6 Hipodermofobia
La Sala de espera del laboratorio del Hospital Geriátrico está llena y yo estoy en ayunas. Transcurren diez minutos y la enfermera grita mi nombre. No pude evitar la imagen de la enorme aguja entrando en mi vena -¡Oh pueril miedo a las hipodérmicas!- exclamo frente a una esbelta y atractiva hipopótamo que sonríe para este viejo paquidermo que se desmaya.