Guardia presidencial ayudó a doña Rosario
CDMX.- La lucha de la saltillense doña Rosario Ibarra de Piedra por encontrar a su hijo secuestrado y desaparecido por agentes del gobierno se ganó la sincera simpatía de miles de mexicanos, y uno de ellos trabajaba para el Estado Mayor Presidencial .
En su número de esta semana, la revista Proceso reseña en un artículo firmado por José Reveles, que uno de los guardias presidenciales le pidió ser madrina de su hijo, y tanto fue el aprecio que le tuvo que ese oficial fue quien entregó a la luchadora social documentos con las transcripciones de llamadas telefónicas intervenidas por los servicios secretos.
A su vez doña Rosario, entregó esos documentos a Reveles, y el material fue publicado en la revista Proceso edición número 33.
“La Doña”, como le llamaban los guardias que cuidaban a los presidentes de México, mostró siempre gallardía, coraje y entereza en la búsqueda de su hijo, Jesús Piedra Ibarra, estudiante de Medicina quien en 1975 fue desaparecido en la ciudad de Monterrey; por eso los agentes le llegaron a tomar un afecto especial, detalla hoy la revista Proceso.
El hijo de doña Rosario fue secuestrado en el marco de la “guerra sucia” que el Gobierno federal de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez (ambos del Partido Revolucionario Institucional, PRI) emprendió contra jóvenes guerrilleros izquierdistas que tomaron las armas para tratar de cambiar el sistema político mexicano priistas, en las décadas de los sesenta y setenta.
GUERRERA SALTILLENSE
Rosario Ibarra de Piedra nació en Saltillo en 1927. Su labor política inició cuando uno de sus hijos, Jesús Piedra Ibarra, fue secuestrado el 18 de abril de 1975 durante la guerra sucia, que se había implementado durante los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría.
En su interés por encontrar a su hijo, fundó el Comité pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos en 1977. Éste también se conoce como Comité ¡Eureka! y es una organización de madres y familiares desaparecidos por el Estado en la guerra sucia. Durante década y media, el Estado cometió crímenes de lesa humanidad con la finalidad de reprimir la insurrección popular.
Desde la fundación de ¡Eureka! se ha logrado presentar con vida a 148 personas desaparecidas. A pesar de esto, el Comité tiene registradas 557 desapariciones desde 1969.