SECA LA CONSTRUCCIÓN AL RÍO SAN RODRIGO
4 empresas extraen material del río, actividad prohibida en otras partes del mundo Desde 2016 se recomendó declarar área natural protegida, pero no prosperó Representa un daño irreversible que impacta a todo el ecosistema de la zona
El río San Rodrigo, en el norte de Coahuila, se ha extinguido, y los responsables de esto no realizaron trabajos de remediación, lo cual ha causado daños irreversibles al ecosistema de la región.
Cuatro empresas y/o personas físicas: Agregados de Calidad SA de CV, Materiales San Rodrigo SA de CV, Juan Martínez Rodríguez y Juan Martínez Talamantes se han dedicado en los últimos años a extraer material pétreo de este río, una actividad que está prohibida o restringida en países como Alemania, Francia, Suiza y Reino Unido.
En México, hay permisos para extraer este material en más de mil ríos, cauces, arroyos, corrientes o vasos, entre ellos este río del norte de Coahuila. Tan solo de este afluente, en los últimos 10 años, los privados extrajeron 3.9 millones de metros cúbicos de material pétreo, lo equivalente a llenar mil 141 albercas olímpicas.
Con este material se han construido distinta infraestructura sin que la Conagua, Semarnat, Profepa hayan vigilado las extracciones, u ordenado remediaciones.
No obstante, en 2016, la organización Amigos del Río San Rodrigo fue clave para que el Senado de la República recomendara al Estado mexicano que estableciera una moratoria de extracción en este afluente y que la cuenca fuera declarada como área natural protegida, sin embargo, no prosperó.
DAÑO IRREVERSIBLE
Para Jesús Gómez Sosa, ingeniero geólogo e integrante de Amigos del Río San Rodrigo, y Jesús Frausto, investigador del Colegio de la Frontera Norte, la desaparición del río es un problema irreversible o en el mejor de los casos podría ser reversible a muy largo plazo.
En los manifestaciones de impacto ambiental 05/MP-0004/10/11 y 05/MP-0107/05/12, correspondientes a las personas físicas Juan Martínez Rodríguez y Juan Martínez Talamantes, no se detalla cómo van a mitigar o remediar los impactos.
Otras manifestaciones de los concesionarios señalaban que se realizarían taludes de recarga o fijaciones de taludes en la ribera y un programa de reforestación en bordos, sin embargo, de acuerdo con Gómez, esto no se hizo.
Para Eglantina Canales, secretaria del Medio Ambiente de Coahuila, las remediaciones pudieron darse a la par de la extracción de material, por lo que señala que Conagua y Profepa eran las instancias encargadas de esa tarea.
Desde Conagua, Gerardo Márquez, director de Adminsitración del agua de la dependencia federal, reconoció que no se tiene ningún programa ni proyecto de restauración, aunque aclara que esto “podría surgir desde la Secretaría del Medio Ambiente de Coahuila, apoyado y validado por Conagua, Profepa y Semarnat”.
SIN SANCIONES
De acuerdo al artículo 420 bis del Código Penal Federal se establece que habrá penas de 2 a 10 años de prisión a quien ilícitamente dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas, esteros o pantanos.
Además en el artículo 113 bis de la Ley de Aguas Nacionales se dice que al extinguirse la concesión o las obras, se deben reparar los daños apreciables a taludes, cauces y otros elementos relacionados con la gestión del agua.
De acuerdo con especialistas, lo que sucedió en el río San Rodrigo encuadra en cualquiera de las normativas. Pese a que en las manifestaciones de impacto ambiental se consideran obras de conservación y restauración, éstas no se han realizado. Además que ni la Profepa, ni la Conagua han castigado la destrucción de este río. Este reportaje forma parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists, en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers. SEMANARIO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES