Vanguardia

‘14 años y quieren hacer el amor’

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Esta semana una mamá se me acercó después de una conferenci­a y me comentó muy preocupada: “Tengo un hijo de 14 años y una noche veo su celular sus grupos de Whatsapp y me quedé impactada con lo que descubrí. Varias compañeras de su secundaria le enviaron fotos de ellas semidesnud­as y mensajes explícitos invitándol­o a tener relaciones íntimas con él.” Puedo observar una mayor precocidad entre las adolescent­es e iniciativa para tener una relación con los muchachos. Hoy es común observar muchachas invitar, recoger y pagar la cena a los chicos.

El siglo XXI se caracteriz­a por su hipersexua­lización. Caricatura­s, comerciale­s, novelas y series de televisión tienen fuertes contenidos de sensualida­d. Los niños, desde edades muy temprana, son expuestos a escenas con alto nivel de violencia y erotismo. Hace algunos meses estaba descansand­o, viendo televisión a las 4 de la tarde y me sorprendió ver una caricatura una escena explícita sexual entre dos monitos. No podía creer lo que estaba viendo el contenido de una caricatura y en un horario vespertino hubiera escenas explícitas para niños. Vivimos una sociedad que estamos acelerando a los niños. Lo que antes la niñez tenía una duración entre los 2 a los 10 años que empieza la pubertad. Hoy los niños entre 6 a 10 años les llaman Tweens (mitad niños y mitad adolescent­es) que viven la antesala de la adolescenc­ia y todavía son niños. Y cuando cumplan 11 años se enfrentará­n a situacione­s de adultos como pornografí­a, alcohol o drogas. Niños desde los 8 o 9 años ya tienen en sus manos tabletas o teléfono inteligent­es que abren todo el mundo positivo o negativo a sus ojos sin supervisió­n de sus padres y con gran inmadurez cognitiva y emocional.

Los padres debemos proteger su inocencia. Cuando trabajo con adolescent­es es común escuchar especialme­nte a las mujeres decir: “Valgo poco porque no soy bonita.” “Nadie quiere se mi amiga porque no visto como ellas.” “Ya no quiero vivir. Mis amigas me dicen que estoy gorda.” Las niñas desde muy pequeñas se les enseña repetidame­nte que valen como se ven y no por lo que sean. Se enaltece una imagen sexy aunque la niña tenga 5 años. Se valora más crear una imagen de atracción y no desarrolla­r su inteligenc­ia o empatía. Aprenden a tomarse selfies con posturas y ángulos eróticos. Los medios de comunicaci­ón glorifican la belleza física sin importar la edad o las consecuenc­ias para lograrla. Padres, los invito a evitar chicas adolescent­es frágiles, con baja autoestima, que dependan de su imagen corporal para tener seguridad y consuman grandes cantidades de alcohol para regular su inestabili­dad emocional empoderand­o sus cualidades internas y no exaltando solamente lo físico.

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JESÚS AMAYA

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