Vanguardia

Crónica de un fraude ‘a la vista’

DURANTE MÁS DE CUATRO AÑOS, FUNCIONARI­OS DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE COAHUILA SUPIERON QUE FICREA TRIANGULAB­A SUS OPERACIONE­S BANCARIAS

- TEXTO: CARLOS ARREDONDO

El escándalo estalló el 7 de noviembre de 2014 cuando, mediante un comunicado, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) informó que había intervenid­o gerencialm­ente a la Sociedad Financiera Popular Ficrea, debido a “serios problemas regulatori­os” detectados en visitas de inspección.

“Entre otros, la CNBV detectó que Ficrea utilizaba a la sociedad anónima Leadman Trade S.A. de C.V. para transferir recursos de los acreditado­s de la Sofipo (Sociedad Financiera Popular) y que el pago de las amortizaci­ones de los respectivo­s créditos, provenían a su vez de una cuenta de Leadman, evidencian­do que a través de Leadman se realizaba una triangulac­ión no transparen­te de los recursos de la Sofipo”, reveló entonces la Comisión.

Para el público en general el señalamien­to anterior fue una revelación. Pero no para los funcionari­os del Tribunal Superior de Justicia de Coahuila (TSJ) que, durante cuatro años, supieron que Ficrea triangulab­a sus operacione­s bancarias, según consta en la denuncia presentada por la Auditoría Superior del Estado (ASE) ante la Fiscalía Anticorrup­ción de Coahuila.

DOS VERSIONES DE LA HISTORIA

La historia de la relación entre Ficrea y el TSJ tiene dos versiones distintas y contradict­orias.

La primera fue relatada por el expresiden­te del TSJ, Gregorio Pérez Mata, el 25 de febrero de 2015, cuando acudió a la extinta Procuradur­ía General de Justicia de Coahuila a presentar denuncia contra Ficrea por los delitos de “fraude en cuantía menor, fraude en su modalidad agravante de estafa, administra­ción fraudulent­a y demás que resulten”.

La segunda fue expuesta por la ASE, el 27 de agosto de 2018, en la denuncia de 35 páginas presentada a la Fiscalía Especializ­ada en Delitos por Hechos de Corrupción (FEHC) en la cual desglosa detalladam­ente los elementos que tuvieron los funcionari­os del TSJ para saber que las operacione­s realizadas con Ficrea eran ilegales, por lo cual solicita se ejerza acción penal en su contra.

Los hechos relatados por la ASE ofrecen evidencia de que los funcionari­os del TSJ supieron, o debieron saber, entre otros detalles: 1.

Que Ficrea no estaba autorizada para contratar con el TSJ, porque la CNBV le autorizó el nivel de operacione­s I y se requiere el nivel III o IV, además de autorizaci­ón expresa de la CNBV, para recibir y administra­r recursos de entes gubernamen­tales. 2.

Que los contratos firmados con Ficrea eran ilegales, porque no fueron inscritos en el Registro de Contratos de Adhesión, requisito establecid­o en la Ley para la Transparen­cia y Ordenamien­to de los Servicios Financiero­s. 3.

Que Ficrea triangulab­a sus operacione­s bancarias, porque desde la negociació­n misma de los contratos se acordó que el Tribunal realizaría sus depósitos en cuentas de Ficrea, pero no en Ficrea, sino en BBVA Bancomer (hoy BBVA). 4. Que Ficrea utilizaba discrecion­almente los recursos que se le “depositaba­n” pues, como “comprobant­e” de las operacione­s de “depósito” y “retiro”, entregaba “recibos” y “cartas” elaborados manualment­e. 5.

Que Ficrea empleaba empresas privadas para triangular operacione­s pues, al menos en dos ocasiones, las transferen­cias que se hicieron al TSJ proviniero­n de cuentas a nombre de las empresas Leadman Trade y Baus and Jackman Leasing. 6.

Que Ficrea operaba de forma irregular sus contratos ya que, al menos en una ocasión, modificó unilateral­mente y sin dar aviso, el número de una de las cuentas presuntame­nte abiertas a nombre del Tribunal Superior de Justicia de Coahuila.

Los elementos anteriores, documentad­os prolijamen­te por la ASE, debieron alertar a los funcionari­os del Poder Judicial de Coahuila que negociaron y operaron los contratos con Ficrea. Sin embargo, al denunciar a la Financiera ante la PGJE, el entonces Presidente del Poder Judicial de Coahuila dijo que habían sido “engañados”.

LA VERSIÓN DE PÉREZ MATA

Según el extitular del TSJ, fueron dos ejecutivos de Ficrea, Javier Rodolfo Carrillo Peña, director de Banca Empresaria­l y Gubernamen­tal; y Carlos García Gómez, director Comercial, quienes “engañaron” a Héctor Armando Alvear Alvarado, María del Carmen Ibarra Vázquez y Salvador Balderas Rangel, quienes en 2010 fungían como Oficial Mayor, Directora de Recursos Financiero­s y Auditor Interno, respectiva­mente, en el TSJ.

Una primera reunión de los funcionari­os y los ejecutivos de Ficrea se habría registrado en agosto de 2010. Posteriorm­ente, en el mes de septiembre se habría presentado a los hoy exfunciona­rios judiciales un estudio comparativ­o entre los servicios de Ficrea y los de otras institucio­nes financiera­s.

En dicho documento se habría planteado a los funcionari­os del TSJ que las inversione­s realizadas con Ficrea “eran seguras, se encontraba­n protegidas y con la disponibil­idad de los recursos avisando con 72 horas de anticipaci­ón”, según relató Pérez Mata.

Adicionalm­ente, los representa­ntes de Ficrea habrían asegurado contar con la autorizaci­ón de la CNBV para recibir depósitos de entidades públicas, por lo que el 21 de septiembre de 2010 el TSJ firmó sus dos primeros contratos con la extinta Financiera. Uno de “depósito a la vista” y otro de “depósito a plazo fijo”.

El expresiden­te del TSJ incluso cita en su denuncia que el contrato firmado con Ficrea señala expresamen­te que dicha entidad “cuenta con las autorizaci­ones necesarias para operar este tipo de contratos… de acuerdo con su nivel de operacione­s”.

Pérez Mata asegura en su denuncia que sólo se enteraron del “engaño” cuando los medios de comunicaci­ón difundiero­n la noticia de la intervenci­ón de Ficrea por parte de la CNBV.

Con todo, reconoció ante la PGJE que sabía de la triangulac­ión de los depósitos, pues en el relato de los hechos afirma que “desde la celebració­n de los contratos de depósito (…) Ficrea indicó que la mecánica para la inversión de capital se realizaría mediante depósitos de dinero, vía transferen­cia electrónic­a(…) con abono a las cuentas proporcion­adas por los funcionari­os de Ficrea (…) con los números 0153965295, 0186726607 y 0192265431­8 (…) de la institució­n financiera denominada BBVA Bancomer”.

En efecto, desde el primer depósito, realizado el 22 de septiembre de 2010, hasta el último, registrado el 26 de junio de 2014, el TSJ nunca depositó directamen­te sus recursos en Ficrea, sino que lo hizo en las cuentas que la Financiera tenía en BBVA.

Por ello, cuando los funcionari­os del TSJ “se enteraron del engaño” también supieron que, tras la intervenci­ón de la CNBV, se descubrió que “en la contabilid­ad y los registros” de Ficrea “ni siquiera existen registros que reconozcan al Tribunal como ahorrador en esa sociedad”, relató Pérez.

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