CRISIS CONJURADA
El rey Abdalá de Jordania resolvió el complot en que su hermano se involucró.
Poco duró la crisis real en Jordania. Lo que comenzó el pasado 3 de abril con la detención domiciliaria de Hamzah, medio hermano menor del rey Abdalá, acusado de encabezar una conspiración contra este último, terminó poco después. Tras la acusación, la declaración de Hamzah, difundida por el palacio real el 5 de abril, fue contundente: “Siempre seré partidario de su majestad el rey (Abdalá) y su príncipe heredero (Hussein)”. Dos días después, el rey declaraba: “Decidí ocuparme del asunto del príncipe Hamzah dentro de la familia hachemita… Él se comprometió a permanecer leal a su misión y anteponer los intereses, la constitución y las leyes de Jordania por encima de todas las consideraciones”. Así, en sólo cinco días se había resuelto un asunto que inició en el reino hace muchos, muchos años.
HABÍA UNA VEZ…
Como en el cuento de Las mil y una noches, hubo un rey que tuvo varias esposas, y una de ellas era su favorita, por supuesto. Hablamos del carismático Hussein de Jordania, quien en 1978, a los 43 años, tomó por cuarta esposa a la bellísima Noor, de 27 años y estadounidense de nacimiento. Juntos tuvieron cuatro hijos, que se sumaron a los ocho de los tres matrimonios anteriores de Hussein.
El cuento de hadas terminó en 1999 con la muerte de él, que unas semanas antes cambió a su sucesor al trono. En esa época Hassan, su hermano, era el heredero, pero se hablaba también de Hamzah, su hijo mayor con Noor.
Al final el elegido por Hussein fue Abdalá, su primogénito varón, ya que, según la BBC, el rey consideraba demasiado joven a Hamzah para encabezar al país, pues sólo tenía 19 años contra los 37 de Abdalá, quien ya tenía una destacada formación militar, estaba casado con Rania y era padre de un pequeño que era la adoración de Hussein y que se llamaba justo como él.
El rey realizó el cambio, pero la agencia France24, afirma que le pidió a Abdalá nombrar a Hamzah heredero.
“Cumpliré los deseos de mi padre con Hamzah”, expresó Abdalá a la reina Noor cuando falleció Hussein, de acuerdo con reportes del diario El Mundo.
En Memorias de una vida inesperada, Noor contó que apoyó la decisión de su esposo: “Contrario a lo que afirmaban los rumores mediáticos (que había estado presionando a Hussein para que nombrara sucesor a Hamzah) siempre defendí que él debía tener la oportunidad de ir a la universidad y desarrollar sus facultades e intereses”. El libro fue
“La responsabilidad recae hoy en su majestad el rey Abdalá, siguiendo los pasos de los antepasados, reforzando los cimientos de una patria querida, regida por su constitución y sus leyes”. Príncipe Hamzah, 5 de abril
escrito en 2003 y, al año siguiente, Abdalá nombraba un nuevo heredero, Hussein, su hijo mayor. De acuerdo con la costumbre hachemita (la casa real jordana) y la constitución del país, la sucesión recae en el primogénito, y el rey apeló a ésta para hacer el cambio. Tal vez así, Abdalá quiso evitar problemas a la casa real en el futuro. Para empezar, él solamente tiene una esposa y por tanto una sola línea de descendencia, y no cuatro, como su padre. Así, cuando Hussein (el hijo que tuvo con Rania) llegue al trono, continuaría la costumbre de heredar en línea directa.
PELIGRO CONJURADO
Fue el pasado 3 de abril cuando nos enteramos de que el príncipe Hamzah estaba bajo arresto domiciliario acusado de conspiración contra el rey junto con 16 personas más. Hamzah mandó un video a la BBC, en el que se veía al fondo un gran retrato de su padre, Hussein. Habló de su situación y de la corrupción en el gobierno. Sin embargo, aseguró que no era parte de ninguna conspiración, o de alguna “organización nefasta o grupo respaldado por extranjeros”, según The New York Times.
La crisis comenzó a estabilizarse el día 5, con el comunicado de la casa real en el que se difundió una carta firmada por Hamzah. Entre otras cosas, decía: “El interés nacional debe permanecer por encima de todo… debemos apoyar a su majestad el rey en sus esfuerzos por salvaguardar a Jordania… que Dios lo proteja”.
El 7 de abril el rey enviaba una carta al pueblo: “El desafío de los últimos días no fue el más difícil ni el más peligroso para nuestra nación, pero para mí fue el más doloroso. La sedición vino de dentro y fuera… y nada se compara con mi conmoción, dolor e ira como hermano y jefe de la familia…” Abdalá agregó que, aunque se resolvería en privado, el tema estaba bajo investigación para así garantizar justicia y transparencia. Tan sólo cuatro días después, el rey se dejaba ver con los hombres de la familia real, incluido Hamzah. El motivo fue la conmemoración del centenario de la creación de Transjordania, el emirato que dio origen al reino. Oraron en el mausoleo donde se encuentran los restos de tres monarcas, incluido el padre de ambos.
El 22 de abril la agencia EFE comunicaba que se dejaba en libertad a 14 de los 16 arrestados. El fiscal general dijo que la investigación había concluido y se había probado que “los implicados podían haber supuesto una amenaza para la seguridad y estabilidad del reino”. El palacio expresó que Abdalá se reunió antes con líderes tribales (con los cuales se relaciona a Hamzah), que le solicitaron el perdón para los sospechosos por el “mes de la misericordia y el perdón”, el Ramadán. Aunque EFE señala que el rey no puede ordenar una amnistía de acusados que aún no han sido condenados.
Es cierto que hay descontento en Jordania por crisis económicas (por ejemplo, el país recibe a miles de refugiados sirios) y porque las tribus (que legitiman a la familia real) no están de acuerdo con algunas medidas tomadas por el rey. A esto hay que sumarle el mal manejo de la pandemia, como señalan analistas jordanos.
El punto es que en cuanto el mundo se enteró de una probable conspiración encabezada por Hamzah, el apoyo se volcó hacia Abdalá, empezando por el presidente de Estados Unidos, y esto habla de lo complicado que sería
“Hoy les hablo a ustedes, mi familia y mi tribu… para asegurarles que la sedición ha sido cortada de raíz y que nuestra orgullosa Jordania está segura y estable”. Rey Abdalá, 7 de abril
para Hamzah derrocar a su hermano, si ese fuera su plan. También hay que considerar las leyes de sucesión y el apoyo de la familia real a Abdalá. Esto se vio reflejado en un tuit que la princesa Firyal, tía del rey, publicó el 4 de abril aunque después lo borró, quizá por la acusación, un tanto injustificada, a Noor: “La ambición de la reina Noor y sus hijos carece de justificación. Todos lo deberían saber. Como se establece constitucionalmente, la sucesión va de padre a hijo mayor, de manera ininterrumpida. Maduren, chicos”.
Y aunque la declaración de Hamzah al decir que será fiel al rey y la foto de ambos en el evento del 11 de abril sólo hayan sido para aparentar unidad, el hecho es que, por ahora, el reino de Jordania está otra vez en relativa paz.