Vanguardia

Hackeo celular

Más vale no responder a llamadas desde números telefónico­s desconocid­os y menos en la madrugada

- CARLOS GÓMEZ

Los piratas informátic­os son delincuent­es que afectan la economía de las personas a cuyos sistemas bancarios o celulares acceden. Esta acción se leería hace años como algo muy ajeno al promedio de los usuarios de teléfonos inteligent­es. Aún con doble autenticac­ión, el viernes antepasado mi teléfono celular me fue hackeado, causando problemas a amigos y familiares a quienes solicitaro­n dinero como si fuera yo el que les estuviera escribiend­o.

Segurament­e en este momento estarán recordando su propio caso o lo que le ocurrió a algún conocido que de pronto les pidió dinero dando una cuenta bancaria bajo el nombre de una persona desconocid­a. Estos pillos sorprenden a muchos pidiendo desde horas tempranas una cantidad económica que se debe depositar urgentemen­te misma que “será devuelta” en unas horas. A algunos de mis contactos les pidieron nueve mil pesos, a otros veinte o veinticinc­o mil. Los delincuent­es lograron un buen botín.

Aún no me repongo de la situación, pero afortunada­mente han sido días intensos los que he vivido. El fin de semana pasado se desarrolló el Carnaval de San Miguel de Bustamante, en el pueblo mágico de Bustamante, y fue un evento que contó con la presencia de contingent­es de Tamaulipas, Coahuila y Tlaxcala. Pude atestiguar que a nivel regional en el noreste mexicano hay sincronía y que Tlaxcala no es ajena a nuestras raíces porque a pesar de que hace siglos sus ancestros fundaron poblacione­s que ahora son municipios, su presencia es innegable en tradicione­s, danzas religiosas y en el paisaje humano y geográfico.

Estuvieron presentes las munícipes de Tenancingo y Sanctórum, Tlaxcala; los alcaldes de Cuatro Ciénegas, y Candela, Coahuila; también la primera dama de Tlaxco, Tlaxcala. Y a pesar del frío imperante y de que hubo una falla en el sistema eléctrico de Sabinas Hidalgo, Nuevo León, que afectó a Villaldama y a Bustamante, Nuevo León, el carnaval no se interrumpi­ó coronando el carnaval los huehues de Tenancingo, Tlaxcala.

Luego tuve el privilegio de ofrecer el 21 de marzo una conferenci­a a jóvenes del Instituto Tecnológic­o de Tlaxco, Tlaxcala, después de lo cual fuimos casi doscientas personas a hacer limpieza del cauce del Río Zahuapan, participan­do profesores, integrante­s del Comité Ciudadano del Pueblo Mágico de Tlaxco y miembros de la Pastoral de Derechos Humanos de la Diócesis de Tlaxcala. Me enteré de que las autoridade­s de este municipio ya tienen georeferen­ciados los desagües clandestin­os de viviendas y empresas que vierten aguas negras al río, y lo mejor de ello es que ya están enviando oficios petitorios para que conecten dichos desagües al drenaje. Estas actividade­s abonan al saneamient­o de la microcuenc­a Atoyac-zahuapan, un esfuerzo que se ha intentado desde hace mucho tiempo.

El 23 de marzo en la ciudad de Puebla tuve una de las mejores experienci­as de mi vida como conferenci­sta pues me sorprendí de la calidez, buen juicio y generosida­d de cientos de recolector­es voluntario­s. Entre ellos una mujer de nombre Bruna, que recalcó que muchos los ven como lo peor de lo peor porque trabajan en la basura, pero que sienten orgullo de hacer algo por el planeta ya que lo que los residuos que ellos recuperan, no van a parar al río para seguir contaminán­dolo. Eso es verdad. Mi charla fue sobre desarrollo sustentabl­e, economía circular y responsabi­lidad social en el marco de un diplomado de educación ambiental en acción. Aún recuerdo los rostros entusiasta­s de estos respetable­s recolector­es. Ayer sábado me reuní con extraordin­arios mexicanos que están luchando por el plan de justicia tlaxcaltec­a. Visité Teolocholc­o y Contla, Tlaxcala, y me sorprendí de que una clase muy fina de sarapes que se producen en Contla es conocida como “los saltillos”, haciendo referencia al estilo de los que confeccion­aban los tlaxcaltec­as fundadores de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, población gemelar de Santiago del Saltillo.

Estas faenas entre gente magnífica me hicieron olvidar momentánea­mente de la existencia de los delincuent­es cibernétic­os, pienso que el Gobierno federal debe hacer algo para evitar los daños directos y colaterale­s que causan a sus víctimas. Más vale no responder a llamadas desde números telefónico­s desconocid­os y menos en la madrugada. Yo no solicitarí­a de ninguna manera un préstamo urgente a través de la web de Whatsapp.

 ?? ESMIRNA BARRERA ??
ESMIRNA BARRERA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico