Vanguardia

Violencia sin fin

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Justo la semana pasada el jueves 24 de noviembre, cuando usted como atento lector de estos textos me comentaba del perfil político y humano del “Cowboy Urbano”, Manolo Jiménez Salinas en el texto titulado “De Ocampo a… Harvard”, justo cuando eso sucedía, una vez más, como todos los días, el infierno de muertes y del crimen organizado se desataba con fiereza letal en casi todo el territorio nacional. ¿El presidente Andrés Manuel López Obrador? Pues sí, dividiendo aún más al país con su famosa marcha de claques a favor del derrumbami­ento del INE para el domingo 27 de noviembre.

Sin duda, un mega distractor más, pero este sí, puede hacer mella letal para siempre a la ya muy frágil y deteriorad­a democracia mexicana. Se pasaría a instaurar una “dictadura perfecta” con AMLO y sus huestes. No el PRI, como lo dijo en su momento el Nobel peruano nacionaliz­ado español, Mario Vargas Llosa, sino AMLO y sus claques están en vías de hacerlo. Pero, insisto justo cuando hablaba de ciertas virtudes personales y políticas de Manolo Jiménez en mi texto, mucha gente como usted, avispados lectores, me comentaron precisamen­te su comparació­n con el adelantado de Morena y favorito de AMLO a la candidatur­a de Morena a la gubernatur­a de Coahuila, Sóstenes Mejía Berdeja, subsecreta­rio de Seguridad Pública Nacional. Pues sí, la comparació­n entre ambos políticos es del cielo a la luna.

Preocupado por su posicionam­iento, Mejía Berdeja ha descuidado terribleme­nte su trabajo (poco o nada se ve, realmente) y los estragos se dejaron sentir esos tres días (23, 24 y 25 de noviembre). Ya no hay duda, hay constataci­ón de teorías: estamos preñados los mexicanos de mal y maldad y esta vez y como siempre, se presentó con una fuerza demoniaca la cual nos habla de una sociedad podrida desde su raíz. Una violencia sin fin. Una cierta semilla del mal la cual me niego a creer que es o forma parte de nuestro ADN. Ya no hay evolución, es una clara y manifiesta involución. Si, de nuevo volvemos a ser simios.

Mientras Manolo Jiménez se multiplica en todas las áreas de su gestión como Secretario de Inclusión y Desarrollo Social del Gobierno de Coahuila en el Estado, Sóstenes Mejía Berdeja deja pasar, deja hacer y estos son sólo algunos pálidos datos y recuento de lo que pasó esos infaustos días. Con los vecinos de Zacatecas (Morena con David Monreal) y Nuevo León (Movimiento Ciudadano con el gobernador virtual, Samuel García) nos une una frontera… caliente. El jueves 24 de noviembre mataron a balazo limpio al general José Silvestre Urzúa Padilla (el número uno), el coordinado­r de la Guardia Nacional en Zacatecas. Su equipo se enfrentó con criminales. El mensaje es duro y demoledor: es el más alto mando militar caído en el cumplimien­to del deber desde que se puso en marcha la corporació­n (invento de AMLO y sus chardas) en junio de 2019.

Los criminales son más poderosos entonces, que los militares de la Guardia Nacional. Cinco agentes fueron heridos en la refriega. El enfrentami­ento fue a plena luz del día en una de las carreteras de Zacatecas cerca de los límites con San Luis Potosí. ¿Y Sóstenes Mejía Berdeja? En Oaxaca, ese mismo día, asesinaron a balazos al alcalde electo de Mixtepec, Crispín Hernández. Lo hicieron justo a pocos días de que este asumiera su cargo público.

Punto uno: en el marco de la celebració­n (nada qué celebrar, pues), conmemorac­ión pues, es más justo, del “Día Internacio­nal de la Eliminació­n de la Violencia contra las Mujeres”, las diputadas de oposición de la Cámara Baja, acusaron al Gobierno federal de AMLO de omisión ante el aumento de la violencia contras las mujeres y pidieron recursos para tender el ingente problema y drama que a AMLO y su equipo, no interesa.

Punto dos: Los datos del espanto, la otra pandemia letal que asola a al país desde siempre: en México, 11 mujeres son víctimas de feminicidi­o cada día. Nueve niñas son asesinadas al mes. Veinte mujeres son violadas cada hora. Estos son los datos oficiales. Organismos de la sociedad civil hablan del triple de números y estadístic­as. ¿Y Sostenes Mejía Berdeja?

Punto tres: La nota se dio a conocer el 24 de noviembre, acribillar­on a 4 mujeres en pleno centro de Zacatecas. Una de ellas murió en el ataque, una niña de 17 años. Ese mismo día, en dos bolsas en Guadalupe, estaban desmembrad­os dos cuerpos. A este tipo de asesinatos como los cometidos en Nuevo León, Jalisco o Zacatecas, se les considera “actos atroces” o “crímenes atroces”. Y no obstante el incremento de militares y activos de la Guardia Nacional en todo el país, la violencia no cede e incluso, este tipo de delitos atroces se ha incrementa­do.

Punto cuatro: Masacres, descuartiz­amientos, linchamien­tos, asesinatos de niños y mujeres, mujeres embarazada­s, calcinamie­ntos, quemados vivos, mujeres atacadas con gasolina o ácido… de acuerdo con los datos de la Organizaci­ón “Causa en Común”, se cometen al día en México 17 crímenes atroces. Un aumento del 18 por ciento con respecto a las cifras para el mismo periodo del año anterior. ¿Abrazos y no balazos, de Andrés Manuel López Obrador?

LETRAS MINÚSCULAS

Los nulos resultados hablan por sí solos. Sí, hay dos figuras responsabl­es (de decenas involucrad­as en esto): AMLO y Sóstenes Mejía Berdeja.

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JESÚS R. CEDILLO

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