Debilita voto en Taiwán a frente chinoescéptico
TAIPÉI, TWN.- La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, dejó ayer su cargo al frente del partido de Gobierno, el Demócrata Progresista (PDP), después de sufrir una contundente derrota en las elecciones locales.
El gesto, que cumple con una tradición política de la isla autogobernada, supone asumir la responsabilidad por los malos resultados.
Su formación, “chinoescéptica” e inclinada a la independencia, perdió las alcaldías de las principales ciudades frente al nacionalista Kuomingtang (KMT), más próximo a tender lazos con Pekín, que considera al territorio parte inalienable de su territorio.
En la capital, Taipéi, se hizo con la alcaldía Chiang Wan-an, supuesto bisnieto de Chiang Kai-shek, el histórico líder del KMT.
“Los resultados han estado por debajo de nuestras expectativas”, declaró Tsai en una comparecencia. “Aceptamos humildemente los resultados y aceptamos la decisión del pueblo taiwanés”.
En 2018, siendo ya Presidenta de Taiwán, también dejó el cargo en cabeza del PDP tras una debacle en los comicios municipales. “Debo asumir toda la responsabilidad”, reconoció en la sede de su partido.
La política, de 66 años, tiene previsto seguir al frente del país hasta el final de su mandato, en 2024.
La contienda electoral supone en cierta medida un respiro sobre el debate geopolítico que ha dominado la escena en los últimos meses, y ha estado centrada en cuestiones domésticas y cotidianas, como la contaminación, los atascos, la criminalidad y la adquisición de vacunas frente a la COVID.
Pero la propia Tsai hizo un llamamiento a tomar el voto como algo más que una papeleta local, al asegurar que el mundo tiene la vista puesta en Taiwán y en su defensa de la democracia ante las tensiones militares con China.