Suman dos las denuncias contra profe de la EAP
Una ex alumna de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Coahuila sumó este lunes un segundo señalamiento en contra del catedrático denunciado en redes sociales por ejercer violencia de género y plagio. La dirección de la escuela pide que las denuncias se hagan en las instancias correspondientes y que también se hable de lo bueno que se hace en la institución.
“Tuve ansiedad y depresión en el último semestre de carrera. Me hicieron sentir que mi trabajo era poco y le faltaba mucho”, detalló la ex estudiante, quien pidió reservar su nombre debido a que aún tiene trámites administrativos pendientes con la escuela y teme ser objeto de represalias por parte de la actual directiva a cargo de Darío Aguillón.
La denunciante dijo que el profesor Roberto, cuando ingresó a la escuela se mostró muy interesado en los alumnos, en sus dudas y en cómo ayudarles; detalló que en el año 2017, cuando se realizó un coloquio en noviembre, en un taller de arcilla que impartió un artista francés, fue humillada por el catedrático.
“En el segundo día de taller, como yo era nueva no sabía cómo expresar mi arte y el profesor nos dijo que hiciéramos algo que trabajáramos con profundidad. Yo hice un jarrito, estaba creando cuando llega Roberto con aires de grandeza y me cuestionó ¿qué iba a hacer?, fui honesta, le dije que no sabía cómo darle profundidad y se burló de mí, Invadió incluso mi espacio personal”, dijo.
Esta situación se repitió con otra alumna, en otro momento, “me di cuenta que trató igual que a mí a otra chica, incluso ella salió del salón con mucha tristeza”,
La ex estudiante relató que los profesores se apropian de las ideas de los estudiantes.
“Con ideas nuevas que nos pedían algunos profesores, casualmente tenían ellos ya un proyecto nuevo cuando eran de nosotros y no nos daban crédito”.
La denunciante señaló a otro catedrático que identificó como Jorge, quien impartía las materias de metal y producción.
“De metal, los alumnos de grados arriba nos advertían que al optar por la clase de cera perdida, la escuela no tiene el material del lugar, y casualmente él (Jorge) prestaba su taller y se encargaba de conseguir las cosas, pero al final no era así, porque decía que salía muy caro y los alumnos compraban moldes y se quedaban en su taller y los hacía perdedizos”, concluyó.
Sobre el tema, el director de la Escuela de Artes Plásticas, Darío Aguillón, aseguró no contar con denuncias ni por plagio, ni por violencia de género.