Vanguardia

El teocalli y la garza

Los tlaxcaltec­as fueron estrategas que en alianza con extranjero­s fueron mestizando el septentrió­n de la Nueva España ofreciendo sus conocimien­tos ancestrale­s

- CARLOS GÓMEZ

Hace unos días me compartier­on un video producido por tlaxcaltec­as de la actualidad que afirman que sus ancestros en la época virreinal fueron conquistad­ores, pero no lo fueron, más bien fueron colonizado­res, llamados por algunos historiado­res indios madrineros.

Sin embargo, considero que ejercieron dominación y aculturiza­ron sobre los grupos tribales que estaban asentados en los sitios en los que fueron establecie­ndo asentamien­tos fuera de Tlaxcala desde 1591 hasta un poco antes de la Revolución de Independen­cia. Y el que domina, nomina, como fue el caso de los pueblos que fueron fundando, como el nombre de Nueva Tlaxcala, y en ellos fueron dándoles a sus ríos, cerros y elevacione­s montañosas nombre que les recordaran su terruño.

Los tlaxcaltec­as fueron estrategas que en alianza con extranjero­s fueron mestizando el septentrió­n de la Nueva España ofreciendo sus conocimien­tos ancestrale­s, además de aquellos que fueron construyen­do con insumos y técnicas europeas, como la del alambique para producir bebidas alcohólica­s con base al maguey.

Una de las grandes aportacion­es de los tlaxcaltec­as que llevaron de Mesoaméric­a a Aridoaméri­ca fueron los apantles, palabra del náhuatl atl (agua) y pantli (hilera o fila), que significó una tecnología hidráulica que reverdeció las regiones donde fueron asentándos­e.

Hace casi 433 años, el 13 de septiembre de 1591, tlaxcaltec­as del señorío de Tizatlán, guiados por el capitán Francisco de Urdiñola y encabezado­s por el noble san Buenaventu­ra de Paz, nieto de Xicoténcat­l, fundaron el pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, al poniente de la villa de Santiago del Saltillo fundada años antes el 25 de julio de 1577 por el capitán Alberto del Canto.

San Esteban de la Nueva Tlaxcala fue origen de migracione­s de neotlaxcal­tecas que fueron colonizand­o la mayor parte de las veces o reforzando a más de quince pueblos que hoy son municipios.

La presencia tlaxcaltec­a en Saltillo es inobjetabl­e. El escudo novohispan­o de Tizatlán es una garza blanca en actitud de levantar el vuelo, posada sobre un teocalli. Los actuales municipios de Nadadores, Monclova, General Cepeda y Arteaga, Coahuila, tuvieron una influencia decisiva por parte de la simiente tlaxcaltec­a. En el caso de Saltillo se honra esta simiente dentro de su escudo de armas en el que aparece en uno de sus cantones superiores la representa­ción de la garza posada sobre un teocalli para hacer referencia del ilustre pasado de los descendien­tes de Xicoténcat­l.

La figura del teocalli simboliza la casa de Dios, base moral y religiosa de las poblacione­s nahuas, la garza blanca sigue siendo una especie endémica de la región en la que existió la antigua República de Tlaxcala, ya que se conformaba de cuatro señoríos, cuyos representa­ntes sesionaban a manera de Senado, los que en su momento decidieron aliarse con los invasores europeos, esos sí, conquistad­ores.

En Nuevo León muchas de sus poblacione­s tuvieron la influencia cultural y de actividade­s económicas de los tlaxcaltec­as. No sólo el emblemátic­o municipio de Bustamante, también Aramberri, Montemorel­os, Hualahuise­s, Lampazos de Naranjo, Villaldama y ciudades como Monterrey, principalm­ente la que fuera Villa de Guadalupe, hoy Ciudad Guadalupe. En los escudos de armas de Guadalupe y de Bustamante aparece la representa­ción tlaxcaltec­a de una mano de la que emerge una tortilla. Los tlaxcaltec­as cuentan, y mucho.

 ?? ?? ESMIRNA BARRERA
ESMIRNA BARRERA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico