La Tierra permanece
“El agua es un bien escaso”. “Un bien escaso”, remarcó la bióloga Eglantina Canales Gutiérrez en el Simposio Nacional de Educación Ambiental, celebrado el 3 de octubre en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. El evento se desarrolló dentro del Cuadragésimo Tercer Congreso Nacional de la Ciencia del Suelo y de él se desprendieron interesantes reflexiones ante un público conformado por académicos y estudiantes de la institución.
Señalar lo que nos parecería un asunto de reflexión de todos los días como algo en lo que se tenía que insistir, fue importante. Pues, por la forma en que lo dejamos ir, pareciera que pensamos que ese bien es, uno, inagotable, y dos, que tenemos además derecho a desperdiciarlo.
Mientras que, en lugares como España, donde en los sitios públicos se exhiben anuncios que invitan a cuidarlo, en nuestra ciudad también hay cada vez más llamados a la concienciación de su uso, porque, como dice uno: “El agua que desperdicias nos afecta a todos”.
En el Simposio, coordinado por la doctora Alma Patricia García Villanueva, del departamento de Ciencias del Suelo que dirige el doctor Arturo Gallegos del Tejo, hubo cinco sugerentes intervenciones: Javier Calderón Domínguez, Eglantina Canales Gutiérrez, Graciela Arocha Gómez, Emma Ernestina González Muñiz y Yolanda Garza García.
Javier Calderón, director ambiental de Ecolimpio y presidente del Sector Economía Verde de Canacintra Nacional, se refirió a la sincronía que debe existir entre el sector empresarial, la educación y el funcionamiento de los gobiernos. Siendo él representante del sector industrial, su punto de vista en este sentido fue de gran importancia al señalar, asimismo, la necesidad de que cada vez más se sumen en nuestro país las voces que atiendan el tema del sector de la Economía Verde. La opinión de un representante de la iniciativa privada resulta del mayor interés en el tema del cuidado del medio ambiente, pues en su ámbito de acción es un imperativo continuar realizando estudios y ejecutando acciones que lleven a la protección y a la preservación.
La bióloga Eglantina Canales Gutiérrez ofreció una atractiva presentación de las actividades que se desarrollan en la Secretaría del Medio Ambiente, así como de la reglamentación jurídica en que tienen sustento. Dio a conocer ilustrativos mapas de los asentamientos humanos de la entidad, de las áreas naturales protegidas y de a qué instancias gubernamentales corresponden. Para los estudiantes de la Universidad fue de gran utilidad conocer los datos que ofreció y que se encuentran en las páginas oficiales de la secretaría, donde se puede acudir si se desea participar en los Consejos donde se toman decisiones de la mayor importancia para el estado.
La bióloga Graciela Arocha, directora de Medio Ambiente del Municipio, dio a conocer el trabajo que se desarrolla en su ámbito de acción y fue muy clara y contundente al referirse a la necesidad de que los ciudadanos seamos más conscientes del deterioro que se produce con el abandono de desechos al aire libre en los terrenos baldíos. También, la necesidad de conocer que en temas como el ruido ambiental hay que reforzar más nuestra percepción sobre la importancia de comprender que, detrás del ruido, no solo existe la molestia que pueda ocasionar a los vecinos. Va mucho más allá si el ruido esconde, por ejemplo, la petición de auxilio de una persona víctima de algún tipo de delito. El trabajo de la Policía Ambiental y la necesidad de establecer confinamientos para desechos especiales, que van, por ejemplo, desde árboles talados en propiedades privadas.
Emma Ernestina González, coordinadora de Control Ambiental de la Dirección de Medio Ambiente de Saltillo, dio a conocer la normatividad que rige en materia ambiental a nivel nacional, estatal y local. Muy puntual su disertación, pues es en esa normatividad en donde caben las atribuciones de las dependencias, al hacer referencia a los artículos de la Constitución nacional y la estatal, así como reglamentos del municipio.
El simposio cerró con la entrañable intervención de la maestra Yolanda Garza García, quien evocó las voces de aquellos primeros pobladores de estas tierras: “Cuando la sangre de tus venas retorne al mar/y el polvo de tus huesos vuelva al suelo/quizás recuerdes que esta tierra/no te pertenece a ti/sino que tú perteneces a esta tierra”.
La educación ambiental es hija del deterioro ambiental, dijo, y una de sus brillantes y provocativas expresiones en este tema que a todos nos concierne: “No sólo se trata de separar residuos. Se trata de hacer valer nuestro derecho a tener un medio ambiente sano”. Así, la educación, como “una base privilegiada para elaborar un nuevo estilo de vida”.
Fascinante simposio en el que brillaron las intervenciones de quienes ahora mismo dedican su vida a contagiar la emoción de sentirse parte de un solo mundo de tierra, fuego, aire, agua; éste, al que llamamos por buenas razones planeta Tierra.