Una novela criminal
Un tipo de justicia para un french poodle, y otra para un perro callejero”, cita Jorge Volpi a José Ramón Cossío. El lamento del Ministro de la Suprema Corte de Justicia por la liberación de Florence Cassez no podría ser más lacónico. Salió libre la francesa, y su novio mexicano espera sentencia.
De esto dan cuenta más de 400 páginas en la obra ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2018. Una novela documental o sin ficción, como insiste en clasificarla su autor a lo largo del texto.
Volpi evita dar una lectura en política doméstica en aras de objetividad periodística. Entre las líneas de los acontecimientos, se podría leer la historia de Cassez e Israel Vallarta bajo los sellos distintivos de tres sexenios: la ocurrencia de un montaje mediático incriminatorio, el “haiga sido como haiga sido” para no dar marcha atrás, y la necesidad de ser candil de la calle para congraciarse con Francia.
Plus: el rol que jugó la próxima titular de Segob, Olga Sánchez Cordero, para destrabar un caso donde, a más de jugar con las vidas de víctimas y acusados, se enfrascaron dos naciones en una guerra de egos.
“Si ahora nos preocupan tanto las noticias falsas, ahí estaba el germen, la primera fake news. Durante dos horas, los mexicanos vieron un montaje contra los presuntos secuestradores y contra las víctimas. El policía que llevó la investigación fue ascendido y solo un periodista fue despedido. Es inaudito”.
Jorge Volpi