Irene Cara y Christine Mcvie, in memoriam
Terminaba la semana de la muerte del cantautor cubano Pablo Milanés cuando el sábado pasado se dio la primera de otras dos muertes que completaron la tríada de decesos de talentos de la música.
Fue la mañana del sábado 26 de noviembre cuando se dio a conocer la lamentable noticia de la muerte a los 63 años de edad, hasta el momento de escribir estas líneas por causas desconocidas, de la cantautora de ascendencia puertorriqueña Irene Cara, quien vio su mejor momento a inicios de la década de los 80 a partir de su aparición como parte del elenco de la película “Fama”, de Alan Parker, interpretando el tema homónimo que ganó el Oscar a la Mejor Canción de 1980, y tres años después como parte de una de las bandas sonoras más vendidas en la historia de la película “Flashdance” (“Electrodanza”), que en su caso ya como co-autora le dio a ganar su propio Oscar también a la Mejor Canción, pero de 1983, por el tema de la cinta “Flashdance … What a Feeling”.
Nacida bajo el nombre de Irene Cara Escalera el 18 de marzo de 1959 en el Bronx, Nueva York, a partir de que sus padres se dieron cuenta del talento natural de la pequeña Irene la inscribieron en clases de canto, baile y actuación, y para antes de cumplir los 10 años de edad ya había aparecido en importantes programas como “El Show de Ed Sullivan” y “The Tonight Show” para los años 70 las puertas de Broadway, el cine y la televisión s ele comenzaron a abrir para integrarse en exitosos proyectos como el musical “Sparkle”, de 1976, o la película para televisión basada en la tragedia de Guyana, “la Historia de James Jones”, para iniciar los años 80 con el pie derecho actuando y cantando en la ganadora del Oscar “Fama”, que le dio además un par de nominaciones al Grammy, entre ellas la de Mejor Nueva Artista.
Con esos logros, en 1983 se le aproximó el compositor para entonces ya ganador del Oscar Giorgio Moroder (“Expreso de Medianoche”) para coescribir el tema que le dio a Irene su primer Oscar de la mencionada “Flashdance” a la que le siguieron apariciones en otras películas actuando (“Ciudad Ardiente”, de Clint Eastwood) o “Breakdin´”, entre otras, y aunque hacia finales del siglo XX su carrera musical frente a los reflectores fue disminuyendo, su influencia en artistas muy vigentes como lo pueden ser Mariah Carey o Lenny Kravitz, entre otros, se manifestó a raíz de su inesperado deceso.
Ya entrados en esta semana, fue el último día de noviembre cuando un golpe similar sacudió a las generaciones que crecieron en los años 70 y 80 al darse a conocer el fallecimiento a los 79 años de edad de Christine Mcvie, una de las dos voces femeninas de una de las más grandes agrupaciones británicas de rock junto a la llamada “bruja blanca del rock”, Stevie Nicks, Fleetwood Mac, banda a la que se acreditan de su autoría temas como los de “Little Lies” y “Everywhere”, de su álbum multiplatino “Tango in the Night”, de 1987, o de “Rumours”, de 1977, cuyas canciones reflejaban los rompimientos de la pareja de Christine en su tiempo, John Mcvie, así como de Stevie Nicks con Lindsay Buckingham.
Christine dejó la agrupación en 1984 para aventurarse en una carrera solista que no duró mucho puesto que estuvo de vuelta para 1987; en 1998 Christine fe inducida junto al resto de Fleetwood Mac en e Salón de la Fama del Rock and Roll justo al cumplirse 28 años de haber sido una de sus fundadoras en el año de 1970 como tecladista y cantautora, dejando la banda unos años más para completar otras dos producciones como solista y regresar con los Mac en el año 2014 y su reciente reencuentro. Descansen en paz.
Comentarios a: tavoneto69@yahoo.com.mx