El príncipe ecológico
Mohammed bin Salman, el polémico heredero de Arabia Saudita, anunció un ambicioso plan contra la desertización que incluye una ciudad futurista, pero expertos dudan que se realice por la falta de agua ¡y de dinero! Algo que contrasta con la fabulosa riqueza del país y del propio royal, que posee una fortuna de poco más 400 mil millones de dólares.