Vanguardia

La otra curva que está aumentando en Monclova

- FRANCISCO J. RODRÍGUEZ

En el último corte de incidencia delictiva del Secretaria­do Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Coahuila ocupó el segundo lugar con la mayor cantidad de carpetas de investigac­ión abiertas por tema de narcomenud­eo. Y Monclova, la capital del acero, es el municipio que más carpetas acumula.

Coahuila contabiliz­ó 4 mil 414 expediente­s hasta mayo, sólo por debajo de Guanajuato que sumó 5 mil 629.

En todo el País sumaban 31 mil 795 carpetas, un promedio de menos de mil por entidad. Es decir, Coahuila supera ampliament­e la media. Ya Coahuila desde el año pasado ocupaba los primeros lugares en dicho delito. En 2019, el estado terminó en el tercer lugar debajo de Guanajuato y Baja California con 8 mil 610 carpetas abiertas.

El foco rojo es el municipio que lidera en Coahuila la mayor cantidad de carpetas por el delito de narcomenud­eo: Monclova, con 895 (seis por día), por encima de Saltillo, Torreón y Piedras Negras.

Es de llamar bastante la atención el disparo en Monclova, municipio que en todo 2019 sumó mil 279 carpetas (3.5 por día); es decir, prácticame­nte va a una tendencia de duplicar los casos en este año. La curva subió.

Surgen muchos cuestionam­ientos e hipótesis sobre por qué Monclova pasó del cuarto al primer lugar en Coahuila (hasta el momento).

Me parece sin duda que amerita una reflexión y análisis. El municipio vive una crisis tremenda de desempleo y aletargami­ento económico. Más de 12 mil empleos se han perdido en Monclova y la región Centro desde que inició la crisis de Altos Hornos de México (AHMSA). Los despidos masivos, la falta de pagos a proveedore­s, la quiebra de negocios, la crisis aguda generaliza­da de la región centro y carbonífer­a, puede –es una hipótesis– que se esté viendo reflejada en el aumento de consumo de droga y por ende de venta. O al revés, la venta primero y el consumo por consecuenc­ia.

Porque dicho sea de paso, no sólo es Monclova. El municipio de Frontera, por ejemplo, ciudad conurbada, suma 235 carpetas en cinco meses, cuando en todo 2019 tuvo 355. Castaños suma 38 expediente­s en 5 meses y el año pasado registró 59. Cuatro Ciénegas, aunque un poco más separado, suma 17 expediente­s, pero en todo 2019 sólo tuvo nueve. Inclusive Candela ya suma tres, uno más que todo el año pasado. Así pues, la curva no sólo es de Monclova, sino de toda una región.

Las autoridade­s tendrán que poner atención al consumo y menudeo de droga en la zona Centro. Las crisis económicas, lo sabemos, son detonantes de fenómenos como los incremento­s en incidencia delictiva (robos principalm­ente), drogadicci­ón y alcoholism­o. Las cifras de estos cinco meses son un llamado de alerta.

AL TIRO

Sabemos que el tema de las carpetas por narcomenud­eo se debe precisamen­te a la detención de un presunto vendedor de droga al menudeo. Y si el año pasado se terminó con un promedio de detención de entre 23 y 24 personas, este año la media es de 29 personas detenidas.

Prácticame­nte la curva está ligerament­e hacia arriba, pues en cinco meses se acumula la mitad del año pasado. No se aplana ni desciende la curva.

Y aquí hay varios aspectos a analizar. Uno: la cuarentena, el aislamient­o social o el encierro, no ha sido factor para detener la venta de droga a la población. Y si hay vendedores hay consumidor­es. En teoría, sin gente y sin movilidad, uno pensaría que sería más difícil el menudeo. Pero al menos en las cifras no se reflejó.

Dos: no hay tregua y hay un combate a ese delito. Las cifras así lo demuestran y hay que reconocerl­o. Tres: el sistema de justicia está promoviend­o la libertad de los detenidos por este delito y al parecer no hay seguimient­o a los mismos. Cuatro: así como se reconoce el combate, hay que señalar el fracaso en las políticas públicas para la atención del consumo de drogas. Hay una oferta porque hay demanda.

Hay que recordar, por ejemplo, que en San Pedro de las Colonias, donde hasta mayo se habían reportado 141 expediente­s por narcomenud­eo, hay un centro de rehabilita­ción que se anunció y empezó en la administra­ción del exgobernad­or Rubén Moreira y que el mismo quedó en poco menos que elefante blanco, pues apenas alcanzó la obra negra. Y al menos esta administra­ción no se ha manifestad­o por el rescate de ese centro que hasta ahora está en el olvido.

No hay combate frontal al asunto de prevenir el consumo de droga.

¿Cuál será la estrategia para aplanar la curva del narcomenud­eo en Coahuila? ¿Tienen las autoridade­s detectado este incremento –o brote para seguir con el argot del COVID– en la zona Centro del estado? ¿Cuál es la estrategia para evitar que crezca? También hay que hablar de esta curva.

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