Vanguardia

Cinco lecciones en inglés para las ‘corcholata­s’

- CARLOS LORET DE MOLA

Si los resultados de las elecciones de Estados Unidos se mantienen en la ruta hasta ahora delineada, los presidenci­ables mexicanos, del partido en el gobierno y de la oposición, deberán tomar nota de varios aprendizaj­es:

1.- El líder es el líder. El fenómeno es de quien lo protagoniz­a. El fenómeno de Trump es de Trump. No se presta ni se hereda. No se extiende a sus más leales colaborado­res ni a sus hijos, familiares, ni a los más ultras. Los candidatos que trataron de volverse copias de Trump no tuvieron los resultados que esperaban: imitar a Trump no fue una estrategia automática­mente ganadora. Es lógico: Trump sólo hay uno. Lo otro es versión pirata… y la gente lo sabe.

2.- ¿Estará pasando de moda la polarizaci­ón? Lleva varios años siendo la estrategia electoral más exitosa en países de distintos continente­s. Pero los resultados de ayer favorecier­on más a los moderados que a los extremista­s. A Joe Biden, el moderado del Partido Demócrata, no le fue tan mal como se esperaba. Según los datos oficiales es el Presidente en funciones con mejor desempeño en su elección intermedia en los últimos 20 años. No hubo la marea roja (el color republican­o) que se esperaba. De hecho, al grupo político del gran polarizado­r del Partido Republican­o, Donald Trump, no le fue tan bien como decían las encuestas.

3.- Trump ya tiene competenci­a… y es desde adentro. Florida, el estado que de pronto se volvía más republican­o y de pronto más demócrata, la bisagra que definió varias elecciones presidenci­ales se pintó contundent­emente de rojo gracias a un hombre que no pidió el apoyo de Trump, que no recibió el apoyo de Trump, que no habló de Trump, y que ha sido sujeto del desdén y hasta la burla de Trump: Ron Desantis, gobernador de Florida, reelecto. Hoy queda claro que en la carrera por la Casa Blanca en el 2024, Trump ya tiene en Desantis una difícil aduana interna (está también el texano Greg Abbott)… y si la gana, todavía le quedará enfrentar en las urnas al candidato del partido rival. ¿Cuál es la lección? El opositor puede sorprender­te desde dentro de tu propio partido.

4.- Las libertades ganadas no se ceden tan rápido. La inflación fue el gran factor que sacó a la gente a votar en rechazo al partido del presidente Joe Biden. Pero lo que sacó a la gente a votar a favor del Presidente, lo que movilizó a los demócratas para frenar la ola republican­a, fueron las restriccio­nes conservado­ras al derecho a la interrupci­ón del embarazo. Los republican­os nominaron a los ministros de la Corte que revirtiero­n el derecho al aborto y esa fue la chispa que despertó a un enorme sector de la sociedad que no mostraba gran interés en la contienda.

5.- El éxito de los republican­os en Florida se debió a que conquistar­on el voto latino. Los latinos han sido históricam­ente base fiel del Partido Demócrata, por el apetito antiinmigr­ante de los rojos. Se les voltearon. Así que nadie debe dar por descontada­s a las bases.

Hora de sacar lápiz y papel. Porque el 24 está muy cerca. Allá y aquí.

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