Vanidades (México)

Viola DAVIS

Después de dos años seguidos en los Premios Oscar sin un solo actor nominado en la comunidad afroameric­ana, la Academia atendió el reclamo #OscarSoWhi­te y aumentó la diversific­ación. Y de hecho, esta vez, la categoría mejor actriz de reparto fue para Viol

- Por Fabián W. Waintal

En Carolina del Sur, el 11 de agosto de 1965, Viola Davis nació en una familia bastante parecida a la del filme Fences. Criada rodeada de pobreza en el rancho de la abuela, su madre, Mae Alice, trabajó como empleada doméstica, tal cual como la actriz en su anterior película nominada, The Help. El teatro resultó la mejor salida para desconecta­rse de su complicada realidad, cuando comenzó a participar en las obras en la escuela secundaria Central Falls. Sin suficiente­s ingresos para costearse la universida­d, la atractiva Davis consiguió una beca por el talento artístico, y más tarde obtuvo el doctorado artístico honorario en la Universida­d de Rhode Island, además de haber pasado por el prestigios­o Conservato­rio Julliard, de Nueva York. En 2001, incluso saboreó el equivalent­e Oscar del teatro, al ganar un Tony por interpreta­r el personaje de Tonya en la obra King Hedley II. En cine, tiene la particular­idad de ser la intérprete que más veces ha trabajado con George Clooney, en películas como Out of Sight, Solaris, Syriana y Ocean’s Eleven. Con Meryl Streep, también compartió créditos en la cinta Doubt, ahí recibió su primera nominación al Oscar, aunque aquella vez estábamos demasiado contentos cuando perdió frente a Penélope Cruz y Vicky Cristina Barcelona. Con The Help, protagoniz­ó la historia de un grupo de empleadas domésticas que se atrevió a contar las verdades sobre las profundas diferencia­s raciales en la década de los 60, en la que ella misma nació. Y en Fences, narra otra época de Estados Unidos, durante los 50, con aún más discrimina­ción por el tono de piel. En el largometra­je, una familia humilde enfrenta sus propias diferencia­s sociales, con Denzel Washington como el padre, y Viola Davis, como la madre (quien es la que en realidad mantiene a todos unidos).

Realicé tantas películas que dejé de enumerarla­s. Hice demasiadas donde sólo era la enfermera, la doctora o la segunda mujer de la izquierda”.

VA ¿Hasta dónde crees que las quejas por racismo del año pasado influyeron en la mayoría de nomaciones afroameric­anas en tu categoría del Oscar como mejor actriz de reparto?

VD En realidad, creo que cada nominación, desde Naomi Harris hasta Octavia Spencer, desde Hidden Figures hasta Fences o Moonlight con Mahershala Ali estuvieron considerad­os porque se lo merecen. No nos reconocier­on por el color de la piel. La actuación es lo que vale. Y en ese sentido, la respuesta es “no”. Yo siempre me pregunto lo que va a pasar al día siguiente del Oscar, si es sólo una moda hablar del tema o será normal entender que todos somos parte de una misma industria en la que prefiero la palabra “inclusión” en vez de “diversidad”. Todas las historias deberían ser contadas, el arte tendría que reflejar la vida, nuestra cultura y lo que la gente quiera ver. Somos un arcoíris de razas, géneros, costumbres y sexualidad­es.

VA ¿Alguna vez te enfrentast­e con alguna segmentaci­ón en tu carrera?

VD Sí, claro, pero todos nos enfrentamo­s a eso en este negocio. El estereotip­o está por todos lados, con la edad, el sexo, el color de la piel, incluso si es muy oscura o demasiado clara.

VA ¿Crees que el cercado de razas del Oscar finalmente se derrumbó?

VD No sé. A veces siento que yo misma estoy forzada a recordarle a la gente que me veo diferente. Hace años que no veo a mujeres como yo en televisión, y seguimos ausentes en los roles protagónic­os, especialme­nte las que somos más oscuras que una bolsa de papel. Y a veces lo digo de modo intenciona­l porque quiero que la gente se despierte. Es como organizar la mejor fiesta del mundo sin pensar a quién no vas a invitar. Y quiero decirles a todos que en el pasado no nos invitaban a esta clase de fiestas. No es nada ultrapolít­ico, pero soy de las que levantan la mano para decir: “¿Te das cuenta de que yo existo, que soy sexual y tengo mi propia belleza y una historia para contar?”.

VA ¿Qué siente Viola Davis como persona, no como actriz, con un Oscar?

VD Se siente bien. No es mi estilo levantarme diciendo: “Ah, soy una ganadora del Oscar, déjenme salir a correr”. No. Pero es la primera vez en mi vida que no puedo creer lo que estoy viviendo. Pude compartir la alegría de la estatuilla con mi hermana, con el recuerdo de habernos criado muy pobres, en apartament­os infestados con ratas. Siempre quise ser “alguien”, ser buena en algo. Y el Oscar es como un milagro de Dios que me permite soñar a lo grande, esperando que no me despierte nadie. ¿Quién lo hubiera imaginado?

VA ¿Ésta fue tu tercera nominación?

VD Exacto. Con Doubt fue la primera, después vino The Help y con Fences la tercera vez.

VA ¿Lo suficiente como para darle más importanci­a que nunca?

VD Estuve demasiado tiempo entre la lista de actores desemplead­os como para no darle importanci­a al Oscar.

VA ¿Es posible pasar de la televisión al cine, sin que la gente piense que la carrera en el séptimo arte está acabada?

VD Supongo que en una época la TV minimizaba tu carrera, pero es algo que cambió. Creo que hoy se piensa más en el material, sobre todo después de cierta edad. Así como he tenido roles maravillos­os en cine, los mejores no fueron los protagónic­os. Para decirte la verdad, en muchos casos sentí como si me hubieran invitado a una fiesta fabulosa, donde tuve que quedarme toda la noche contra la pared, sin participar demasiado.

VA ¿Llevas la cuenta de las películas que hiciste hasta ahora?

VD La verdad, no. Han sido tantas que dejé de ennumerarl­as. Hice demasiadas donde sólo era

Estuve demasiado tiempo entre la lista de actores desemplead­os como para no darle importanci­a al Oscar”.

la enfermera, la doctora o la segunda mujer de la izquierda ( risas). Ni hablar de las adictas, hice muchas drogadicta­s también.

VA ¿Cuál es la receta del Oscar para lograr una buena historia?

VD Personajes totalmente realistas, diálogos bien escritos donde te presenten a un protagonis­ta desde el principio para llevarte por lugares inesperado­s y por completo diferentes al inicio. El elemento sorpresa hace una buena trama. Y Fences lo tiene todo.

VA ¿En tu experienci­a, hay algún otro regalo que se pueda comparar con el Oscar?

VD Mi madre siempre estuvo de acuerdo con mi trabajo. Alguien me comentó unos años atrás que tuve los mejores padres porque me dejaron volar. Y creo que fue el mejor regalo que me pudieron dar: permitirme vivir mi propia vida.

VA ¿Fue un gusto amargo ver que Denzel Washington perdiera el Oscar como mejor actor?

VD Creo que con mis gritos le rompí los timpanos ( risas). Espero que me perdone ( le cuesta parar de reír). Soy testigo de lo duro que trabajó y entiendo lo difícil que fue el rol de Troy en Fences. Tenía un monólogo de 13 páginas, y aunque su personaje fuera un recogedor de basura, es el centro de todo el universo de la cinta. Se necesita talento para algo así. Denzel fue el mejor, y como actor tendría que haber sido reconocido, porque es el que más se preocupa por su trabajo.

VA ¿Qué tan moralmente cuestionab­le consideras que es el rol de Denzel, cuando deja embarazada a una amante y lo comparte con la esposa como si fuera algo normal?

VD En realidad siempre me confunde cuando la gente señala a alguien “moralmente cuestionab­le”, porque creo que todos lo somos. Y la actuación pasa por buscar lo natural, no lo moral. Es un protagonis­ta muy real, porque todos tenemos un área gris. Y justo eso es lo que me atrajo tanto de la historia.

VA ¿Cuál fue el mayor desafío de tu papel como Rose?

VD Todo lo que tiene que ver con ella fue un reto. Perdonar en la manera como lo hace resultó difícil de interpreta­r. Ni siquiera cuando hice la obra en teatro [ Fences es originalme­nte una puesta en escena de 1983, del dramaturgo August Wilson, que volvió a tomar vida en 2010, en Broadway, cuando fue protagoniz­ada por Denzel y Viola, quienes ahora reinterpre­taron la historia, pero en el cine] entendí cuando al final dice: “Entregué mi vida para que él fuera más grande”. Nunca lo comprendí. Pero Rose me enseñó lo mismo que me dijo mi madre después de tener una existencia tan dura, que todavía es posible dar amor. De eso se trata la vida, debemos vivirla, con lo bueno y lo malo, tratando de amar a la gente. Es lo mejor que aprendí con el rol, pues es algo que todavía no he logrado por completo; incluso a los 51 años, aún hay ocasiones en las que vivo con odio en vez de amor.

VA ¿Y tal cual como tu personaje, es cierto que también adoptaste un bebé?

VD Sí, mi bebé se llama Genesis. La adoptamos cuando tenía 15 meses. Todos hablan de la felicidad que trae un hijo al mundo, pero nadie habla de la vergüenza. Todavía me acuerdo del día que me bajó el cierre del vestido en medio de la calle ( risas). El Oscar y mi hija son el comienzo de una nueva vida para mí. ●

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Mahershala Ali, Emma Stone y Casey Affleck también resultaron ganadores en la pasada entrega de los Premios de la Academia.
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Fue su tercera nominación a la estatuilla dorada.

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