En la lucha del ‘Salvaje Oeste’
LOS ÁNGELES.- Los 49ers van 4-0, el mejor de la franquicia desde 1990. Ostentan una de las defensivas más dominantes de toda la NFL. Pero no han podido darle legitimidad a su paso invicto ante un equipo ganador. Hoy tendrán la oportunidad para hacerlo: En casa de un rival de su división, que además es campeón vigente de la Conferencia Nacional. Se miden con unos Rams que buscan evitar su primera racha de tres derrotas en la era del coach Sean Mcvay.
Los Rams (3-2) llegan cargando a cuestas derrotas consecutivas, a pesar de haber conseguido 69 puntos en sus reveses ante los Buccaneers y los Seahawks. Su lastre ha
estado en seis pérdidas de balón, un mal presagio ante la segunda mejor defensiva de la NFL y la número uno en robos con 11 en cuatro encuentros, incluyendo cuatro en la victoria del lunes por 31-3 sobre los Browns.
Gran parte de la responsabilidad recae en el quarterback de Los Ángeles Jared Goff, quien acumula siete pases de touchdown y siete intercepciones esta campaña después de firmar una extensión de contrato por cuatro años y 134 millones de dólares, 110 de ellos garantizados. Pero en cuatro inicios en su carrera ante San Francisco acumula 10 pases de touchdown por sólo dos intercepciones y un rating colectivo de 112.5 puntos.
Pero estos no son los mismos 49ers. El equipo del coach Kyle Shanahan no ha permitido más de 20 puntos ni más de 316 yardas totales en ningún partido esta temporada y ha robado al menos dos balones en tres de ellos.
San Francisco, que por primera vez desde 1984 es el único equipo invicto en la Nacional después de cinco semanas, ha logrado mantener a su defensiva fresca y amenazante en virtud de un potente ataque terrestre, el segundo mejor de la NFL, que les permite controlar el reloj y marcar la pauta del encuentro. Un serio desafío para una defensiva de los Rams que viene de permitir 167 yardas terrestres en su derrota del jueves pasado en Seattle.
Los Rams podrían carecer de la capacidad de ataque por tierra. Su corredor Todd Gurley está en duda por un golpe en el muslo izquierdo.