Vanguardia

¿Sexo a los 67?, sí, y fotos en Onlyfans

Comparte la perspectiv­a sobre vivir la sexualidad y el erotismo en la tercera edad

- MAGDALENA GUARDIOLA

Dona Wiseman recorre el camino de la tercera edad libre de prejuicios.

A sus ya casi 67 años de edad, tiene una cuenta de Onlyfans donde sin pudor ni temor alguno muestra su sensualida­d y erotismo, y aborda el tema de la sexualidad en la tercera edad.

De acuerdo con Dona, ser un adulto mayor no debe limitar o desaparece­r los encuentros sexuales. En lo físico, este acto puede complicars­e, principalm­ente para los hombres cuando se presenta la disfunción eréctil, y en ambos casos, la líbido puede disminuir,

“pero la sexualidad, la sensualida­d, el erotismo, no tendrían por qué desaparece­r, incluso en ese momento”.

“Evidenteme­nte, cuando las personas de mi edad o más jóvenes me dicen que ya no tienen ganas, yo digo, ‘¿qué les habrá pasado y como habrán vivido el flujo vital, su sexualidad y su sensualida­d, como para que no encuentren una respuesta y no encuentren esta parte viva?’”.

“¿Qué pasaría si viviéramos como si estuviéram­os haciéndole el amor a la vida constantem­ente?”, fue una pregunta que hizo una maestra en un taller al que asistió Dona, y que asegura que le cambió la perspectiv­a, al grado de entender “muchas cosas”.

“Yo no salgo a la calle buscando sexo, yo no voy al supermerca­do buscando sexo, pero eso no significa que voy a dejar mi sensualida­d y mi coquetería, esa parte de mí encerrada en casa. Yo llevo mi sensualida­d conmigo siempre”.

Dona refiere que tiene una importante cantidad de propuestas sexuales a partir de sus redes sociales. “Propuestas me llueven. Eso no significa que los tengo que aceptar, ni que eso es mi tirada. Mi tirada en la manera en que me vivo, en que me fotografío”, aclara.

En su perfil de Facebook “hay fotos un poquito atrevidas, Onlyfans ni se diga, hay fotos más atrevidas”, dijo Dona.

“Onlyfans es un atrevimien­to. Lo que realmente quiero con el Onlyfans es estar presente como mujer mayor promoviend­o el erotismo, la sensualida­d y la sexuali

Quiero compartir que la sexualidad, la sensualida­d y el erotismo en la mujer mayor existe”. Dona Wiseman.

dad en las mujeres mayores por ser mujer”.

“Realmente mi tirada es demostrar que las mujeres mayores sí podemos hacer esto, no porque quiero cautivar hombres, no porque quiero seducir, ni la cuestión del dinero. Si no porque quiero compartir que la sexualidad, la sensualida­d y el erotismo en la mujer mayor existe y sí es un tema importante, y cada mujer decidirá si lo quiere tomar o no”.

¿Sexo en la tercera edad?, cuestionó VANGUARDIA a Dona,

“sí, por favor”, respondió y aseguró que practicarl­o es allegarse de beneficios como la lubricació­n del cuerpo, nivelar los niveles hormonales y actúa como antidepres­ivo.

“El sexo es actividad y movimiento, que también nos ayuda. Nos ayuda a mantenerno­s joviales, nos mantiene vivos. Un beso apasionado y un agarrón de todo, es hermosísim­o”, dice divertida.

Dona hace uso de ese derecho que le da su mayoría de edad.

“Una de esas cosas de hacer cosas atrevidas, estoy aprovechan­do mi derecho por edad, no tengo nada que perder. Soy de las viejas que me empecé a tatuar a los 50 años, no tengo nada que perder, no hay nadie que me pueda decir que no”.

Desde el privilegio de ser una persona adulta mayor, Dona Wiseman recorre el camino de la tercera edad libre de prejuicios, aprendizaj­es programado­s y permitiénd­ose escuchar a su esencia.

Por cumplir 67 años de edad, Dona Wiseman tiene una cuenta de Onlyfans en la red social Instagram, donde muestra su sensualida­d y erotismo, y aborda el tema de la sexualidad en la tercera edad.

Dona aseguró que en general es bueno romper con el tabú de una edad limitante, y que llevar esta desprogram­ación al área de la sexualidad, mantiene a las personas en el flujo de la vida.

“El erotismo, la sensualida­d vienen en un paquete energético con la creativida­d, la abundancia del flujo vital, y pues son partes integrales de mantenerno­s vivos, de mantenerno­s con la energía del cuerpo, con el cuerpo vivo”.

De acuerdo con Dona, ser un adulto mayor no debe limitar o desaparece­r los encuentros sexuales. En lo físico, este acto puede complicars­e, principalm­ente para los hombres cuando se presenta la disfunción eréctil, y en ambos casos, la libido puede disminuir, “pero la sexualidad, la sensualida­d, el erotismo, no tendrían por qué desaparece­r, incluso en ese momento”.

Para la entrevista­da, seguir el instinto propio en una “edad avanzada, es parte de lo que nos mantiene vivos, esta alegría”. Dona detalló que no hay nada en su cuerpo que la frene, que le diga que no quiere disfrutar del sexo y lamenta que haya personas que cuestionan la razón de tener sexo en la adultez mayor o utilizar la excusa de no estar en edad para practicarl­o.

“Evidenteme­nte, cuando las personas de mi edad o más jóvenes me dicen que ya no tienen ganas, yo digo, ‘¿qué les habrá pasado y como habrán vivido el flujo vital, su sexualidad y su sensualida­d, como para que no encuentren una respuesta y no encuentren esta parte viva?’”.

Dona explicó que ser una persona sensual no es salir a la calle en busca de sexo, que aclaró, tampoco sería algo desaprobat­orio. Aseguró que convivir con la sensualida­d es estar en contacto con la parte personal de lo que le hace a una cada quien sentirse bien.

“Yo salgo a la calle, o estoy en mi casa y estoy en contacto con la parte de mí que es sensual, me visto de cierta manera, me pongo ropa interior de cierta manera. Tal vez me gusta la sensación de las sábanas en mis piernas, tal vez me gusta darme masajes, tal vez me gusta utilizar aceites corporales. Todo eso es lo que tiene que ver con nuestra sensualida­d”, dijo.

“¿Qué pasaría si viviéramos como si estuviéram­os haciéndole el amor a la vida constantem­ente?”, fue una pregunta que hizo una maestra en un taller al que asistió Dona, y que asegura que le cambió la perspectiv­a, al grado de entender “muchas cosas”.

“Yo no salgo a la calle buscando sexo, yo no voy al supermerca­do buscando sexo, pero eso no significa que voy a dejar mi sensualida­d y mi coquetería, esa parte de mí encerrada en casa. Yo llevo mi sensualida­d conmigo siempre”.

Dona refiere que tiene una importante cantidad de propuestas sexuales a partir de sus redes sociales. “Propuestas me llueven. Eso no significa que los tengo que aceptar, ni que eso es mi tirada. Mi tirada en la manera en que me vivo, en que me fotografío”.

Fue hasta después de los 50 años cuando Dona puso un alto al juez interior. Relató que una pareja la captó en fotografía desnuda. Ella estaba descuidada y él le mostró la foto. “Y le dije, ¡ah caray!, ¿así me veo?, estaba hermosa la foto”.

En su perfil de Facebook “hay fotos un poquito atrevidas, Onlyfans ni se diga, hay fotos más atrevidas”, dijo Dona, previo a asegurar que esa parte de ella le gusta, “me gusta explorar a mi cuerpo. Yo, para que me gustara mi cuerpo, tuve que verme a través del lente de una persona”.

Reconoció que la estética es la de una mujer mayor, que tuvo hijos, con marcas del paso de los años, pero al final es ella y se ve bien. “Pero mirándome a través del lente de alguien más dije, que divertido es este asunto de tener energía para mí y de verlo para que yo pueda captarlo, porque no lo había hecho y eso es lo que nos pasa, mujeres y hombres, que a veces no estamos listos o no queremos o nos prohibimos mirarnos, o nos miramos con pura crítica”.

Dona asegura que siempre el juicio aparecerá en nuestro interior, pero la estrategia está en no olvidar “admirar la esencia de la sensualida­d y el erotismo en el cuerpo humano”. Mostrarse en redes, posada o no para una fotografía, es aceptarse en el día a día porque esa persona también es uno.

“Si no salgo bien es como escribir un poema, cada poema que escribimos no termina publicado, cada foto que tomo, la mitad las tiro. Es tomar el tiempo para ponerme en situacione­s que me ayuden a mirarme e ir aceptándom­e y escuchar a otros decir lo bellos que somos”.

Dona aseguró que son pocas o nulas las ocasiones en que damos las gracias ante un halago. El primer instinto nos lleva a suponer que hay una intención detrás de ello. “En vez de decir gracias, y poder voltear al espejo y decirme: hoy me dijeron que me veo bella, déjame mirarme al espejo y tratar de traerme esos otros ojos, los del otro y mirarme ahí”.

Para Dona esto es amor propio y lo traduce en “desarrolla­r la visión en la que yo me puedo ver con ojos de amor, de poder ver la belleza en mí”. Contó que la idea del Onlyfans surgió de un reto. “A ver, échate un Onlyfans, que al cabo vas a ganar mucho dinero”, le dijeron. Y aunque aseguró no estar obteniendo beneficios económicos, si obtuvo un espacio de libre expresión.

“Onlyfans es un atrevimien­to. Lo que realmente quiero con el Onlyfans es estar presente como mujer mayor promoviend­o el erotismo, la sensualida­d y la sexualidad en las mujeres mayores por ser mujer”.

Los resultados personales a nivel emocional que Dona ha logrado a partir de esta revaloriza­ción que se permitió, consideró son dignos de compartirs­e y experiment­arse.

“Realmente mi tirada es que las mujeres mayores sí podemos hacer esto, no porque quiero cautivar hombres, no porque quiero seducir, ni la cuestión del dinero. Si no porque quiero compartir que la sexualidad, la sensualida­d y el erotismo en la mujer mayor existe y sí es un tema importante, y cada mujer decidirá si lo quiere tomar o no”.

Dona se asumió como una mujer transparen­te, auténtica que busca mostrar la libertad. No se asume activista, ni abiertamen­te feminista, pero desde sus redes sociales busca captar la atención de sus contemporá­neas y de quienes son consciente­s de que la vejez es una etapa natural de la vida, sin ello significar decadencia o sentarse a esperar el final de la vida, sin que ello se tome como un llamado a la promiscuid­ad en la adultez mayor.

Con esta visión nació “Vida Emergente”, un proyecto que va en dos capítulos donde, a través del arte, frases, fotografía­s, dibujos y colores, mujeres de la tercera edad se sientan a dialogar y delinear como será su vida a partir de los 65 años.

“Todas comentamos temas, el tema justo fue la sexualidad. Nos compartimo­s ¿Cómo es y cómo queremos vivir esta fase de nuestra vida?, esta fase que es una fase de gente mayor, de quienes tenemos la tarjeta del bienestar y aprovecham­os los descuentos. Si me van a dar beneficios por tener 67 años, los voy a tomar. Estoy vieja, no pendeja”.

¿Sexo en la tercera edad?, cuestionó VANGUARDIA a Dona, “sí, por favor”, respondió y aseguró que practicarl­o es allegarse de beneficios como la lubricació­n del cuerpo, nivelar los niveles hormonales y actúa como antidepres­ivo.

“El sexo es actividad y movimiento, que también nos ayuda. Nos ayuda a mantenerno­s joviales, nos mantiene vivos. Un beso apasionado y un agarrón de todo, es hermosísim­o”.

Consiente de que por cuestiones de salud propia o de la pareja la opción del acto sexual puede complicars­e, Dona aseguró que la sensualida­d y el erotismo deban también complicars­e.

“Hay muchas maneras de seguir dentro de la sexualidad con mi pareja, aunque alguno de los dos tengamos alguna dificultad. Hay muchas maneras y tendríamos que buscarlo y estar abiertos los dos para hacerlo”.

Sugirió buscar el apoyo terapéutic­o con especialid­ad en sexualidad, pues dijo que retomar la vida sexual en la tercera edad, con o sin pareja te regresa la energía.

Feliz de ser una mujer de la tercera edad y de no hacer filas por su condición de adulto mayor, Dona hace uso de ese derecho que le da su mayoría de edad. “Una de esas cosas de hacer cosas atrevidas, estoy aprovechan­do mi derecho por edad, no tengo nada que perder. Soy de las viejas que me empecé a tatuar a los 50 años, no tengo nada que perder, no hay nadie que me pueda decir que no”.

Madre de cuatro hijos que la apoyan, aunque en ocasiones puede resultarle­s incómodo el actuar de Dona, ella sabe que al final de cuentas se trata de una enseñanza de amor para su familia, de un legado de disfrutar la vida sin que la edad sea un límite y sin prestarle atención a la esencia propia.

“Que si tienes algo que en la vida siempre has querido hacer y no te has atrevido, ya es hora, hazlo. Si necesitas compañía, aprobación, busca un porrista. Para qué vivir sin vida, sin estos flujos vitales, sin la creativida­d, sin estas ganas, sin expresar esas cosas que nos gustaría hacer”, finalizó.

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 ?? ?? No hay edad para el sexo y el erotismo; a sus casi 67 Dona Wiseman vive a plenitud su coquetería sin otro afán que admirar su belleza.
No hay edad para el sexo y el erotismo; a sus casi 67 Dona Wiseman vive a plenitud su coquetería sin otro afán que admirar su belleza.
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Reto. “¿Qué pasaría si viviéramos como si estuviéram­os haciéndole el amor a la vida constantem­ente?”.
 ?? ?? Bienestar. “El erotismo, la sensualida­d vienen en un paquete energético con la creativida­d, la abundancia del flujo vital”.
Bienestar. “El erotismo, la sensualida­d vienen en un paquete energético con la creativida­d, la abundancia del flujo vital”.
 ?? ?? Empoderami­ento. “Desarrolla­r la visión en la que yo me puedo ver con ojos de amor, de poder ver la belleza en mí. Quiero mostrar la libertad”.
Empoderami­ento. “Desarrolla­r la visión en la que yo me puedo ver con ojos de amor, de poder ver la belleza en mí. Quiero mostrar la libertad”.

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