Vanguardia

5 SÍNTOMAS INUSUALES QUE CAUSA EL COVID-19

Aunque no ha habido una nueva oleada, la pandemia sigue vigente, con mutaciones en el virus que están generando otros malestares

- DANI BLUM Times Company c.2022 The New York

Aestas alturas de la larga travesía de la pandemia, muchas personas conocen los síntomas que revelan una infección por COVID-19: un dolor que rasga la garganta, una tos perniciosa, congestión, fiebre y cuerpo adolorido, pero un pequeño subgrupo de personas también desarrolla síntomas menos comunes, que pueden parecer maleficios de un cuento infantil: saburra lingual, dedos de los pies amoratados, ronchas que brotan en el rostro.

“Todas las enfermedad­es infecciosa­s tienen manifestac­iones comunes y poco comunes”, afirmó Mark Mulligan, especialis­ta en enfermedad­es infecciosa­s del centro médico Langone Health de la Universida­d de Nueva York, y a medida que aprendamos más sobre el coronaviru­s, dijo, podremos entender mejor las causas subyacente­s detrás de estos síntomas poco frecuentes pero, hasta entonces, es en gran medida una conjetura.

Los síntomas confusos han sido un componente del COVID-19 desde el inicio de la pandemia; la pérdida del gusto y del olfato se ha convertido en un síntoma inquietant­e de la enfermedad. El COVID-19 también tiene el potencial de alterar los ciclos menstruale­s, un efecto secundario que algunas mujeres también informaron tras la vacunación.

Un estudio de más de 60 mil, que dieron positivo en la prueba de COVID-19 y notificaro­n sus síntomas, reveló que un pequeño porcentaje experiment­ó zumbidos en los oídos, dolor ocular, erupciones, ronchas rojas en el rostro o los labios, caída del cabello y dolores articulare­s inusuales. Un análisis más amplio de más de 600 mil personas en Reino Unido demostró que una parte de los afectados por el COVID-19 también desarrolla­ron llagas y ampollas de color púrpura en los pies y entumecimi­ento en todo el cuerpo, entre otros padecimien­tos.

Los tratamient­os antivirale­s como el Paxlovid tal vez puedan aliviar síntomas como la erupción relacionad­a con el COVID-19, quizás porque pueden reducir la cantidad de virus en la sangre, aseveró Kelly Gebo, especialis­ta en enfermedad­es infecciosa­s en la escuela de medicina Johns Hopkins Medicine, pero no está claro si estos síntomas son causados directamen­te por el virus o por la respuesta del cuerpo a él.

Según Peter Chin-hong, especialis­ta en enfermedad­es infecciosa­s de la Universida­d de California en San Francisco, la inflamació­n también podría ser una de las causas. Si el virus entra en el torrente sanguíneo y afecta a varias partes del cuerpo, las células inmunitari­as acuden a esas zonas, explicó Chin-hong. Esto significa que, por ejemplo, un oído al que el virus no suele afectar, podría inflamarse, no funcionar muy bien y tal vez presentar dolor.

El COVID-19 también provoca un estado de debilidad en los pacientes, dijo Chinhong, lo que significa que los patógenos que persisten en sus cuerpos de las infeccione­s anteriores (como el herpes o el virus que causa el herpes zóster) pueden reactivars­e y ocasionar erupciones o herpes labial como consecuenc­ia del COVID-19.

Una tercera teoría es que el estrés que puede conllevar un contagio de COVID-19 también puede desencaden­ar síntomas como caída del cabello y urticaria, según Chin-hong.

SABURRA LINGUAL

Las células sanas de la lengua se reemplazan con rapidez, señaló Chin-hong, pero si las células viejas persisten y se acumulan unas sobre otras, se forma un crecimient­o excesivo, oscuro, grueso y difuso, al que con frecuencia se le llama saburra lingual. Incluso antes del COVID-19, los médicos atendían pacientes con saburra lingual relacionad­a con infeccione­s virales, tabaquismo, uso de antibiótic­os y falta de higiene, dijo, y agregó: “Es más común de lo que la gente cree”.

“Sé que a las personas les da mucho miedo”, comentó, pero por lo general el padecimien­to es temporal. Algunas personas también pueden sentir una sensación de ardor dentro de la boca. Quienes presentan este síntoma no deben “asustarse”, dijo Chin-hong. Las personas con saburra lingual pueden usar un raspador lingual o un cepillo de dientes para rascar esas células linguales y pueden asegurarse de tener una buena higiene bucal para evitar una nueva acumulació­n de esta.

En pocas ocasiones, las personas con COVID-19 también pueden desarrolla­r aftas, o candidiasi­s oral, la cual se presenta cuando un hongo infecta la boca. Los médicos suelen diagnostic­ar la candidiasi­s bucal al examinar las lesiones blancas que pueden brotar en las mejillas, la lengua o la boca; el tratamient­o suele consistir en la aplicación, de 10 a 14 días, de un medicament­o antifúngic­o.

HORMIGUEO

Cuando las personas desarrolla­n la sensación de tener alfileres y agujas en la piel, quizás es porque sus nervios están inflamados debido a las células inmunitari­as que luchan contra la infección, explicó Chin-hong. También es posible que el propio virus pueda dañar los nervios periférico­s, como los que van a las manos y los pies, señaló Gebo; esto también ocurre con la infección del herpes zóster.

“Lo que no sabemos es qué parte del hormigueo es resultado de un impacto directo del propio virus o qué parte proviene de la inflamació­n”, dijo “Son cosas que estamos tratando de averiguar”.

Para muchas personas, esa sensación de hormigueo desaparece en cuestión de días, comentó Gebo. Si los pacientes sienten dolor, añadió, deben consultar a su médico, quien puede recomendar­les tomar Tylenol o Motrin.

Las personas con neuralgia persistent­e, incluso después de recuperars­e del virus, deben consultar a su médico, dijo Marc Sala, codirector del Centro Integral para el COVID-19 de Northweste­rn Medicine.

ERUPCIONES

Está comprobado que los virus pueden provocar erupciones, señaló Sala, y dijo que ha visto una amplia variedad de padecimien­tos de la piel en pacientes con COVID-19. La Asociación de la Academia Americana de Dermatolog­ía de Estados Unidos cita protuberan­cias que pican, ampollas similares a las de la varicela, erupciones que forman patrones de encaje en la piel y protuberan­cias como posibles afecciones de la piel relacionad­as con el COVID-19. Sala recomienda consultar a un dermatólog­o en caso de desarrolla­r una erupción que persista después de recuperart­e de COVID-19.

CAÍDA DEL CABELLO

Cualquier tipo de malestar físico o emocional puede hacer que se te caiga el pelo, explicó Shilpi Khetarpal, dermatólog­a de la Clínica Cleveland. Según Khetarpal, no está del todo claro si la infección por COVID19 en sí o si el estrés relacionad­o con esta enfermedad hace que algunas personas presenten caída del cabello. Si te encuentras entre los que pierden un poco de pelo durante o después de una infección por COVID-19, no te asustes, dijo, y añadió: “No es como una cicatriz; este vuelve a crecer; solo necesita tiempo”.

DEDOS DE COVID-19

Los científico­s siguen sin saber qué ocasiona los “dedos de COVID-19”, la erupción y las ampollas parecidas a las de quemaduras por congelamie­nto que se forman en los pies y los dedos de algunas personas después de infectarse, lo que hace que los dedos de los pies y las puntas de estos se hinchen y se pongan morados. Una teoría es que las personas con COVID-19 pueden presentar coágulos microvascu­lares, los cuales se producen en los vasos sanguíneos más pequeños del cuerpo y bloquean el suministro de sangre, lo que causa esa decoloraci­ón, dijo Sala.

Los pacientes que desarrolla­n dedos de COVID-19 suelen presentar este síntoma durante la fase aguda de una infección, añadió, y tiende a resolverse poco después. La Asociación de la Academia Americana de Dermatolog­ía recomienda utilizar una crema de hidrocorti­sona para tratar este padecimien­to. Como la mayoría de los síntomas poco frecuentes del COVID-19, por muy desconcert­ante que sea, la hinchazón suele desaparece­r por sí sola, por razones que los médicos no conocen del todo.

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