Vanidades (México)

Madre India

Indira Gandhi, la mujer del milenio.

- Por EUNICE CASTRO ORCHILLÉS

No hay camino hacia la libertad, la libertad es el camino”.

Heredera de la más poderosa dinastía política de su país —la familia Nehru-Gandhi—, Indira comenzó su ascenso como la aliada más cercana de su padre. Fue una estratega y pensadora brillante que utilizó todos los medios a su disposició­n para consolidar su poder y autoridad como primera ministra.

Indira Priyadarsh­ini Gandhi nació el 19 de noviembre de 1917, en Allahabad, India. Fue la hija única de Kamala y Jawaharlal Nehru. Su familia estaba encabezada por su abuelo paterno, Motilal Nehru, quien se graduó en Leyes por la Universida­d de Cambridge, Reino Unido, y fue incluido como abogado en las cortes inglesas.

La familia vivía en una extensa villa blanca rodeada de césped, con cancha de tenis y piscina, y era atendida por una legión de sirvientes. Como Indira era la única niña, fue muy mimada.

Cuando tenía tres años, su padre, también abogado por Cambridge, se puso en contacto con Mahatma Gandhi, el líder del movimiento nacionalis­ta indio, instaurado­r de métodos de lucha novedosos, como la huelga de hambre y la no violencia como medio para resistir al dominio británico.

A Jawaharlal le gustaron los ideales de Gandhi y se integró a su movimiento; sin embargo, su padre Motilal lo consideró ridículo. Un amigo contó:

—Padre e hijo se enfrascaro­n en acaloradas discusione­s y las cosas habrían continuado así de no ser por la masacre del 13 de abril de 1919 en Jallianwal­a Bagh.

En una pacífica reunión india, las tropas británicas irrumpiero­n disparando contra una multitud desarmada de 20 mil hombres, mujeres y niños. Mataron a 379 e hirieron a más de mil 200.

Esto provocó que Motilal y su familia apoyaran la lucha de Gandhi. Motilal fue presidente del Congreso Nacional Indio entre 1919 y 1920, así como entre 1928 y 1929.

—Nuestra casa se convirtió en el lugar de reuniones, debates y declaracio­nes —contó Indira tiempo después.

Desde los cuatro años, ella padeció la ausencia de sus padres, pues fueron encarcelad­os varias veces durante los 25 años que duró la desobedien­cia civil.

Una tía contó:

—A los 12 años, Indira formó el Vanar Sena o brigada de monos, unos niños que hacían mandados y actuaban como mensajeros para los mayores.

En 1929 su padre fue elegido presidente del Congreso Nacional Indio, pero por sus actividade­s políticas independen­tistas fue recluido a la cárcel.

Desde ahí, le escribía a Indira. En una carta que sería publicada con el título de

Fue hija única y creció rodeada de mimos; pero su vida cambió cuando su padre Nehru fue encarcelad­o por su lucha para independiz­ar a India.

Vislumbres de la historia del mundo, su padre le confesó: “Mis cartas me acercan a ti y siento que tengo que hablarte”.

A menudo las cartas de Nehru mostraban que sentía mucho la soledad de su hija. En 1931 le escribió: “Con frecuencia pienso en ti, pero hoy no has estado ausente de mi mente. Es Año Nuevo y sé que estás sola. Una vez a la quincena es posible que veas a tu mamá (quien también estaba en la cárcel) y podrás llevar nuestros mensajes del uno al otro”.

A los 13 años, Indira había cambiado de escuela seis veces, incluidos dos años que tuvo que estudiar en Suiza acompañand­o a su madre, que estaba enferma de los pulmones. Como resultado se interesó poco en los estudios y no pudo establecer relaciones amistosas cercanas.

Según la biógrafa Nayana Currimbhoy en Indira Gandhi, influencia­da por las insegurida­des de su infancia, Indira creció siendo una niña que raramente sonreía; era tímida, retraída y se mostraba tensa y distante en las reuniones. Salvo con su familia y unos pocos amigos íntimos, rara vez se sentía relajada.

Pérdidas y un amor

Su amado abuelo Motilal murió cuando ella tenía 14 años.

Las personas que piensan que no son capaces de hacer algo, no lo harán nunca, aunque tengan las aptitudes”.

—Fue la primera vez que me enfrenté con la muerte de un familiar. Fue algo realmente impresiona­nte —dijo.

Indira terminó su educación secundaria a los 16 años y el día de su cumpleaños recibió un telegrama de su padre informándo­le que estaba una vez más en la cárcel y que su madre, que se sospechaba tenía tuberculos­is pulmonar, había empeorado.

Después de estar un tiempo cuidándola, Indira fue enviada a Shantinike­tan, a la universida­d fundada por el filósofo Rabindrana­th Tagore, premio Nobel de Literatura. Allí pasó un año.

—Fue la época más pacífica y relajada de mi vida —dijo Indira.

En mayo de 1935, su padre permanecía en prisión y su madre estaba muy enferma, por lo que la enviaron a Suiza para ser internada en un sanatorio. Indira se hospedó en una pensión cercana. La salud de Kamala empeoró rápidament­e.

—Su estado emocional era patético después de que le dijeron que su madre se estaba muriendo —dijo un familiar.

En septiembre, Nehru fue liberado y se reunió con su familia en Suiza. Kamala murió pocos meses después, a los 36 años, el 28 de febrero de 1936.

Indira quedó devastada. Estando Nehru en Suiza fue elegido presidente del Partido del Congreso y se dispuso a regresar a India. Antes de partir, le dijo a Indira: —Quiero que vayas a estudiar a Inglaterra. Nos mantendrem­os al día como siempre lo hemos hecho: escribiénd­onos.

Indira tenía un incesante ir y venir entre Inglaterra, India y Suiza, mientras tomaba cursos de historia moderna, ciencias políticas, economía y latín en Somerville College, Oxford. Pero los estudios no eran su fuerte.

En Inglaterra, por ser hija de Nehru y allegada de Mahatma Gandhi, Indira tuvo oportunida­d de conocer a Harold

Laski, George Bernard Shaw y Albert Einstein. A menudo se le veía en compañía de Feroze Gandhi, quien no tenía parentesco con Mahatma Gandhi (un apellido común en India).

Feroze era un estudiante que Indira había conocido en Allahabad y después lo vio en Suiza. Pero entonces él no le había prestado atención a Indira, quien era cinco años menor. Fue después de la muerte de Kamala cuando Feroze comenzó a frecuentar a la joven en Londres y surgió la atracción entre ambos.

Un día, Indira fue invitada a leer un mensaje que su padre había enviado a una reunión de un partido político. Pero ahí, quien la invitó le dijo ante el público:

—Queremos que nos dirijas unas palabras tuyas.

Indira entró en pánico y enmudeció. Un burlón de la audiencia gritó:

—Ella no puede hablar, ella llora. Humillada, Indira abandonó el salón entre lágrimas.

Los estudios no le entusiasma­ban y no se sentía a gusto en Oxford. Ella pasaba todo el tiempo pensando:

—¿Cuándo podré volver y hacer algo por India? Es lo que quiero.

El regreso

Finalmente, Indira abandonó sus estudios por sufrir una afección en la pleura (las capas de tejido que separan los pulmones de la pared torácica) y le dijo a su padre que quería casarse con Feroze. Nehru se opuso porque deseaba que ella terminara una carrera antes.

En 1940, a causa de la Segunda Guerra Mundial, Indira y Feroze regresaron a India. Allí su amor floreció y ella demostró abiertamen­te su afecto por él. Los veían tomados de la mano e incluso dándose besos.

La pareja era opuesta en muchos sentidos. Ella era esbelta, frágil y bella, tímida y reservada. Él era robusto, cálido y afectuoso; simpático y espontáneo. Indira lo admiraba por su participac­ión en diferentes causas sociales.

Pero las familias de ambos se oponían al matrimonio porque Indira pertenecía a la casta más alta de las cuatro que componen la sociedad india, los brahamanes, mientras que Feroze provenía de una familia convencion­al de bajo-mediano nivel social que poseía una tienda de abarrotes.

Nehru pensaba que Feroze no podría darle el estilo de vida al que su hija estaba acostumbra­da, pero ella le recordó: —No creo que puedas darme lecciones sobre el matrimonio porque fuiste negligente con mi madre todo el tiempo.

Indira querían una boda sencilla, pero Mahatma Gandhi los convenció de lo contrario diciéndole­s:

—Su casamiento es una causa célebre y debe haber un festejo nacional.

Según el biógrafo Pranay Gupte, autor de Mother India, además de parientes y amigos, asistieron dirigentes políticos, trabajador­es y dos figuras extranjera­s relevantes: el periodista Stafford Cripps y Eve Curie, hija de Marie Curie.

La boda se celebró el 26 de marzo de 1942 en Anand Bahvan, la casa de Nehru en Allahabad, con todo el lujo que suele haber en las ceremonias en

India. Indira lucía radiante y usó flores naturales en lugar de joyas; lucía un sari rosado que su padre había hilado para ella mientras estuvo en prisión.

Para la luna de miel Indira le sugirió a Feroze ir a las montañas de Cachemira.

—Para mí es simbólico porque hace 26 años mis padres pasaron su luna de miel ahí. Es como regresar a mis raíces.

Estaban en plena primavera y ellos disfrutaro­n de su amor a plenitud.

Pero pocos meses después de su boda Indira fue encarcelad­a durante nueve meses, evento al que ella se refirió como “el más dramático de su vida”.

Cuando la liberaron escribió: “Fue como salir de un oscuro pasadizo. Solamente tocar o escuchar era una experienci­a perturbado­ra”.

Feroze, quien también había sido encarcelad­o, fue liberado un poco más tarde y la pareja alquiló una pequeña casa en la ciudad de Lucknow. Feroze consiguió el puesto de director general del periódico The National Herald, que había fundado su suegro.

Pronto tuvieron dos hijos: Rajiv, nació el 20 de agosto de 1944, y Sanjay, 14 de diciembre de 1946. Una tía contó:

—Indira se veía muy cómoda y feliz en su papel de madre y esposa.

La libertad

Tras la Segunda Guerra Mundial, el debilitado imperio británico se convenció de que no podía continuar gobernando India y aceptó darle la independen­cia con la condición de que los grupos nacionalis­tas rivales —la Liga Musulmana y el Congreso Indio— resolviera­n sus diferencia­s.

En el libro Gandhi, de Ediciones Rueda, se cuenta que el virrey Wavell, Mahatma Gandhi y Nehru, por el Partido del Congreso, y Mohammed Ali Jinnah, líder de la Liga Musulmana, se reunieron en Simla. Jinnah se negó a formar parte de un gobierno provisiona­l con los del Congreso, pues quería dividir India.

El 24 de marzo de 1947, lord Mountbatte­n (tío de Felipe, futuro esposo de la princesa Isabel) sucedió a lord Wavell y se convirtió en último virrey de India para llevar a cabo el proceso de independen­cia.

El 3 de junio, el primer ministro inglés C. Atlee anunció la división del país en dos estados independie­ntes: India y Pakistán. El Congreso y la Liga dieron su beneplácit­o y ambos países alcanzaron su independen­cia el 15 de agosto de 1947.

Jawaharlal Nehru fue elegido primer ministro, en el que permaneció hasta su muerte y desde el cual impulsó la consolidac­ión del país con el apoyo del Partido del Congreso, del cual era líder.

Así Nehru preparó el camino para el comienzo de la era dinástica de los Nehru-Gandhi (este último por el apellido del esposo de Indira). Nehru estaba viviendo solo en su gran mansión oficial e Indira comenzó a ir y venir de Lucknow a Nueva Delhi para actuar como anfitriona de su padre y también se convirtió en su confidente y apoyo.

—Me tienen muy descontent­o tus ausencias —le dijo su esposo.

La pareja tenía otros conflictos y se fue distancian­do. Indira se mudó a la residencia de Nehru con sus dos hijos. Su esposo también trató de vivir un tiempo allí, pero no funcionó. Se separaron, mas nunca se divorciaro­n.

Un giro inesperado

El 30 de enero de 1948 asesinaron a Mahatma Gandhi de tres disparos cuando se encaminaba a dirigir sus rezos. El mundo entero lloró su muerte.

Indira pasó a ser una figura pública clave, una especie de “primera dama” no oficial. Seguía a su padre por largos caminos con un calor abrasador. En las reuniones se sentaba tranquila detrás de él, y cuando Nehru no podía asistir, ella hablaba en su nombre. Viajaba o recibía a los políticos y estadistas más prestigios­os de la época. Con Nehru fue a Moscú, a Beijing, a Washington.

Aunque su padre confiaba en ella, nadie la tomaba en serio. Indira estaba confundida sobre su futuro y le escribió a un amigo en 1955:

“¿Qué vida he hecho para mí? A menudo me parece que estoy fuera de mí misma, observando y preguntánd­ome si todo esto vale la pena”.

En febrero de 1956 hizo su debut oficial en la política integrándo­se como un miembro de los 21 que formaban el comité de trabajo del Partido del Congreso, en un cargo administra­tivo.

—Indira Gandhi es bastante activa para organizar caridades y promover el bienestar social —comentaban los otros integrante­s.

En 1959, su vida dio un giro cuando se convirtió en la jefa del Partido del Congreso Nacional Indio, un cargo que su abuelo y su padre habían ocupado.

—Tengo que construirm­e una reputación por mí misma, como hicieron los míos antes —dijo Indira, decidida.

Cuando tomó las riendas del partido, los miembros del Congreso esperaban a una presidenta blanda, pero Indira los sorprendió con el práctico y enérgico manejo de su posición política. En su primera conferenci­a de prensa dijo:

“La nación está en apuros y nosotros no podemos permitirno­s perder tiempo. Mi queja contra el Partido del Congreso es que no estamos yendo tan rápido como la gente está avanzando. Y esto puede ser fatal para una organizaci­ón política”.

Durante el gobierno de su padre, Indira ayudó a centraliza­r el poder, debido a la situación crítica de la nación.

El 8 de septiembre de 1960 falleció

Feroze y en 1964 su padre, lo que causó luto y dolor tanto en ella como en el país.

Lal Bahadur Shastri fue nombrado primer ministro e Indira, ministra de Informació­n y Radiodifus­ión, cargo en el que permaneció hasta 1973. Pero la muerte de Shastri en 1966 provocó que el 19 de enero de ese mismo año ella se convirties­e en secretaria general del Partido del Congreso y, por extensión, en primera ministra de India hasta el 24 de marzo de 1977.

Indira no sólo mantuvo su anterior cargo, sino también ocupó las carteras de Relaciones Exteriores, Finanzas, Interior y Defensa. En su gestión demostró ser una estratega y una pensadora política brillante, y aunque se le veía como una jefa de Estado pacífica, utilizaba todos los medios disponible­s para consolidar su poder y autoridad. Indira condujo a India a la industrial­ización.

Sin embargo, en 1975 declaró al país en estado de emergencia, iniciando así una dictadura que duró hasta 1977, momento en el que decidió llamar a un plebiscito popular y perdió el sufragio. Pero gracias a su carisma, a su fama entre las clases populares y a la incompeten­cia del gobierno provisiona­l para mantener la estabilida­d, Indira volvió a ser elegida primera ministra en 1980 con una impresiona­nte victoria. Aunque ese mismo año sufrió la muerte de su hijo Sanjay en un accidente aéreo.

Madre India

Destaca la biógrafa Joan Axelrod-Contrada en Women Who Led Nations, que Indira regresó al poder como una heroína nacional, conocida por millones como Madre India.

Parecía que la líder había logrado conducir a su pueblo al mundo moderno. Su “Revolución verde” había incrementa­do la producción de alimentos y reducido el hambre, además el país se convertía en una fuerza en tecnología.

Pero la minoría sij, que vivía en el estado de Punjab, creía que Indira y el gobierno no atendían sus necesidade­s ni reconocían sus derechos. Los sijs querían formar una nación independie­nte.

Cuenta Barbara A. Somerville, autora de Indira Gandhi, que Jarnail Singh Bhindranwa­le, el líder sij, preparó una rebelión en Amritsar y tomó el Golden Temple y los edificios de los alrededore­s.

Indira organizó una maniobra militar y el 5 de junio de 1984, para detener a los fanáticos nacionalis­tas en su propio templo, envió al ejército con la esperanza de atemorizar a Jarnail Singh Bhindranwa­le.

Tras el primer ataque de los rebeldes, el ejército actuó y mató a 50, incluido Bhindranwa­le; pero la acción dejó cientos de muertos civiles, lo que desató la furia de los sij contra Indira.

El 31 de octubre de ese año, la primera ministro tenía entrevista televisiva y se puso un ligero sari de color azafrán. No usó el chaleco antibalas porque no quería verse gruesa. Cuando caminaba, saludó al guardia Beant Singh, un sij que la había servido durante algún tiempo. Pero él apuntó con su pistola al estómago de ella y le disparó. Otro guardia sij, Satwant Singh, descargó su ametrallad­ora contra su cuerpo. La mandataria murió a los 66 años.

La guardia hizo rendirse a los asesinos y más tarde informó:

—Beant fue muerto a tiros. Satwant fue condenado a morir en la horca. El pueblo gritaba en las calles: —¡Sangre por sangre!

La gente mató entre 2 mil y 5 mil sijs. Al funeral de Indira asistieron líderes, como la primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher. El pueblo gritaba:

—¡Indira Gandhi vivirá para siempre! En una encuesta realizada por BBC News en 1999, Indira Gandhi fue reconocida como la “Mujer del milenio”. ●

Debemos aclarar que el género de la novela biográfica no es puro. Tiene tanto de historia y realidad como de ficción y fantasía. La biografía tiene como mérito estudiar e historiar al personaje en su entorno real. Decir obligadame­nte la verdad lógica de los hechos. Sin embargo, el de la novela es darle forma a la historia. El autor la adorna con su imaginació­n. Crea diálogos y presenta los personajes según su concepción personal.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Indira era una especie de primera dama para su padre.
Indira era una especie de primera dama para su padre.
 ??  ?? Con Margaret Thatcher en Londres, 1982.
La reina Isabel II, con Indira en una visita a Nueva Delhi.
Con Margaret Thatcher en Londres, 1982. La reina Isabel II, con Indira en una visita a Nueva Delhi.
 ??  ?? Los reyes de España, con Indira en 1982.
Los reyes de España, con Indira en 1982.
 ??  ?? En 1969, ella era la única mujer entre los líderes de la Commonweal­th.
En 1969, ella era la única mujer entre los líderes de la Commonweal­th.
 ??  ?? Con sus hijos Rajiv y Sanjay Gandhi, quien murió en un accidente aéreo en 1980. Rajiv fue asesinado en 1991.
Con sus hijos Rajiv y Sanjay Gandhi, quien murió en un accidente aéreo en 1980. Rajiv fue asesinado en 1991.
 ??  ?? Indira y el primer ministro canadiense Pierre Trudeau.
Indira y el primer ministro canadiense Pierre Trudeau.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico