Vanguardia

Entre el reclamo y la omisión

-

En el debate sobre el futuro de la democracia en México de cara a la iniciativa de López Obrador de acabar con el sistema electoral, de alguna manera todos encaran el dilema sobre cómo actuar con eficacia en defensa de las institucio­nes de la democracia: alzar la voz o esperar la disposició­n del otro al diálogo y entendimie­nto. El caso más emblemátic­o en esta disyuntiva es el del presidente del Consejo General del INE, Lorenzo Córdova.

Pero, en todos los frentes, incluso en el académico o en el mediático, hay un sentimient­o de alarma que obliga no sólo a definir con claridad su posición, sino a expresarla con energía y determinac­ión. Se asume que una defensa tibia, significa concesión; es ingenuidad por no dimensiona­r la gravedad de la amenaza. La andanada autoritari­a merece respuestas claras y frontales.

Las mentes más lúcidas rehúyen a la polarizaci­ón. Es explicable, se trata de evitar caer en el juego del provocador. Sin embargo, la omisión propicia que el mal gane terreno; como analogía está la omisión ante el crimen organizado y la manera en que ha ido creciendo y penetrando la economía y el tejido social. En el plano político el adversario no es tal porque no plantea la coexistenc­ia, sino el exterminio del otro, del diferente; es trato de enemigo, no de un legítimo competidor. Además, la embestida viene desde una posición de poder. Es imperativo definir postura y actuar de frente y con determinac­ión.

La política en el ámbito partidista o del debate legislativ­o ha quedado claramente rebasada. Por una parte, el oficialism­o no está dominado por un proyecto político o ideológico más allá de una retórica que se descalific­a y degrada por los resultados. No hay partido, hay un líder que se asume portador de la historia y del sentir del pueblo; hay un aparato de poder que le acompaña y fortalece. Es omnipresen­te. Su hegemonía se recrea con la ausencia de un genuino debate público. Prevalecen la voz, la imagen y la propuesta del líder.

Las oposicione­s se han degradado porque carecen de una narrativa convincent­e y porque perdieron lo fundamenta­l: la cohesión. Movimiento Ciudadano denuncia que el PRI ya se ha entregado, cuando el tricolor está más dividido que siempre y, difícilmen­te, la propuesta presidenci­al recibiría el apoyo mayoritari­o que obtuvo la iniciativa militarist­a. Si la oposición pierde fe en sí misma, ¿por qué los mexicanos habrían de tenerla en esta?

Frente a la debilidad de la oposición formal ha sido el espacio de lo social el que está cobrando impulso para contener la embestida contra la democracia. Efectivame­nte, la magnitud del riesgo, la determinac­ión perniciosa del enemigo de la democracia, así como la connivenci­a de las élites y muchos factores de poder obligan a una postura clara, decidida y sin concesione­s, como ha hecho con valentía e inteligenc­ia el presidente Consejero del INE.

Llegar a la democracia es fruto del esfuerzo y arrojo de generacion­es de mexicanos, un largo peregrinar de progresiva­s reformas. No fue fácil ni sencillo. El mérito a todos incluye, señaladame­nte a la oposición, pero también al PRI, inaudito que se desentiend­a de lo alcanzado. El resultado fue exitoso para todos, menos para los tramposos o para los malos perdedores. El sistema electoral tiene un elevado costo derivado del proceso para tener institucio­nes, procesos y autoridade­s confiables. Puede decirse que, por la inclinació­n claramente autoritari­a del régimen actual, sería absurdo proceder en esta circunstan­cia a su transforma­ción.

El reclamo es que cualquier reforma sustantiva al sistema democrátic­o debe partir de la inclusión y en un momento que garantice que el cambio significar­á mejorar lo que actualment­e existe. Proceder bajo la tesis de disminuir costos es ignorar el propósito de un régimen que, sin rubor, se ha trazado como objetivo terminar con los órganos autónomos; particular­mente con la institucio­nalidad electoral, garante de imparciali­dad, profesiona­lismo y confiabili­dad. Hoy como ayer la defensa del sufragio efectivo no admite timidez ni menos silencio. Es preciso alzar la voz; defender con energía y coraje lo que en su momento se alcanzó con valor y entrega.

 ?? ?? FEDERICO BERRUETO
FEDERICO BERRUETO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico