Si te das cuenta de que tengo depresión, por favor no me pidas que le eche ganas
DONA WISEMAN
“Ocúpate, distráete, ponte a hacer algo.” Esto es parte de la letanía que escuchamos las personas que hemos pasado por etapas depresivas. “Todo está en la mente.” “Es cuestión de fuerza de voluntad.” “Mira todo lo que tienes y agradece.”
No les voy a agradecer las buenas intenciones que creen tener las personas que inciden y reinciden en esta lista, que más que surgir de la preocupación por la persona deprimida, surge de la inhabilidad que tenemos los demás de lidiar con lo que le pasa al otro, de nuestra incomodidad ante el malestar y la molestia que nos causa tener que ajustar nuestras expectativas a alguien que simplemente no podrá, por más que le acusemos de no querer hacer el esfuerzo.
Una persona en depresión está agotada. Su energía física, mental, emocional, y espiritual está gastada y, como dijo una amiga anoche, anda con la pura braza y ceniza rescatadas de fuegos internos que están a punto de apagarse por completo. No tiene con qué hacer esfuerzos. Créanme, lo sé. Y sé que muchos de ustedes lo saben también. Los consejos comunes de quienes conviven con personas que padecen depresión no sirven.
Entonces, ¿Qué debemos de hacer cuando una persona cercana se encuentra en una situación así? Aún no hemos creado un mundo en donde la persona con depresión puede reconocer su condición y sentirse libre de buscar la ayuda profesional que requiere, donde puede decir “no” a las sugerencias y acusaciones que llegan de otros que no conocen y no alcanzan a considerar la condición real en la que se encuentra uno al estar en depresión. El secreto radica en el acompañamiento, en la observación, y en el escuchar. La respuesta está en terapia y en tratamiento psiquiátrico. En la depresión, como en la diabetes o los problemas de tiroides, nuestro cuerpo ha dejado de producir alguna sustancia química, y necesitamos reponerla. Es así de “sencillo”. Si yo tuviera diabetes, ¿tendrías problema con que tomara insulina? No, verdad. Si estoy con depresión, por favor, apóyame a tener la ayuda que requiero.