activismo anti-trump antes y después de la elección y ya como presidente. Mi pronóstico se adelantó, pero va fortaleciéndose más y más. El exdirector Comey a punto de ser procesado. Eso anula que al despedirlo Trump haya obstruido la justicia. Mientras Trump sacude la economía con soluciones prácticas.
La gran paradoja residual para los mexicanos es que para salir de nuestra crisis Andrés está armando una superalianza de expanistas, expriístas y experredistas para ganar la semana que viene. La verdad completa sobre Andrés tapada por Andrés que a base de guamazos aprendió que calladito y agazapado se ve más bonito. Todo lo contrario a Trump.