ADIÓS INESPERADO
Bill y Melinda Gates anunciaron su divorcio y el mundo se conmocionó.
Sin ser celebridades, Melinda y Bill Gates tienen la influencia de un rockstar y no solamente por sus millones, sino porque durante años fueron el prototipo de la pareja megaexitosa y estable que, además, creó una de las fundaciones filantrópicas más grandes del planeta.
CHICO CONOCE CHICA
Era 1986, Melinda tenía 22 años, acababa de terminar Computación y Economía en la Universidad de Duke y trabajaba como pasante en IBM, pero ya tenía una cita de trabajo para una nueva compañía llamada Microsoft. Un reclutador le dijo: “La posibilidad de avanzar allí es tremenda… Acepta el trabajo”, cuenta The Independent.
Y vaya que avanzó, al año siguiente, Melinda empezó en Microsoft, en marketing de software, y a finales de la década ya era gerente general de productos de información, como los famosos Expedia y Encarta. En medio de este ascenso, una noche ella se sentó al lado del director ejecutivo de la compañía durante una cena de la feria comercial Expo, en Nueva York; era Bill y tenía 31 años. “Sólo una semana después, me acerqué a ella en el estacionamiento y le pregunté si quería salir”, dijo él una vez a CBS. Melinda contó después que Bill “era más divertido de lo que esperaba”. Se comprometieron hasta 1993, y quizá llevar su relación con calma fue clave para el matrimonio tan largo que tuvieron. Meses antes del compromiso, murió la madre de Melinda por cáncer de mama, un hecho que dejó honda huella en ella.
ENTRE TRABAJO Y FAMILIA
La boda se celebró en 1994, en la isla Lanai, de Hawái. En una entrevista de 2019, ella recordó que cuando Bill estaba considerando casarse, “fue increíblemente claro acerca de que no se trataba de mí, sino de si él lograría el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar”. El mismo año, durante un encuentro con Business Insider, Melinda expresó que la clave para una relación sólida era tener “una ‘asociación equilibrada’, en la que cada uno dividiera las horas de trabajo ‘no remunerado’ para cuidar del hogar”.
“No creemos que podamos crecer juntos como pareja en esta fase de nuestras vidas”. Bill y Melinda Gates
Pero no todo fue fácil, pues ella aceptó que, en ocasiones, ser esposa de Bill era complicado. Se refería a la idea de lograr el equilibrio y, aunque ellos no han esclarecido los motivos de su separación, tal vez estas declaraciones de Melinda pudieran darnos algunas pistas.
NO HAY “PRENUP”
“Después de pensarlo mucho y trabajar en nuestra relación, tomamos la decisión de poner fin a nuestro matrimonio”, expresaron en el comunicado de su divorcio, el 3 de mayo; agregaron que ya no pueden crecer como pareja. Apenas hablan de sus tres hijos, Phoebe (de 19 años), Rory (de 21) y Jennifer (de 25 y comprometida para casarse), quizá en referencia a la privacidad que piden para la familia al final del texto. En lo que la expareja centró su mensaje fue en su trabajo como los mayores filántropos del mundo: “Compartimos nuestra creencia en esa misión y continuaremos nuestro trabajo juntos en la fundación”. Una misión inspirada en parte por la mamá de ella, que meses antes de fallecer le dijo: “De aquellos a quienes se les da mucho, se espera mucho”, asegura The Independent.
La Fundación Bill y Melinda Gates trabaja para promover mayor igualdad en temas de salud pública, educación, apoyo a la infancia y cambio climático. La iniciaron en 2000 y se convirtió en su prioridad, al grado de que ella se enfocó totalmente y él lo hizo paulatinamente; dejó su trabajo cotidiano de Microsoft en 2008 y el año pasado las juntas directivas de ésta y otra compañía.
Tal parece que este compromiso no fue suficiente, el matrimonio terminó y ante la ausencia de un contrato prenupcial, firmaron un documento de separación, en el que acordaron dividir sus propiedades inmobiliarias, personales, responsabilidades y deudas, según TMZ, y agregaron que la manutención conyugal “no es necesaria”. “Este matrimonio está irremediablemente roto”, escribiría Melinda en su solicitud de divorcio.
Como suele pasar en estos casos, Forbes afirma que será el divorcio del siglo, por los 130 mil 500 millones de dólares que lo ubican a él como el cuarto hombre más rico del mundo. En esta cantidad no se encuentran los 50 mil millones de dólares que ambos han dado a su fundación. El reparto de los bienes podría ser a partes iguales, de acuerdo con Reuters, debido al contrato de separación, en el que se estipula que también pueden acordar que ciertos bienes son propiedad individual. Y, a pesar del divorcio, Bill y Melinda seguirán estando entre las 15 personas más ricas del mundo.
Así terminó una historia de amor y abrumador éxito económico, social y filantrópico. Al parecer el divorcio lo llevarán de manera sensata y civilizada. Es lo menos que pueden hacer tras 27 años casados y 34 de conocerse.
“En estos 27 años hemos criado a tres niños increíbles”. Bill y Melinda Gates
“Construimos una fundación para que todas las personas lleven vidas sanas y productivas”. Bill y Melinda Gates