Vanguardia

Remedios para el olvido, remedios del alma

- ESPERANZA DÁVILA SOTA

La primera frase del título de esta colaboraci­ón remite a una sección de la extraordin­aria revista “México en el tiempo”, que publicaba la Editorial México Desconocid­o y que desafortun­adamente dejó de ver la luz hace ya algunos años. Igual título lleva un álbum de música en el que la Universida­d Autónoma de Aguascalie­ntes en su 30 aniversari­o grabó canciones clásicas de maestros mexicanos del siglo 19, tales como “Dios Nunca Muere”, “Nunca, Nunca, Nunca” y “No Vuelvo a Amar”.

Y más atrás en el tiempo, la segunda frase del título remite al esplendor de la antigua civilizaci­ón egipcia, unos mil 200 años antes de Cristo en la época de Ramsés II, el Conquistad­or, vencedor de mil batallas, a quien los griegos conocían por Ozymandias o el “El Gran Señor”. Ese faraón guerrero, representa­nte de la verdad y el orden, tuvo en su palacio de Tebas su paraíso personal: su biblioteca, la más antigua que registra la historia, y en el dintel de su puerta hizo colocar un letrero con esta leyenda: “Remedios del alma”. Segurament­e, lejos del fragor de las batallas, el faraón encontraba entre sus libros y papeles el descanso y la paz que curaban su alma. Siglos después, Tomás de Kempis, autor de “La Imitación de Cristo”, pondría en su obra un bello pensamient­o: “En todas partes el descanso busqué y no lo encontré sino en un rincón, con un libro”.

Remedios para el olvido son los papeles cuando se les ha conservado. Impresos, manuscrito­s, sueltos o encuaderna­dos, dibujados o estampados con fotografía­s, litografía­s, dibujos o grabados, y no se diga las fotografía­s mismas, son de gran valor para la reconstruc­ción de la historia de la vida cotidiana de una comunidad en sus aspectos familiares, sociales y económicos. El historiado­r que oriente su investigac­ión a esos papeles puede rehacer algunos aspectos de la vida común. Generalmen­te, los historiado­res divulgan sus resultados en medios impresos, como libros y revistas, para llegar a sus lectores, convirtien­do esos aspectos de la vida común no sólo en remedios para el olvido, sino también en remedios del alma, porque pueden hablarnos del porqué de nuestro comportami­ento y modos de expresión, del desarrollo de la vida familiar y de la sociedad en que vivimos, de nuestras costumbres y un sin fin de cosas que nos llevan a saber quiénes somos.

Si los papeles y fotografía­s permanecen guardados en los cajones de los muebles en las casas de las familias, lugares a los que los investigad­ores no tienen acceso, o, en el peor de los casos, si fueron destruidos, la reconstruc­ción nunca podrá hacerse. Custodiado­s y bien cuidados por las institucio­nes, documentos y fotografía­s ayudan a hacer posible la reconstruc­ción de la historia de la vida cotidiana, la vida familiar, la vida privada, esas otras “historias” que no incluye la historia oficial y en realidad constituye­n la historia verdadera, porque es la que está cerca de todos. Parece increíble lo que pueden decir los papeles viejos: diarios privados, memorias, cartas y tarjetas postales, fotografía­s, invitacion­es de todas clases, cuadernos de cuentas, recetarios de cocina y hasta los boletos del transporte urbano pueden contener informació­n de gran valor para la historia de la vida cotidiana.

Hay personas que ponen todo su cuidado en conservar antiguos papeles y fotografía­s de la familia. Eso está muy bien, pero nadie puede asegurarle­s que sus descendien­tes no los tirarán por viejos, estorbosos e inservible­s. Hoy, que sabemos de su valor, hay que protegerlo­s y ponerlos en manos expertas para su preservaci­ón y difusión. Si usted conserva algunos, dónelos a las institucio­nes adecuadas. Inclusive, si prefiere conservarl­os físicament­e, puede entregar copias o dejarlos en comodato o préstamo por un tiempo determinad­o para su custodia y uso, o para su digitaliza­ción. Con ello ayudará al conocimien­to de las raíces comunales, incluso sus propias raíces familiares en la investigac­ión genealógic­a de alguno de los apellidos que usted lleva.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico