CONTINÚA BRILLANDO CON LUZ PROPIA
EL PELOTERO EX DE SARAPEROS DE SALTILLO VIVIÓ SU PRIMERA EXPERIENCIA EN ESTADOS UNIDOS Y LA COMPARTIÓ CON EXTREMO; AHORA SE ALISTA PARA EL MUNDIAL SUB23 Y FUTUROS RETOS Jugar aquí con Saraperos me ayudó mucho a crecer mentalmente y en el terreno, eso me a
El saltillense Fabricio Macías, quien firmó con la organización de los Piratas de Pittsburg, regresó a casa luego de su primera experiencia en Estados Unidos.
En plática con EXTREMO, el exjardinero de los Saraperos de Saltillo confesó cómo vivió este primer año en territorio norteamericano.
“Es otro nivel, fueron muchas experiencias. Es otra forma de trabajar en Estados Unidos, todo es más rápido, tienes que aprovechar cada minuto del día y tratar de hacer las cosas con perfección; es un beisbol muy rápido”, dijo sobre esta aventura.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas, pues el trato es diferente para los peloteros que llegan a buscar una oportunidad donde se da prioridad a los atletas “locales”.
“El peor momento fue al principio, cuando firmé y mi contrato no me lo aceptaban, no me lo aprobaban; de hecho una alternativa era jugar en México para no estar perdiendo mi tiempo, pues no podía jugar en la Liga”, recordó.
El freno estaba en lineamientos de la MLB, burocracia que atrasó el aval de las firmas no sólo de Fabricio, sino de peloteros latinos.
“Las diferencias entre jugadores latinos y jugadores americanos es lo que todavía existe, fue un problema que tuvo que ver con mi camino allá en Estado Unidos”, agregó.
Pero tras el trago amargo, y luego de estar parado 3 meses, tiempo en el que sólo podía entrenar, mas no jugar con el equipo, Fabricio se sobrepuso y logró mostrar su calidad. “Cuando comencé a jugar rápido ascendí de ligas y hoy estoy en Clase A Media”, recalcó.
Macías Vargas, profesional desde 2016 con los Saraperos de Saltillo, desde pequeño sabe que para cumplir sus sueños el precio es alto, pues el camino está lleno de sacrificios y el principal es estar lejos de su familia.
“Es algo que tengo que tener presente en mi cabeza, pero estoy contento porque ellos lo están, me apoyan y las cosas van bien”, reconoció.
Con West Virginia, equipo sucursal de los Piratas, este 2018 participó en 59 encuentros, sumando 53 imparanles (uno de ellos de vuelta entera, 10 dobles y 4 triples) con los que anotó 31 carreras y produjo otras 24. Cerró con un porcentaje de bateo de .261.
En la lucha por cumplir su sueño y llegar al equipo de Grandes Ligas dijo sentirse con buen paso. “Ahí vamos, poco a poco, primero Dios, pero siempre motivado y siento que nos ha ido bien”.
De regreso en Saltillo, Fabricio demostró no perder piso y se mantiene sencillo, una característica muy particular del juvenil profesional.
La gente lo reconoce, lo saluda y eso lo llena. “Me da mucha emoción de tener a toda esa gente conmigo”.
Pero ayudar con su experiencia a los más pequeños lo llena y motiva más, realizando visitas a equipos de peloteritos en Saltillo. “Es algo que a mi me gusta, algo que yo no tuve en ese tiempo, se los quiero dar... compartir con ellos lo mucho o poquito que sé del beisbol”, comentó.
Fabricio tiene en puerta acción con el Tri Sub23 para el Mundial de Colombia; posteriormente buscará jugar en la LMP con Mexicali, para volver a Piratas con campamentos de bateo previos al spring training de Pittsburgh en marzo.