¡Rescatando al soldado Cienfuegos! (2)
2020: AMLO agradeció a las Fuerzas Armadas por haber “dado la espalda al golpismo” y reconoció que “no hay generales que pertenezcan a la mafia en el poder”. La cúpula militar sonrió con discreción.
2020: AMLO decreta la militarización de la seguridad pública. Faculta a las Fuerzas Armadas para preservarla de manera regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria a la Guardia Nacional. La cual, es liderada, no por un mando civil sino también militar: el general Luis Rodríguez Bucio. Con esta decisión, Alfonso Durazo pasó a ser otro florero de lujo. La alta jerarquía militar sonrió agradecida a pesar de no existir una política integral de lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado articulada en torno a su responsabilidad: poder mata deber. O una coordinación de alto nivel entre ellas y la Guardia Nacional, como quedó demostrado en el caso de Ovidio Guzmán en octubre de 2019.
2020: Las Fuerzas Armadas recibieron “en 2020 la cantidad de 112 mil 557 millones de pesos”. Para 2021, presentaron un presupuesto del 19.7 por ciento superior al año anterior: 168 mil 656 millones.
De esta manera, las Fuerzas Armadas se convirtieron en el aliado estratégico de AMLO; pero también como no había ocurrido en 91 años en un Estado dentro del Estado.
En su paranoia por temer un golpe de Estado auspiciado por la élite económica e implementado por los militares; AMLO les cedió un poder que no recuperará y, de manera irónica, tarde o temprano, jugará en su contra. El caso del general Salvador Cienfuegos así lo demuestra.
La cúpula militar obligó a AMLO a negociar con Donald Trump el regreso del general a México; sin importar el futuro de nuestra relación bilateral con Biden y la DEA en un asunto tan delicado, dejado al garete por AMLO, como es el crecimiento territorial, económico y militar de los carteles del narcotráfico en más del 70 por ciento de nuestro país.
AMLO está acorralado por un tigre nutrido por su propia paranoia; que si se descuida se lo comerá de un bocado. Es un tigre fuerte, enorme, del tamaño de sus miedos; es insaciable y se mueve de manera discrecional, opaca, consciente de su gran poder y, por ende, majestuosa. Cuidado.