Violencia, delitos y video
Las autoridades de prevención del delito, y las de procuración y aplicación de la justicia deben tener claro cuál es su tarea para combatir la creciente violencia contra las mujeres
Un video, como muchos más que se encuentran en las redes sociales, comenzó a viralizarse el jueves pasado; no obstante, a diferencia de otras grabaciones, este en particular interesó a los usuarios de internet que viven en Saltillo y otras ciudades del Estado, porque se trata de un presunto delito de feminicidio en grado de tentativa que se grabó en la capital coahuilense. El video generó una gran indignación entre la ciudadanía que expresó posturas encontradas sobre el caso de un hombre, Miguel Ángel “N”, que con violencia desmedida golpeó a su ex pareja, América “N”. El video, grabado por una cámara de vigilancia, exhibe al atacante que fue detenido por las autoridades y que ahora enfrenta una acusación por un delito por el que podría pasar hasta 25 años de prisión. No obstante la gravedad de este caso en particular, el coraje y la indignación generados entre los saltillenses no se deben mantener únicamente enfocados en el destino de la víctima y el agresor a quienes las redes sociales les otorgan aquellos famosos 15 minutos de fama que ofrecía la televisión cuando los programas eran producciones en vivo. En todo caso, preocupante es que, lejos de ser un asunto extraordinario, la violencia contra las mujeres, señaladamente al interior del ámbito familiar, pero igualmente en las escuelas, los centros de trabajo, las iglesias, y los clubes deportivos y artísticos, también hay hombres y mujeres que sufren acoso y agresiones sin el enfoque de una cámara de video vigilancia. Las autoridades de prevención del delito, así como las de procuración y aplicación de la justicia deben tener claro cuál es su tarea para combatir la creciente violencia contra las mujeres, que es un problema social que supera por mucho el discurso político.
Existen miles de vidas en riesgo de perderse a manos de delincuentes hasta ahora invisibles. La ciudadanía debe mantener encendida la indignación para que no haya más Américas con estado de salud delicado, porque hay Migueles incapaces de controlar su furia ante seres más débiles que ellos.