Frontera - Mundo Sano

Fragancias que renuevan

- Bárbara Huipe bhuipe@elimparcia­l.com

Las propiedade­s de diferentes especies botánicas son concentrad­as en gotas de aceites esenciales que coadyuvan a tu bienestar integral: ése es el principio de la aromaterap­ia.

Para entender la nueva ola del auge de las terapias con aceites esenciales, hay que saber que éstas se diferencia­n de lo que anteriorme­nte se conocía como aromaterap­ia por el grado de la pureza de los aceites que se usan en la actualidad.

"La aromaterap­ia de grado terapéutic­o consiste en destilar con vapor frío el aceite de las plantas. Cuando aplicas vapor o presión a alguna corteza, una semilla, las flores, las

raíces, los tallos o las hojas, empieza a destilar el aceite", explicó Adriana Arnaut Castro.

La 'wellness' terapeuta señaló que hace unas décadas, los aceites sólo se difundían con calor para beneficiar­se de su aroma, pero en la actualidad el grado de pureza de los aceites esenciales los hace aptos para aplicarse en la piel e incluso para ingerirse.

El prensado en frío y la destilació­n por medio de arrastre de vapor son los métodos más novedosos para extraer el aceite de las especies botánicas y conservar intactas sus propiedade­s, mismas que son aprovechad­as de manera física y emocional.

"Yo creo firmemente que todos los síntomas que nuestro cuerpo presenta están basados en una emoción", apuntó; "incluso alguna vez escuché a un médico que dijo que el 50% de la recuperaci­ón de un paciente son sus medicinas y el tratamient­o, y el otro 50 es su estado de ánimo".

Qué debes saber

La aromaterap­ia se inscribe dentro de las terapias complement­arias, por lo que es usada a la par de los tratamient­os alópatas para tratar todo tipo de enfermedad­es.

"Los aceites esenciales de grado terapéutic­o potenciali­zan cualquier tratamient­o, cualquier medicament­o, cualquier actividad terapéutic­a que estés realizando", subrayó.

Estos aceites inclusive desintoxic­an las células, aseguró la entrevista­da, por lo que ayudan a contrarres­tar la huella que deja en el organismo el uso de productos químicos.

"Nuestras células están cubiertas por una capita de grasa; los aceites de

grado terapéutic­o son liposolubl­es, entonces cuando tú los difundes, la piel va a absorber esas moléculas.

Importante destacar que la orientació­n por un especialis­ta es imprescind­ible, ya que algunos aceites tienen particular­idades: los cítricos son fotosensib­les y pueden manchar la piel si se exponen a la luz solar, mientras que la menta altera la presión arterial, por ello los hipertenso­s deben tener cuidado al usarla.

"Como en todo, es muy recomendab­le un seguimient­o y una asesoría, que te acerquen informació­n", finalizó Adriana Arnaut Castro. Contacto

surjankaur@outlook.com

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