‘¿A quién pido ayuda, si los que atacan son los mismos policías?’
Historia detrás de la detención masiva que derivó en quejas contra la Preventiva
La madrugada del domingo 9 de febrero, policías municipales y civiles protagonizaron un altercado en un domicilio de la calle 15 en la colonia Héroes de Chapultepec, que derivó en más de 40 personas detenidas, varias de ellas lesionadas, una queja ante Derechos Humanos y denuncias por presuntos abusos de la autoridad.
Ésta es la recreación de lo ocurrido, basada en la versión de Linda Maldonado, dueña de la propiedad afectada, así como de uno de los jóvenes involucrados, quien resultó herido y solicitó el anonimato por temor a represalias.
Los hechos ya son investigados por la Comisión de Seguridad Ciudadana y la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC), y que también involucrarían indagatorias por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Los entrevistados aseguraron haber presentado denuncias ante la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Agentes del Estado y la Comisión de Servicio Profesional de Carrera Honor y Justicia, habiendo recibido los folios 00025/ SAL/ATDDE/AB-15220/2020 y CSPCHJ/PR/0142020, respectivamente.
Sin embargo, tras solicitarle información a la Fiscalía sobre estatus de las mismas, no se obtuvo información alguna.
En contraparte, Comunicación del Municipio y la CDHEC confirmaron haber iniciado investigaciones al respecto.
SE ACABÓ LA FIESTA
Con motivo de un festejo, a las 04:00 de la mañana entre 50 y 60 personas se encontraban dentro de la casa referida. Según los testimonios, la celebración, el cumpleaños de uno de los hijos de Linda, de 19 años, ya había terminado.
Recogían la basura en la planta alta cuando un joven gritó que alguien se estaba peleando. Linda bajó corriendo. En la entrada principal de la vivienda había un forcejeo entre asistentes y agentes de seguridad, quienes iban con uniformes y en una patrulla con logotipos de la Policía Municipal.
Una de las ventanitas de la puerta había sido rota, y la anfitriona se asomó por ahí para tratar de entablar diálogo con uno de los elementos.
—“¿Qué pasa?, no pueden pasar sin una orden judicial”, dijo Linda.
—“Ábrame, pinche vieja, ¿por qué verg... no me puedo pasar?”, habría dicho a gritos un oficial, de acuerdo con el testimonio de la afectada.
Según explicó uno de los invitados (que iban desde menores de edad hasta adultos entre 40 y 50 años), minutos antes uno de los jóvenes que estaba en la fiesta salió a la calle y comenzó a hacer escándalo con su motocicleta.
Y él supone que esto provocó que los vecinos solicitaran la presencia de las autoridades.
Después, otro de los presentes, quien también tenía una motocicleta, se disponía a irse del lugar justo en el momento en que llegó la unidad de la corporación municipal. El joven retornó y se metió a la casa para resguardarse, y fue entonces que comenzó la confrontación.
El relato de los entrevistados afirma que la puerta se encontraba cerrada, y que policías —sin precisar el número— la pateaban y golpeaban para intentar ingresar al domicilio. No fue posible entablar un diálogo.
Luego, según la narración, escucharon cuatro disparos. El testigo que solicitó el anonimato cree que trataron de asustarlos para que abrieran la puerta. Enseguida habrían llegado más patrullas municipales en apoyo.
Lo siguiente en escucharse fue un fuerte golpe en el portón eléctrico de la vivienda. Éste se dobló en la parte baja, y por ahí los uniformados comenzaron a ingresar.
Una vez adentro, los testimonios señalan que los agentes golpearon a hombres, mujeres y menores. Algunos de los invitados a la fiesta trataron de defenderse, mientras que otros corrieron hacia la azotea de la casa y se brincaron a la de vecinos.
‘¿A QUIÉN LE PIDO AYUDA?’
Linda logró zafarse de uno de los uniformados y se refugió en uno de los cuartos con sus tres hijas. En ese momento se sintió impotente.
“Pensé: ¿a quién le pido ayuda, quién me puede auxiliar?, si los que nos están atacando son los municipales”, expuso.
A la par, afuera de la habitación continuaron los gritos y golpes, dejando destrozos por todos lados.
Al lugar también arribó el Ejército y el Grupo de Reacción Sureste, sin embargo, los entrevistados aseguraron que no intervinieron físicamente a favor de ninguna parte. Lo único que habrían hecho, según lo relatado, fue intentar calmar con palabras a los municipales.
Esa noche, 40 adultos y 7 menores fueron detenidos y subidos a las unidades de la Policía. No obstante, las agresiones habrían continuado en el trayecto a la Comandancia.
“Nos iban amenazando, golpeando y maltratando. Nos iban quitando nuestras cadenas, celulares, carteras y el dinero. Hasta usaron tablas para pegarnos”, contó el joven entrevistado.
Cada uno de los arrestados pagó una multa de 869 pesos, bajo el supuesto de que participaron en una riña.
En la casa, las huellas de la “batalla” fueron registradas por sus propietarios en fotografías: sangre en las paredes, pisos y muebles, puertas destrozadas y vidrios rotos.
Entre las lesiones que sufrieron los afectados se encuentran golpes en la cabeza, fracturas en costillas y manos, lesiones cervicales y moretones en diversas partes del cuerpo. Uno de los heridos más graves sería sometido a cirugía, ante el riesgo de perder un ojo, comentaron.
Por ahora, se realizan las investigaciones correspondientes en la corporación, según informó el Municipio, para establecer o deslindar responsabilidades. También se documenta la queja en la CDHEC, y la FGE no confirmó el estatus de las denuncias que se habrían presentado.
La puerta estaba cerrada; los policías empezaron a patearla para intentar ingresar. No fue posible entablar diálogo con ellos”.
Linda Maldonado, dueña de la casa afectada
Nos iban amenazando, golpeando y maltratando. Nos iban quitando nuestras cadenas, celulares, carteras y el dinero”.
Joven golpeado.