5 claves contra la violencia
1
Bajar los niveles de agresividad y violencia en el hogar es posible si evitamos los gritos, si le damos un turno a cada miembro para hablar en el comedor o la sala, y si no descalificamos a ningún integrante de la familia por su edad, sexo o apariencia.
2
Eliminar el sarcasmo y la ironía, que hieren profundamente, es vital.
3
Evitar las nalgadas y los manotazos en general, pues éstos sólo ponen de manifiesto nuestra falta de recursos para lidiar con un problema. Los niños no entienden a golpes, cada uno que reciben lastima su cuerpo temporalmente y su alma de manera permanente. Un niño golpeado no se convertirá en un hijo educado: se volverá un ser resentido y violento.
4
Buscar el equilibrio es muy importante. Sin satanizar los videojuegos o el uso de tabletas electrónicas debemos intentar que en sus vidas también haya lecturas, juegos de mesa y actividades físicas. Intentemos monitorear lo que ven en la televisión y en Internet y, sobre todo, mantengámoslos alejados de la pornografía.
5
Exponer a un cerebro joven a imágenes perturbadoras o de alto contenido sexual lleva al pequeño a objetivar a las personas: volverlas cosas, orientadas a su goce exclusivo, desechables e intercambiables. “Me sirves, te uso y te abandono”. Todo se vuelve un tema de dominación, poder y agresión. Y es que no hay creación de vínculos reales, sólo búsqueda de placer.