‘Jojo Rabbit’
Desde el surgimiento del nazismo como uno de los propulsores de lo que terminó desembocando en la Segunda Guerra Mundial, a pesar de la seriedad y lo preocupante del asunto, el cine se valió de la comedia para destacarlo.
Uno de los primeros y trascendentales trabajos en este sentido fue el que el genial creador Charlie Chaplin materializó en su obra maestra del género “El gran dictador”, de 1940, filme que Chaplin además de protagonizar, dirigir, producir y escribir inclusive musicalizó, haciendo una muy inteligente y nada condescendiente sátira sobre Hitler donde un dictador, conocido en la trama como Adenoides Hitler, intenta la expansión de su imperio en lo que un barbero judío y pobre trata de evitar la persecución durante su régimen, logro con el que obtuvo un total de cinco nominaciones al Oscar, entre ellas tres para él como productor de la Mejor Película así como de Mejor Actor y Mejor Guion Original.
A finales del siglo XX fue un actor y director italiano que hizo su respectiva historia inclusive en los premios Oscar, Roberto Benigni, ya que a la manera de Chaplin (inclusive influenciado por el gran mimo en su estilo de comedia desde años atrás) protagonizó, escribió y dirigió el clásico “La vida es bella”, ganadora de los Oscares al Mejor Actor, la Mejor Música por Nicola Pioviani y Mejor Película Extranjera por haber en su caso concebido una singular comedia, en medio de las más atroces realidades de la Segunda Guerra Mundial como fueron los campos de concentración, contando la historia de un bibliotecario judío que es ingresado junto a su hijo en uno de ellos, y la forma en que, en medio de todo aquel horror, lo manipula para con ingenio hacer un montaje que no afecte la inocencia del niño.
Teniendo estos antecedentes, en el último semestre del año pasado no fue sorpresa que el premio más importante del Festival de Cine de Toronto del año pasado, el Premio del Público, fuera concedido sin ningún titubeo a “Jojo Rabbit”, del director neozelandés Taika Waititi (“Thor: Ragnarok”), ya que se trata de una digna heredera de esa tradición cinematográfica de en su caso co-protagonizar, dirigir, producir y adaptar de la novela de la norteamericana Christine Leunens otra historia ubicada en aquellos convulsionados años de la Segunda Guerra Mundial ligados directamente al nazismo y el exterminio judío pero haciendo su aplicación dentro de una transgresora comedia.
Y es que el protagonista de “Jojo Rabbit”, como su título lo sugiere, es un niño llamado Jojo (Roman Griffin Davis), quien es como muchos niños alemanes de su generación no solo seguidores sino fanáticos de Hitler al grado de que lo convierte en una especie de “amigo imaginario” al que trata incluso simplemente como “Adolf” (Waititi), en lo que descubre que su madre Rosie (Scarlett Johansson) mantiene escondida a una niña judía en su hogar. “Jojo Rabbit” está compitiendo a 6 premios Oscar que incluyen a la Mejor Película; Mejor Actriz de Reparto (Johansson); Mejor Guion Adaptado (Waikiki y Leunens); Mejor Edición, Mejor Vestuario y Dirección de Arte, cada una de ellas muy merecida en un relato sobresaliente y necesario en estos convulsionados tiempos de fascismo, neonazis y polarización.