Meditación en movimiento
Conectarse consigo mismo y con la naturaleza fue lo que motivó a Manuel Morato a emprender una ruta que además de ser una aventura, dio vida a un colectivo de corredores: Aire Libre.
Apasionado por vivir experiencias en lugares increíbles de naturaleza y al mismo tiempo, descubrir sus raíces y conectarse con culturas ancestrales, Manuel se dio a la tarea de recorrer 92 kilómetros por el Desierto de Sonora, partiendo desde Hermosillo hasta Bahía de Kino, pasando por Punta Chueca; descubre más acerca de esta apasionante actividad.
¿Por qué elegiste ese recorrido?
"Porque yo soy de aquí y era una ruta que tenía mucha curiosidad de explorar; ya había visualizado en el mapa dónde estaba Desemboque y Punta Chueca, que por ahí es pura costa y al frente está la Isla del Tiburón, es una ruta muy bonita para recorrer cuando no hace tanto calor. Se me ocurrió incluso hacerla junto a mi papá, porque él la conoce y sería una actividad papá e hijo, además yo quería correr una distancia más larga para empezar a entrenar para carreras más grandes".
¿Cómo surge la idea de Aire Libre?
"Fue una idea loca: le platiqué de la ruta a Mauricio Díaz, un amigo que también es corredor y se emocionó; pensamos que sería una buena aventura que valía la pena documentar para poder compartirla con otras personas que les interesara el mundo de la corrida o la naturaleza. Que ellos también se inspiraran a explorar, a crear sus propias aventuras; también queríamos incluir al pueblo seri para transmitir lo valiosas que son las culturas, entonces decidimos invitar a Daniel Almazán, fotógrafo y productor de video".
¿Qué rutas han cubierto?
"La primera fue Sonora, después vinieron los pueblos mancomunados en la Sierra Norte de Oaxaca; el tercer documental fue la frontera Sonora-Arizona con los nativos Tohono O'odham, y a partir de ahí surgió la idea de hacer experiencias abiertas al público en general. Corredores y no corredores, gente que le guste viajar a lugares muy bonitos y explorarlos, ya sea corriendo o caminando; continuamos en Chiapas por la zona de Los Altos, a los alrededores de San Cristóbal de las Casas; por la frontera con Guatemala, Lagunas de Montebello y también el Nevado de Colima, la Sierra Gorda de Querétaro y la Sierra de Hidalgo".
¿Tienen nuevos proyectos en puerta?
"Estamos haciendo el trayecto para la Sierra Tarahumara, en las Barrancas del Cobre y otro en Baja California Sur. También estamos iniciando con experiencias internacionales: la primera será en el Altiplano de Bolivia, en mayo y la Patagonia chilena en diciembre. "Asimismo, acabamos de lanzar un apartado más en nuestra página: Podcast, para profundizar en temas de cómo la corrida ayuda a las personas a conectarse consigo mismas, a llevar una vida de menos estrés; correr es como una meditación en movimiento".
¿Qué mensaje quieres dar a niños y jóvenes?
"Es bien interesante explorar la corrida como un vehículo para satisfacer la curiosidad; aprovechen que están chicos, jóvenes, porque su cuerpo está en el momento ideal para ser muy activos. Correr en grupo es una manera de hacer lazos fuertes con las personas con las que se corre. Exploren el correr como algo más que sólo ejercicio y estar sano, sino como una manera de conocer el mundo y los lugares que les rodean y generan curiosidad".