Regreso a la Luna
Quizá la conmemoración del 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna, no parezca un tema para un artículo de opinión, pero es un festejo al que vale la pena sumarse en cualquier lado
Es sin duda un logro histórico de la especie humana. En julio de 1969 la Humanidad entera se enalteció cuando uno de nosotros pisó por primera vez un mundo distinto al planeta Tierra, la cuna de la civilización a la que -hay muchos convencidos de ello- algún día debemos dejar.
En una expresión para la historia y no sólo porque era lo políticamente correcto, Neil Armstrong se refirió a ese logro alcanzado por la civilización: “Un gran salto para la Humanidad”.
Por más que la bandera en el suelo lunar sea la de las barras y las estrellas, el alunizaje de “El Águila” ha entusiasmado tanto a los seres humanos, que en las semanas recientes, en el 50 aniversario de aquella hazaña, millones de personas se unieron a las celebraciones con lecturas, películas, documentales, música, conferencias…
Más allá de las reflexiones sobre el hecho histórico particular, las “bodas de oro” de la llegada de Armstrong y Michael Collins a la Luna, la efeméride volvió a despertar un interés generalizado de las actividades en el espacio, una asignatura que desde hacía mucho tiempo se había relegado en la lista de las prioridades terrestres, casi tan rápidamente como el despegue de un Saturno V con dirección a nuestro satélite natural.
Desde que los hermanos Wright realizaron el primer vuelo de la historia hasta que un ser humano piso la Luna pasaron únicamente 66 años. Desde luego que en 1969 muchos pensaron que otros proyectos fuera la Tierra se concretarían en poco tiempo, tan fue así que el mismísimo director de la NASA publicó en National Geographic, la agenda detallada de un viaje a Marte:
“Salida: 3 de octubre de 1983. Tripulación de 12 integrantes, repartidos en dos naves de 75 metros de largo impulsadas por cohetes nucleares. Entrada en la órbita de Marte: 9 de junio de 1984. Ochenta días de exploración en la superficie marciana. Regreso a la órbita terrestre: 25 de mayo de 1985”. Nada de eso sucedió. Muchos otros factores frenaron la exploración espacial en todo el mundo, pero nunca se detuvo del todo. Hoy, en este simbólico medio siglo de viajes al espacio, la humanidad está viviendo una nueva era espacial, aunque ahora no es por la supremacía de los modelos económicos y de gobierno de la Guerra Fría.
En el siglo 21 los vuelos más allá de la órbita de nuestro planeta tienen objetivos científicos por alcanzar, sí, pero también se diseñan para conseguir la mayor rentabilidad posible, porque si hay una característica distintiva del ser humano, además de su inagotable interés por explorar horizontes desconocidos, está el amasar fortunas, con todo lo que ello implico.
Habrá que confiar en que las generaciones que nos siguen sean más sensatos que nosotros, que lleguen a otros mundos cuando sea el momento de hacerlo, pero siempre como una empresa que mantenga unida a la Humanidad.