Vanidades (México)

#Sin filtros

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VANIDADES ¿Te imaginabas estar en donde te encuentras a tus 35 años?

FERNANDA CASTILLO No. Me acuerdo cuando tenía 15 años y pensaba que a los 27 ya tienes hijos. Por eso, cuando llegué a esa edad, estaba desesperad­a porque no habían pasado las cosas que tenían que ocurrir en mi carrera y no tenía novio. Creo que el momento de mi vida empezó a los 30 años, y ahora, a mis 35, te puedo decir que estoy en el mejor, me siento más guapa que nunca, pero con la sensación de ser yo misma. Me reconcilié con mi propia belleza y me encuentro segura, tengo una pareja maravillos­a y la verdad es que mi carrera ha ido superbién en los últimos cinco años, aunque creía que iba a ocurrir muchísimo antes.

VA ¿En algún momento no te sentías tan confiada de quien eres?

FC Siempre fui muy insegura porque me quedaba claro que no cumplía con los patrones de perfección; tendía a ser caderona y era más alta que la mayoría. Por eso, sentía que debía esforzarme mucho para que mi talento se viera, pues el empaque no era perfecto y la gente se dejaba llevar por esto. Me costó reconcilia­rme con mi exterior y decir “¡está padrísimo!”, y si los demás no lo ven, es su problema.

VA ¿Qué contribuyó a ese nuevo amor propio?

FC Tiene que ver con el personaje de Mónica Robles. Cuando me lo dieron, bajé de peso y me puse a entrenar gruesísimo, porque dije, “ésta es mi última oportunida­d, ya se me fue el tren de la carrera, tengo 30 años, o me pongo las pilas ahora o ya no va a pasar”. Al verme en pantalla, decía: “Ella es muy segura, pero en realidad ¡soy yo!”. Si puedo sentirme así en la pantalla chica, también puedo hacerlo en mi vida real, y así comencé a creer en mí.

VA A nivel profesiona­l, ¿qué le debes a Mónica Robles?

FC El personaje me puso en un lugar donde mucha gente pudo ver mi trabajo y empezaron a salir nuevas oportunida­des. Eso te reconcilia con las frustracio­nes y los fracasos de años anteriores. Siempre agradezco que la fama me haya tocado a esta edad, aunque en algún momento pensé, “¿por qué no me ocurrió a los 25 años?”. Pero ahora poseo la madurez para entender que también esto se va a acabar y que debo aprovechar el instante. Además, hoy tengo voz que me permite decir cosas importante­s y quiero aprovechar­la para empoderar a las mujeres y decirles que no se obsesionen con ser perfectas.

VA ¿Qué te caracteriz­a?

FC Soy muy guerrera, desde niña. Además, me considero perfeccion­ista, y eso es lo que me hace especial, pero también se puede ir hacia un lado horrible, pues me juzgo mucho, soy muy estricta conmigo y me exijo demasiado.

VA ¿Qué pasos debemos seguir en esta vida para adquirir seguridad?

FC Creo que en principio, conocerte. Desde muy chica sentía que mis ojos eran diferentes, pues los tengo saltones. Por ello, debo maquillarl­os de cierta manera para que se vean bonitos. También me traumaba tener la voz tan grave; de niña contestaba el teléfono y me decían “¿señor?”; hasta llegaron a asegurarme que jamás iba a ser protagonis­ta. Pero al conocer quién eres, puedes abrazar y potenciali­zar esas cosas que te hacen única. Sigo siendo insegura, y eso no se quita, se trabaja.

VA Eres hija de médicos, ¿por qué decidiste ser actriz?

FC Creo que nunca tuve duda alguna, a los cuatro años ya estaba planeando mi vida en el escenario. No tengo idea, tal vez es una misión. Considero que, como actriz, me convierto en alguien que puede influir en los demás, porque la gente me sigue y en algún momento puedo cambiarle la vida a alguien a través de los personajes que interpreto.

VA ¿Recuerdas si alguna vez tambaleó ese deseo?

FC Nunca me vi haciendo otra cosa, pero sí pensé que no lo iba a lograr. Después de hacer las primeras dos telenovela­s, el siguiente proyecto en el que participé, a los 22 años, no lo vio ni mi mamá. Me quedé sin trabajo y tuve que audicionar de bailarina. Entré a la obra de Cabaret, como una más, atrás de Itatí Cantoral. Me sentí frustrada; ya había salido en la televisión, fui la Chica E!, y ¿ahora tenía que ser una extra? Estaba muy enojada.

VA ¿Con quién estabas tan molesta?

FC Con la vida, pero sobre todo conmigo porque sentía que no era lo suficiente­mente buena. Sin embargo, en esa época aprendí las mejores lecciones de mi vida, como que un día estás arriba y el otro, abajo. Estuve año y medio en la obra y después de tanto enojo, me percaté que al final de cuentas estaba en un escenario, y que quizá era momento de empezar a disfrutarl­o, ya que era probable que no volviera a actuar.

VA ¿Cómo cambió tu actitud?

FC Un amigo me dijo: “Tu sueño es ganarte un Oscar, ¿qué tal si nunca pasa, qué tal si el resto de tu vida te la pasas de bailarina detrás de una protagonis­ta y jamás llegas a serlo?, mejor disfruta el proceso”. Y creo que cuando me cayeron todos esos veintes y acepté que no iba a ser Meryl Streep, todo cambió. La protagonis­ta se enfermó y yo terminé haciendo su papel durante tres semanas, antes de irme a estelariza­r el musical Hoy no me puedo levantar. Todavía antes de Mónica Robles juraba que el resto de mi vida iba a ser la hermana o la mejor amiga del personaje principal.

VA ¿Y cómo es ser la protagonis­ta de tu vida real?

FC La verdad, muy estresante (risas). Me vuelco mucho en las cosas que hago y me cuesta decir que no, pero de un tiempo a ahora procuro

“Todavía antes de Mónica Robles juraba que el resto de mi vida iba a ser la hermana o la mejor amiga del personaje principal”.

disfrutar mucho más. El año pasado Mónica Robles se volvió un gran suceso, además empecé a hacer cine como protagonis­ta y encontré al hombre de mi vida.

VA Y te ves muy enamorada de Erik Hayser, con quien llevas casi tres años. ¿Cómo se conocieron?

FC Yo estaba en una obra que se llamaba Password y él fue a verla. Dice que nunca había visto algo que le gustara más en la vida, pero no nos volvimos a encontrar. Seis meses después conicidimo­s en un teatro, nos acercamos, me saludó y ¡se fue! Él cuenta que se puso muy nervioso sin saber qué decirme. Pasaron seis meses para que una amiga en común la hiciera de Cupido y me llevara a una filmación que Erik estaba haciendo. Desde ahí no nos separamos, y es una bendición.

VA ¿Qué te gusta de él?

FC Que no le amenaza quién soy yo: una mujer fuerte, entregada y apasionada. La verdad es que tengo un poco de workaholic, lo cual no es tan bueno… Pero a él le encanta la guerrera que soy. Juntos hallamos la mejor versión de nosotros mismos. Somos dos personas que trabajan en el camino, para después encontrars­e. Quiero que sea el padre de mis hijos.

VA ¿Crees que si lo hubieras conocido antes, habría funcionado?

FC No. Tenía que aprender a quererme yo para estar con alguien que me quisiera.

VA Estuviste un largo rato soltera, entonces.

FC Decía: “Dios me mandó a la Tierra para localizar pend*j*s”, y yo ¡lo hacía superbién! Como no me autovalora­ba, no podía amar a alguien. Suena a cliché, pero es real, no puedes ver la virtud en alguien más si no reconoces la tuya. Probableme­nte él tampoco se hubiera interesado en mí, aunque ahora tenemos una relación que vamos “regando” todos los días.

VA ¿Y qué esperan a futuro?

FC Vivimos juntos, estamos en el mejor momento. A mí, la boda nunca me ha parecido necesaria, creo que nos comprometi­mos desde el día uno. Eso sí, me encantaría tener hijos en dos años, más o menos. Me gustaría tener dos, yo tengo un hermano menor al que amo profundame­nte, es un animal de 1.97 metros, pero es mi niño. Cuando mis papás llegaron a casa con él me dijeron: “Te trajimos un regalo”, yo

les respondí que se lo hubieran ahorrado (risas), pero luego descubrí que fue el mejor obsequio. Es un compañero para siempre.

VA Erik y tú, ¿cómo mantienen la magia al vivir juntos?

FC La verdad es que no es virtud mía, sino de él. Nos comunicamo­s mucho, pero cuando nos mudamos yo tenía miedo de perderme. Creo que ahora en esta búsqueda del empoderami­ento, de repente, nos da miedo dejarnos a nosotras mismas en segundo plano, pero hay que aprender a ceder.

VA ¿Qué es lo más bonito de estar con él?

FC Que me veo para siempre, sin pelo, sin dientes… La semana pasada me hice un tratamient­o en la cara, me tatué las cejas y tenía el cabello entre amarillo y verde porque me estaba cambiando el tono, pero él me seguía viendo como si yo fuera lo más especial del mundo.

VA Volvamos a Mónica Robles. ¿De qué manera crees que es una inspiració­n femenina?

FC Ella es un ejemplo de que las mujeres no necesitamo­s a un hombre. Nos educaron para pensar que la realizació­n de nuestra vida es conseguir una pareja, cuando en realidad está en nosotras mismas ser felices. Sólo así puedes encontrar a un compañero que ande contigo en el camino. También Mónica es una muestra de las mujeres quienes alzan la voz y dicen lo que piensan, aunque no sea políticame­nte correcto.

VA ¿Qué planes vienen?

FC Parece que, después de la quinta temporada de El Señor de los Cielos, este año hago otra película, y además se estrena Mujer sin filtro, que filmé a finales de 2016. Me gustaría regresar al teatro y realizar un musical, pero lo que me falta es tiempo. Estoy aprendiend­o a hacer el balance entre lo personal y lo laboral. La vida no sólo está en los éxitos, sino también en disfrutar a la gente que te rodea. ●

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Blusa, SPORTMAX. Vestido, ALFREDO MARTÍNEZ. Anillos, CHOPARD.
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Vestido, DIOR. Zapatos, GIUSEPPE ZANOTTI.

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