Joven se ahorca tras ruptura; es el suicidio número 86
La casa se hallaba envuelta en un silencio sepulcral cuando Janeth llegó a recoger sus cosas, cerca de las
9:00 horas de ayer, pues la noche anterior había discutido con su pareja y ya no podía seguir compartiendo techo con él.
Pensó en despedirse de Carlos “N”, de 22 años, pero no estaba en la cama; después, lo halló en el patio trasero, ahorcado en un árbol.
Sin dar crédito de lo que veía, la mujer se apuró en descolgar el cuerpo ya frío y casi rígido de su novio, llamando al 911 para pedir el apoyo de una ambulancia, pero cada minuto que transcurría le parecía eterno a Janeth “N”.
Sabiendo que no tenía más opción, decidió pedir la ayuda de los vecinos para subir a la víctima al asiento trasero de su vehículo Dodge Stratus, manejando a toda velocidad hasta la estación Oriente del Cuerpo de Bomberos.
En unos minutos, Janeth se hallaba con los paramédicos, quienes revisaron a Carlos, pero nada había que ellos pudieran hacer para revertir la situación: hacía horas que había muerto.
Janeth se empezó a lamentar de lo ocurrido. Sin embargo, Carlos vivía sumido en la depresión por problemas personales derivados del desempleo, pues no hallaba un trabajo estable y esto le generaba luego conflictos que iban deteriorando su relación con su familia y con su pareja.
Ese cúmulo de situaciones lo orillaron a buscar una salida, dejando sólo duelo y pesadumbre entre sus seres queridos que dieron su declaración a los elementos de la Unidad de Investigación de Homicidios de la Fiscalía que tomaron conocimiento del deceso. Se trata del suicidio 86 en la región sureste.