PISA revelaría fallas del sistema educativo
‘Si el gobierno federal acuerda abandonar PISA sería un grave retroceso para el país’, opinaron especialistas
Especialistas en temas educativos aseguran que la intención del gobierno de abandonar la prueba PISA, que aplica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cada tres años a estudiantes de 15 años, es por la falta de transparencia de la actual administración federal, que busca evitar que se conozca, a través de la evaluación, si funciona o no su estrategia educativa.
En este sexenio se dejaron de aplicar evaluaciones para estudiantes de educación básica, como PLANEA (Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes), el Estudio Regional Comparativo y Explicativo, que dejaron de aplicarse en 2019, y TALIS (Teaching and Learning International Survey), promovido por la OCDE, que está dirigido a directores y maestros.
La OCDE solicitó al gobierno de México continuar con los preparativos, pues su participación en la medición de PISA 2025 “está en riesgo”.
El expresidente de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y presidente de Métrica Educativa, Eduardo Backhoff Escudero, comenta que esta administración ha dejado de aplicar evaluaciones diagnósticas “por ignorancia, por no saber que la evaluación es un instrumento indispensable para mejorar el sistema educativo nacional. El dejar de hacer pruebas no son más que ocurrencias. Este es un gobierno que se basa en improvisaciones y ocurrencias”.
Dice a El Universal que al actual gobierno “la palabra evaluación le produce urticaria, y entonces prácticamente desaparecieron el concepto evaluación de toda la normatividad educativa, exceptuando la evaluación de los estudiantes para propósitos de acreditación de un grado a otro. La reforma educativa pasada hacía mucho énfasis en la evaluación, pero a este gobierno, es evidente, no le gustan este tipo de herramientas y por eso quitaron las evaluaciones”.
Destaca que “este sexenio percibe la evaluación como una amenaza. Es como si uno va al médico y no quiere hacerse un examen clínico porque piensa que saldrá mal. Este gobierno tiene una distorsión tremenda de lo que implica una evaluación, que es consustancial a la educación”.
Asegura Backhoff que PISA 2025 reflejaba un poco el avance o retroceso de la Nueva Escuela Mexicana entre los estudiantes que ese año concluyan el tercero de secundaria.
“Agarraría un poquito de la estrategia educativa de este gobierno, pero, más allá de hacer una evaluación de la estrategia educativa de esta administración, es que sabe que saldrá mal porque ya salió pésimo en los resultados de PISA que se dieron a conocer en diciembre pasado”.