La ‘estabilidad’ al borde del colapso
La Compañía de Teatro Camaleón estrenó esta obra en Casa La Besana donde una estructura familiar disfuncional caerá violentamente tras la introducción de un pequeño agente de cambio
En un cubículo transparente se acumula la energía de dos individuos atados entre sí por miedos y recuerdos; un delicado “equilibrio” que en cualquier momento puede verse destrozado por la influencia del tan marcado “afuera”.
Aquí es donde Anthony vive con su madre, una mujer que por treinta años lo ha tenido bajo su yugo, disponible siempre para cubrir sus necesidad mientras ella se desvive entre alucinaciones de los amores pasados que no le permiten darle libertad a su hijo.
La monotonía cotidiana de este editor de periódico se verá interrumpida cuando entre en su vida Lila, una mujer que también carga con sus demonios pero cuya perspectiva de vida provocará en el hombre un pequeño movimiento que escalará hasta llegar a proporciones sísmicas.
“Terremoto” es la segunda parte de la Trilogía de los Desastres de Claudia Edith Álvarez, dirigida por Andrea Galindo en su debut como directora y con la participación de Raúl Bustos como asistente de dirección y Saúl Martínez, Sara Carranza y Cecilia Vázquez en los roles titulares.
La puesta en escena cuestiona y busca darle repuesta desde el texto a diversos elementos de la condición humana, en especial el amor y los celos, pero también aborda el papel de la mujer como dependiente y sierva de los hombres en la cultura occidental.
La escenografía marca la pauta de lo que es adentro y afuera con un cubículo como la casa de Anthony y su madre y presenta a través de ellos la dinámica rígida y abusiva de esta pequeña familia y las posibilidades de crecimiento que existen al poner un pie en el exterior.
La luz a su vez dirige la atención hacia la acción con eficacia y crea reflejos en los paneles de acrílico de la estructura central, sumando con ello a la sensación de claustrofobia que este hogar mantiene constante durante la puesta y que motiva aún más al espectador a querer ver a Anthony fuera de él, libre y lejos de la mano de una mujer no precisamente conectada con la realidad.
Asimismo los juegos con la iluminación y la dinámica de algunas escenas las dota de una cualidad similar a la del cine y la ridiculez de ciertas situaciones añade toques de humor a la que es en general una historia muy oscura.
Saúl Martínez presenta a un personaje tímido y servil incapaz de salir de su encierro incluso cuando se enfrenta ante una perspectiva diferente de la vida, la que le ofrece Lila, donde atender a su madre no es la única razón para vivir. Esta reticencia al cambio provocarán el quiebre que se convertirá en el “terremoto”.
Sara Carranza, por su parte, le da vida a una mujer cruel y manipuladora, pero al mismo tiempo temerosa y culpable de su pasado. Ella está atada a las memorias y la amenaza de que la historia se repita, aunque sus acciones la llevarán inexorablemente a que esto así suceda.
Cecilia Vázquez, en cambio, divide su labor actoral en dos. Por un lado interpreta a Lila, liberal, inteligente y creativa, producto de un pasado tan tormentoso como el de los demás pero que ha elegido dejarlo atrás; por otro lado da vida a una presencia más etérea que será el agente de cambio en la mente de Anthony.
La Trilogía de los Desastres de Claudia Edith Álvarez es una serie de alegorías sobre la condición humana y en esta segunda entrega Andrea Galindo crea una obra dinámica y entretenida, que incluso aunque esté salpicada por monólogos y exposiciones muy cargadas de texto desde el libreto, logra llevar a escena de manera ágil una historia llena de reflexiones.
Esta obra seguirá en temporada todos los sábados y domingos de octubre del 2019 en el Centro Cultural Casa La Besana a las 20:00 horas, con una cooperación de 120 pesos y un cupo de 30 lugares.