NO EXISTEN CASINOS, PERO SÍ LUDÓPATAS
Las casas de apuestas online también crean adicción; ‘funcionan como una droga’, dice especialista
A pesar de que desde 2012 están prohibidos los casinos como establecimientos en Saltillo, los padecimientos de ludopatía aún permanecen en la ciudad a través de las apuestas en línea, principalmente deportivas.
Humberto Cantú es un agente de autos originario y residente de Saltillo, que viajó a los 19 años a San Antonio, Texas, donde reconoció que una vulnerabilidad emocional y el dinero que ganaba como mesero le provocaron una dependencia a las apuestas.
“Todavía estaba en la prepa cuando agarré el bono de 400 pesos iniciales que te da Caliente (página de apuestas) para entrar. Obviamente esos los perdí. Empiezas muy mal, apostando parlays (una apuesta de varios resultados) de tres equipos para ganar cifras de hasta 3 millones de pesos, lo cual es casi imposible”, contó Cantú en entrevista para VANGUARDIA.
“Quieras o no te clava una espinita de decir, la siguiente sí va a pegar. Al final de esa semana perdí mil dólares y en la siguiente cometí el peor error de mi vida, lo que era para el carro, lo volví a meter y lo perdí”, declaró Cantú.
Agregó que después de esa situación tuvo que comenzar a pedir dinero prestado para pagar su automóvil, después venderlo, e incluso tuvo que cambiarse de casa porque ya no le alcanzaba para pagar sus deudas y la renta del lugar donde vivía en San Antonio.
“Me empecé a desesperar, hubo un día que lloré entero porque no sabía qué hacer con mi vida. La neta yo estaba muy mal, sentía mucha ansiedad y depresión.
Estaba solo, lejos de mi casa a mis 19 años y sentía que había perdido el control de una situación que había comenzado muy bien en otra ciudad”, dijo.
Cantú añadió que después de hablar con su abuelo, entendió que tenía un problema y decidió apartarse por completo de las apuestas.
“Como en una relación, comencé a hacer contacto cero. Bloqueé al bato del crédito, borré las apps y dejé de ver deportes”, contó Humberto, quien agregó que así fue su situación durante cuatro meses en los que le aburría ver partidos porque no sentía la adrenalina de las apuestas.
VANGUARDIA tuvo conocimiento de al menos otros tres saltillenses que tuvieron problemas económicos o familiares, como deudas e incluso robos, derivados de su dependencia a las apuestas, aunque por privacidad de los afectados fue imposible entrevistarlos.
‘FUNCIONA COMO UNA DROGA’
En entrevista para VANGUARDIA, la docente investigadora de la Facultad de Psicología de la UADEC, Karla Valdés, declaró que “cuando había casinos se había observado en consulta los reportes de casos de personas con dificultades por juego patológicos”.
“Estos casos se daban por personas que tenían problemas al gastarse la quincena, perdían bienes como vehículos o propiedades y eso afectaba sus relaciones interpersonales por el comportamiento adictivo”, señaló la académica.
Valdés agregó que cuando existe el padecimiento, las personas buscan cómo ejercerlo aunque sea en espacios en línea o incluso fuera de la legalidad.
Respecto a las señales de alerta, Valdés comentó que el primer foco rojo se da cuando la persona establece un límite para la apuesta y no lo cumple, incluso cuando eso no genere un problema grave o económico.