CRECE LA CRISIS COLCHONERA
EL EQUIPO COLCHONERO NO APROVECHÓ QUE SU RIVAL TENÍA UNO MENOS EN EL CAMPO Y ALARGA SU RACHA A 4 ENCUENTROS SIN CONOCER LA VICTORIA
Otro tropiezo, y otra tanda de abucheos para el Atlético de Madrid. Los hinchas colchoneros empiezan a perder la paciencia con el técnico Diego Simeone y ello quedó plasmado tras el empate 1-1 ante un Espanyol en inferioridad numérica en la Liga española.
La igualdad estiró a cuatro la racha sin victorias del Atlético en todas las competiciones.
João Félix salió de la banca para anotar a los 78, rescatando el empate para el Atlético luego que los visitantes se habían adelantado a los 62 mediante el tanto de Sergio Darder.
Espanyol jugó con un hombre menos desde los 28 minutos luego que su zaguero uruguayo Leandro Cabrera fue expulsado con roja directa tras una falta sobre el atacante colchonero Álvaro Morata.
El empate cerró una semana en la que el Atlético sucumbió 2-1 ante el Porto en la Liga de Campeones, un resultado que le hundió en el último puesto de la fase de grupos por primera vez y dejó ir la opción de disputar la Liga Europa.
Fue apenas la segunda vez en 10 temporadas que el equipo de Simeone no sortear la etapa de grupos en la Champions.
“Nos falta tranquilidad arriba y eso es una cosa de la cabeza”, dijo el arquero colchonero Jan Oblak. “Hasta que no nos tranquilicemos no vamos a ir ganando ni consiguiendo los resultados que queremos. Puedes jugar bien o mal, hay que aprovechar las ocasiones y no lo estamos haciendo últimamente”.
Simeone lamentó la falta de pericia frente al arco rival y entendió el mal ambiente en las tribunas del estadio Metropolitano.
“Soy un agradecido al Atlético de Madrid de por vida, el cariño que siento no me lo va a desacomodar ninguna situación circunstancial”, dijo el argentino.
El empate dejó al Atlético a 10 puntos del Barcelona, que se impuso 2-0 como local ante el Almería.
Simeone salvó un punto por el atacante portugués, con el que no cuenta para la titularidad.
No hay más certeza que esa del duelo, en la misma línea de los últimos del conjunto rojiblanco, en ese despropósito continuado en el que reincidió contra Bayer Leverkusen, prolongó en Cádiz, aumentó en Oporto y repitió ante su público en el Metropolitano, donde solo la luz del delantero luso, suplente en diez de los últimos once choques, incluido este, redujo la catástrofe rojiblanca, que podría dejarlo a 11 puntos del liderato si Real Madrid gana este lunes en Vallecas.
Después del ridículo de Oporto, el plebiscito no tuvo una dimensión que proyecte un sentir generalizado. No hubo problema cuando el equipo saltó al terreno; sobresalió, como siempre, la aclamación cuando retumbó en la megafonía el nombre de Diego Simeone y hubo más o menos la misma división de opiniones de los últimos tiempos cuando resonó desde algún sector de aficionados (no de los ultras del Frente Atlético, ausentes todo el primer tiempo) el ‘Ole, ole, ole, Cholo Simeone’, respondido con silbidos por otra parte de los seguidores.