Date un respiro
Los grandes meditadores, por así decirlo, empezaron con una rutina de apenas minutos; aquí te compartimos una muy sencilla, ideal para que te tomes un 'break'.
Por varias décadas, la psicología se ha apoyado en enseñanzas y técnicas orientales para tratar afecciones como la depresión y la ansiedad; de ahí la gran notoriedad del yoga, por ejemplo, y de la meditación. Ésta última es definida por Wojtek Plucinski, uno de los promotores más importantes del tema en México como una práctica para explorar y transformar el pensamiento y desde allí, las emociones y la realidad.
El también director de Operaciones del Instituto Mexicano del Yoga, A. C. señala que dicha labor requiere de la creación de ciertas herramientas que buscarán mantenernos firmes en los procesos que viviremos.
"De esta manera la mente no se nos escapa, no huye
y nos lleva a otro lado, otro lugar, otro momento. Tenemos que desarrollar la claridad, la atención y el enfoque”, aconseja, "sólo así podremos meditar".
"Si nos preparamos para dormir -uno se cambia de ropa, prepara la cama, se lava-, entonces, ¿por qué pretenderíamos meditar sin preparación? Es así como se forma la idea de que la meditación no funciona". Plucinski aclara que la práctica no está delimitada por el espacio y puede ser alcanzada inclusive en el trabajo; por ello, te damos una meditación para esos eventos de estrés en el escritorio.
a) Pon la alarma
Sólo serán 5 minutos, pero son tus 5 minutos; además, delimitar el tiempo es una trampita para alejar la mente del plazo o del temor de dormirse. Programa una alarma de tono suave, que no te sobresalte.
b) Cuida tu postura
No necesitas una posición de loto ni nada parecido, sólo busca tu comodidad y que tus extremidades estén "sueltas". Mantén la barbilla derechita, ni hacia arriba ni hacia abajo. Te relajarás sin dormirte.
c) Relaja tu mirada
Meditar no necesariamente significa tener los ojos cerrados, pues la idea es que no te gane el sueño, sobre todo al laborar. Mira un punto fijo sin omitir la postura, relaja la mirada y deja caer poquito los párpados.
d) Enfócate en la respiración
Piensa y siente el aire: cómo entra a tus pulmones, cómo sale de tus nariz, cómo te eleva el pecho y el abdomen. Olvídate de la "mente en blanco", no es posible detener la mente, mas sí atenuarle el volumen.
e) Aíslate lo suficiente
No es necesario el total silencio, pero se aconseja un entorno tranquilo, como una sala vacía, un
cubículo cerrado o ya de plano, el baño. Apóyate en música para meditar "la hay en Youtube" y unos audífonos. Sí puedes
"Todos podemos meditar pero hay que aprender cómo hacerlo, cómo crear las condiciones en la mente, en el cuerpo y en el entorno para que ese milagroso viaje hacia el interior llegue a su meta" Wojtek Plucinski
Twitter: @meditaconwojtek