Vanidades (México)

Un tour a Los castillos del Loira

Este fabuloso viaje te llevará a sumergirte en la complicada historia de Francia, ¡llena de amores e intrigas!

- Por MARI RODRÍGUEZ ICHASO

Uno de los viajes más encantador­es que he hecho es a los divinos castillos que existen en Francia, en el valle del río Loira. El recorrido por excelencia que conduce al corazón de la complicada historia de Francia, repleta de amores e intrigas entre cortesanas, reinas y reyes. Puedes hacer esta travesía de muchas maneras y combinarla con una a París, ya que el valle del Loira está cerca de la capital francesa. Nada mejor que elegir un tour organizado con guía (hay uno de un día, que sale de la ‘Ciudad de la Luz’ y regresa en la noche, y otro de dos días), o ve en tren o auto rentado por tu cuenta; esta última manera de viajar dentro de Europa es mi favorita, pues conducir es muy fácil.

En el valle del río Loira hay ruinas romanas, medievales o renacentis­tas, e iglesias góticas, y cuando estás rodeada de majestuoso­s castillos y pintoresco­s pueblitos te sientes parte de un pasado esplendoro­so, en la región que llaman “El Jardín de Francia”.

Durante el renacimien­to, los reyes de esa nación comenzaron a edificar castillos en este valle, y cada uno era más lujoso y extraordin­ario que el anterior. Esto ocurrió hasta que en el reinado de Enrique IV la corte se mudó a París y la importanci­a del valle del Loira disminuyó, lo que hizo posible que muchos se conserven hoy día en perfecto estado, pues algunos fueron vendidos a ricas familias extranjera­s. El millonario José Emilio Terry compró Chenonceau en 1891 y le perteneció hasta 1913, luego lo vendió a los dueños del Chocolate Menier.

Muchas mujeres célebres, como Juana de Arco (quien salió del Château de Chinon a librar su cruzada), la cortesana Diane de Poitiers (quien vivió en el Château de Chenonceau) y la novelista George Sand (cuyo verdadero nombre fue Amantine-Lucile-Aurore Dupin y vivió en el Château de Chambord), dejaron su huella en esta parte de Francia.

4. Vistas de Chartres. 5. El divino Château d'Usse. 6. Detalle del Château de Chambord. 7. Château de Villandry.

Mi viaje favorito

Te lo comparto para que cuando puedas viajar con todas las medidas de seguridad, ¡lo hagas! Saliendo de París y haciendo una parada en Chartres para ver su catedral, conduje poco más de dos horas hacia el valle del Loira. Muchas personas escogen como lugar de operacione­s Tours (el centro del valle de Loira, a sólo 45 minutos de París en el tren rápido TGV), que tiene un barrio viejo y una catedral gótica fabulosa, y su rue Colbert está llena de restaurant­es. Otras van a Blois, Amboise o Angers; la idea es quedarte en la zona y visitar fortalezas y viñedos. Hospedarte en castillos convertido­s en hoteles es posible, aunque también hay sitios más económicos, como habitacion­es que se rentan en casas de familias de la región. ¿Especial para quedarte cerca de Tours? El castillo renacentis­ta Château de la Bourdaisiè­re.

¿Qué fortalezas debes visitar?

Entre las más interesant­es está la de Château de Angers, construida por Luis IX de Francia (conocido como San Luis), a principios del siglo XIII. El Château de Langeais, donde se casó Ana de Bretaña con Charles VIII en 1491. El Château de Villandry, que se construyó en 1532; aunque como construcci­ón no es tan impresiona­nte, tiene unos jardines bellísimos. El Château d’Amboise data de los años 1400, y en 1516 el rey Francisco I invitó a Leonardo da Vinci a vivir en ella. El genial artista pasó allí los últimos tres años de su vida (murió en 1519, a los 67 años) y está enterrado en la capilla del propio castillo. Muy cerca, no dejes de conocer la centenaria pastelería Bigot.

El Château de Chenonceau, conocido como “el castillo de las damas”, data de los años 1500 y tiene una historia maravillos­a por las mujeres que lo habitaron ¡y se lo disputaron! Originalme­nte perteneció a una familia de apellido Marqués; después fue de la célebre cortesana Diane de Poitiers, amante del rey Enrique II de Francia; pero cuando el rey murió, su viuda, la reina Catalina de Médici, la echó al instante. Muchas personas contribuye­ron a la leyenda del castillo, entre ellas madame Dupin, en el siglo XVIII, y el filósofo Jean-Jacques Rousseau.

Otra propiedad que es muy interesant­e es Château d’Usse, que inspiró la leyenda de La bella durmiente.

El Château de Chambord, entre Blois y Orleans, con 440 habitacion­es, 365 ventanas y seis torres, es el más grandioso de todos. Construido entre 1519 y 1547 para el rey Francisco I, quien deseaba que fuera la edificació­n más extraordin­aria del Loira, tiene una curiosa escalera doble en la que la persona que está subiendo no puede ver a quien está bajando. ¡Ideal en aquellas épocas de conspiraci­ones e intrigas! ●

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 ??  ?? 1. El famoso Château de Chenonceau. 2. Una postal del Château de Chambord. 3. Detalle de las cúpulas en Chambord.
1. El famoso Château de Chenonceau. 2. Una postal del Château de Chambord. 3. Detalle de las cúpulas en Chambord.
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