MARIELA GUTIÉRREZ
LLENA LOS ESPACIOS VACÍOS
La Tierra es una esfera que aguarda en la mesa a que madre e hija terminen el resto de los planetas del sistema solar. Juntas, crean de cero un fragmento del universo para la escuela. Todo inició allí, en casa.
Mariela Gutiérrez Arsuaga es la menor de cuatro hijos, de unos padres ‘hacedores’. Su papá construía juguetes; su mamá rellenaba globos con dulces y armaba la decoración de los cumpleaños. Ambos, como saltillenses que son, hacían sus cajetas. Se atreven a preparar yogurt siguiendo la receta que vieron en la televisión. Si es de cero, mejor. Sus hermanos, dos ingenieros y una contadora, también absorbieron las ansias de crear: una casita para el perro, un deshidratador de fruta.
Así, a hombros de gigantes, ella empezó a hacer; rodeada del silencio, para poder escucharse. Sin ser consciente, absorbió de su hogar y su familia ese deseo. Afirma que así le pasa a todos durante la infancia; sin embargo, al crecer descubres los huecos que quedaron y cómo aprovecharlos para llenarlos a consciencia de lo que queremos: desde lo material hasta las personas que nos rodean, los conocimientos adquiridos, los lugares y gente por conocer.
EVOLUCIÓN DE IDEAS
El concepto de espacios vacíos con infinitas posibilidades lo plasmó en su obra ‘Blank Space’, con la que ganó el primer lugar del concurso internacional con motivo del Día Internacional de la Mujer de la joyería PDPAOLA, una marca española.
El propósito era celebrar a las mujeres y su creatividad, así como proveer a las artistas con financiamiento y oportunidades de liderar en su campo artístico. Recibieron múltiples obras de participantes de todo el mundo, en pintura, literatura, cerámica, diseño de moda, etc.
Además de un premio económico, Mariela recibirá consultoría por parte de la empresa y expondrá en una de sus tiendas insignia en Madrid.
Las ideas ‘se mastican’ desde muchos años antes. El origen de ‘Blank Space’ se rastrea hasta un sketch del 2018. Unas hojas blancas, un montón de formas. Círculos, curvas, rectángulos, arcos. Una en específico resalta ahora: óvalos cortados por un eje vertical. No son simétricos, ni perfectos. La vida tampoco lo es.
Volvió a la idea en otra pieza que al final abandonó: allí los definió como caminos. Su mamá la conservó y comenzó a llenar su centro con un nacimiento en Navidad o con flores en primavera. Mariela comprendió lo que era en realidad: espacio vacío. Inspirada por el trabajo de la diseñadora Eny Lee Parker, quiso crear mobiliario en cerámica. Así nació la mesa, con las ideas que le llegaban mientras trabajaba.
Le llena de emoción exponer en el extranjero, representar a México y a Saltillo, así como aprender de una empresa internacional como lo es PDPAOLA.
“Es la primera vez que realizaban la convocatoria y creo que también eso es importante: ser el primer proyecto con el que van a empezar a hacer este tipo de actividades”, explicó.